Las detenciones en Marruecos relacionadas con los atentados de Cataluña y la creación de una fuerza conjunta del G-5 Sahel marcan la actividad yihadista.
Mali representa la cara y la cruz del yihadismo en junio: escenario de atentados en Bamako, ha logrado desarticular varias células y liberar a un rehén sueco tras seis años secuestrado.
Túnez y Mali se convierten en mayo en los principales focos de actividad yihadista en la región mientras Ansar al Sharia Libia anuncia por segunda vez su disolución.
El terrorismo yihadista ha sido especialmente activo en Mali, donde la recién creada organización Nusrat Al Islam busca consolidarse a base de ataques y reivindicaciones.