Análisis de los atentados yihadistas en diciembre de 2017

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Diciembre ha sido el mes del año 2017 en el que el terrorismo de carácter yihadista se ha cobrado menos vidas. Las 467 muertes causadas suponen una reducción de casi la mitad respecto a los datos de noviembre. No obstante, el número de acciones terroristas de carácter islamista ha vuelto a superar de sobra el centenar, estableciéndose en 112 y manteniendo la tendencia de los anteriores meses.

El principal dato que deja diciembre es que no se ha producido ningún atentado en el que se hayan producido al menos medio centenar de víctimas, convirtiendo este mes en una excepción dentro de la norma general que marca el resto del año. El atentado más letal del mes se volvió a producir en Afganistán, concretamente en su capital, cuando un terrorista suicida de Daesh se inmoló junto a un edificio que albergaba un centro cultural chií y una agencia de comunicación, provocando 41 víctimas el 28 de diciembre. La otra acción yihadista que mayor número de muertes ha provocado se dio dos días después en el Estado de Borno en Nigeria. Un nuevo ataque de un numeroso grupo de terroristas de Boko Haram sobre un poblado acabó con la muerte de 25 leñadores y numerosos secuestros de chicas adolescentes y mujeres. El poblado, igual que los anteriores en los que se ha dado sucesos similares, fue completamente destruido y arrasado por las llamas.

Tabla 1 - atentados yihadistas

En líneas generales, los atentados terroristas documentados en el mes de diciembre han sido de baja magnitud, provocando que el número de víctimas sea muy reducido. La estadística que mejor refleja esta realidad es que la media de muertes por atentado este mes se ha situado en 4.1, mientras que la media de todo el año se acerca al doble.

Daesh se ha mostrado un mes más como el grupo terrorista más activo, aproximándose a los setenta atentados que han provocado al menos una víctima. Pese a la confirmada derrota militar en Siria e Irak, su capacidad para cometer acciones contra la población civil y las fuerzas de seguridad sigue estando intacta. De hecho, se está produciendo un aumento de la violencia en las ciudades que hasta no hace mucho se encontraban bajo su poder. Esto se debe en parte a la transformación que está teniendo el grupo hacia un movimiento de guerrillas basado en la estrategia insurgente. Si en octubre se apreció esta situación especialmente en Mosul y en noviembre pasado en Deir ez Zor, este mes se puede poner el foco en la ciudad de Saladino como ejemplo, donde a finales de noviembre todavía existían algunos reductos de Daesh. Es por ello que a lo largo de este mes se han dado varios casos en los que decenas de proyectiles de mortero han sido lanzados por el grupo terrorista hacia la población civil, impactando en zonas residenciales y provocando varias víctimas.

Tabla 2 atentados yihadistas

Los grupos talibán han vuelto a tener un repunte en su actividad en el mes de diciembre. La progresiva llegada de combatientes de Daesh a Afganistán, coincidiendo con la pérdida de territorios en Siria e Irak, está abriendo un nuevo frente para los talibán, que ahora tienen que destinar parte de sus recursos a combatir a este grupo que desea hacerse con los territorios que ellos tienen bajo su poder. Durante los últimos meses se han incrementado los enfrentamientos armados entre ambas organizaciones, especialmente en la lucha por el control de la provincia de Nangarhar. Es cierto que el país es un terreno fértil para los grupos talibán, quienes tienen la ventaja de tener el respaldo social y difícilmente Daesh consiga hacerse un hueco en este sentido. No obstante, si se sigue produciendo la llegada de combatientes y se sigue dando el aumento de la influencia de Daesh en la región, la situación actual puede verse alterada de cara a un futuro próximo. En relación a los talibán, no está de más recordar que también recae parte de su actividad sobre el territorio pakistaní, siendo su facción la causante del mayor número de atentados en este país, como ha vuelto a quedar de manifiesto este mes con varias acciones contra las fuerzas de seguridad.

En cuanto a Boko Haram, el grupo nigeriano sigue centrando su actividad tanto en los atentados suicidas como en las incursiones que realizan semanalmente contra poblados del noreste del país. Este mes se han vuelto a dar distintos atentados suicidas, perpetrados en su mayoría por jóvenes adolescentes y mujeres que activan los explosivos adosados a su cuerpo. Este tipo de acciones están siendo especialmente frecuentes en las últimas semanas en campos de desplazados, trasladando el miedo hasta estos lugares.

El grupo JNIM, que actúa en Mali, se ha convertido este año en la organización más activa que opera bajo el amparo de al Qaeda. En apenas diez meses, esta coalición de grupos yihadistas se ha convertido en la principal amenaza para las fuerzas de seguridad malienses y para los soldados desplegados de la MINUSMA. A ello hay que sumarle que el grupo Ansaroul Islam, vinculado a JNIM en Burkina Faso lleva varios meses incrementando el número de atentados en el país. La situación puede empeorar de cara al futuro si se confirma la tendencia que se ha apreciado este mes en la que se produjo un atentado conjunto por parte de este grupo y el Estado Islámico del Gran Sahara en una comisaría el día 21 (caso de estudio #69).

Tabla 3 - atentados yihadistas

La gráfica superior refleja los principales focos geográficos en los que opera el terrorismo yihadista. La región de Oriente Medio es con creces la más afectada, ya que se lleva dando desde hace tiempo el caldo de cultivo idóneo para la presencia de organizaciones de esta etiología sobre el territorio. Mientras, el Sahel sigue los pasos de Oriente Medio y el incremento del movimiento yihadista en la región puede convertirse en una seria amenaza para la seguridad internacional si no se combate a tiempo. Precisamente, siendo conscientes de esta situación, el gobierno español ha anunciado que triplicará los esfuerzos militares destinados en la región para cooperar principalmente con Francia, que es el Estado europeo con mayor implicación en el Sahel.

Europa permanece alejada de los ataques de inspiración yihadista desde que se produjo el último a inicios de octubre en Marsella. Diciembre ha sido un mes de máxima alerta para las fuerzas de seguridad por las aglomeraciones que se dan en los centros urbanos durante las celebraciones de navidad. Aprovechando esta situación, Daesh había amenazado durante todo el mes con distintas imágenes y vídeos propagandísticos en los que instigaba a sus seguidores a cometer acciones similares a la de Berlín del año pasado. Finalmente, estas amenazas no han sido plasmadas, lo cual ha sido entendido por muchos analistas como una evidente muestra de la falta de capacidad que tiene la organización en estos momentos. No obstante, a lo largo del mes pasado se llevaron a cabo varias operaciones en distintos países europeos que consiguieron desmantelar lo que parecía ser la planificación de algún atentado.

En diciembre también se produjeron otros dos atentados con repercusión internacional sin que produjesen víctimas. El primero de ellos en el metro de Nueva York, cuando un ciudadano bangladesí intentó hacerse estallar con unos explosivos. Éstos, estallaron de forma defectuosa y ni el propio autor del atentado resultó herido de gravedad. Mientras, en San Petersburgo se produjo otra acción que no causó muertos y fue reivindicada de forma simultánea tanto por Daesh como por un grupúsculo afín a al Qaeda.

Tabla 4 - atentados yihadistas

En cuanto al número de países donde se ha producido este mes al menos un atentado de carácter yihadista con víctimas, se ha producido un ligero aumento respecto al mes anterior, quedando establecido en diecisiete. Estos países han sido: Irak, Siria, Afganistán, Pakistán, India, Filipinas, Egipto, Libia, Túnez, Mali, Nigeria, Burkina Faso, Camerún, Somalia, Kenia, Mozambique y Gabón.

Resultan especialmente interesantes los dos últimos países del listado. En primer lugar, Mozambique, donde en este mes se ha producido el segundo ataque islamista, siendo el primero durante el verano. Mientras, Gabón ha registrado el primer atentado yihadista de su historia tras un ataque de un individuo que atacó con un cuchillo a dos trabajadores daneses. Ambos ejemplos representan nuevos casos de países que han sido afectados por primera vez por el yihadismo, siendo la mejor muestra de una amenaza que cada día que pasa es más global.

Tabla 5 - atentados yihadistas

El último balance del año en cuanto a los blancos contra los que atenta el yihadismo sigue las líneas de noviembre, donde se mostró de forma más o menos clara la diferenciación entre las acciones cometidas contra la población civil y contra las fuerzas de seguridad. Esta tendencia ha continuado este mes sin que se aprecien rasgos característicos y siendo posible que de cara al futuro vuelva a sufrir modificaciones en el caso de que Daesh se asiente de nuevo como un grupo de guerrillas que hostigue de forma frecuente tanto a los grupos de convoyes militares como a las patrullas policiales. De hecho, esta estrategia suele ser recurrente, siendo una de las señas de identidad entre los grupos talibán, quienes asiduamente golpean a las fuerzas de seguridad establecidas en los miles de puestos de control por todo el territorio a través de emboscadas en las que grupos numerosos atacan estos checkpoints, huyendo antes de que los refuerzos lleguen con tiempo suficiente como para hacerles frente.

Conclusiones

El año 2017 termina con el mejor balance de víctimas causadas por el terrorismo yihadista. La buena noticia de la derrota militar de Daesh y la caída de su califato contrastan con la globalización del fenómeno, un fenómeno que ha golpeado a Europa Occidental con una frecuencia nunca antes vista.

El nuevo panorama que se ofrece en Siria e Irak está obligando a muchos de los combatientes a tomar la decisión de volver a sus países de origen o marchar hacia otros territorios donde seguir con la yihad. En este sentido, las alertas de la seguridad internacional permanecen encendidas por el posible retorno de estos terroristas, con un alto riesgo de que deseen cometer atentados a su vuelta.

El 2018 presentará nuevos desafíos para la seguridad en el ámbito de las redes y la contranarrativa. El cibercalifato seguirá intentando hacer llegar su propaganda a todos los rincones para que nuevos individuos inspirados por su ideología aterroricen a la sociedad. Mientras, en el ámbito terrenal es posible que estemos ante la vuelta de al Qaeda, quien ha vuelto a adquirir protagonismo de forma diametralmente opuesta a la derrota militar de Daesh.