Documento de análisis OIET 6/2019*
Luis Antonio González Francisco
La guerra civil siria iniciada en el año 2011 convirtió al país en un inmenso teatro de operaciones en el que actúa una vasta poliarquía armada. En esta miríada de actores hay varios grupos yihadistas para los cuales el territorio sirio es Dar al-Harb (“Morada de la Guerra”) en el que, según su teoría y su praxis, es lícito aplicar, y de hecho aplican, su particular visión de yihad. Entre estas organizaciones, destaca Hayat Tahrir al-Sham (HTS), un compendio de varios grupos que tiene su génesis en el desembarco de Al Qaeda en Siria. Dentro de HTS existe una facción llamada a ser su “unidad de operaciones especiales”. Esta unidad es denominada Al Asa’ib Al-Hamra (Bandas Rojas).
Imagen en la que aparece un integrante de Al Asa’ib Al-Hamra en cuya banda roja se puede ver el logo de Hayat Tahrir al-Sham. Fuente http://www.aymennjawad.org/2019/03/hayat-tahrir-al-sham-red-bands-interview
Hayat Tahrir al-Sham (“Organización para la Liberación de Levante”).
Tras el desencadenamiento de las hostilidades a todos los niveles en Siria en el año 2011, Al Qaeda contempló el escenario como una suerte de ventana de oportunidad para aumentar su área de influencia mediante su establecimiento permanente en la zona. Con ese motivo, el mismo año 2011 se creó el grupo Jabhat al-Nusra, el “Frente Al-Nusra para los Pueblos del Levante”, que anunció oficialmente el inicio de su actividad el 23 de enero de 2012.
El recientemente nombrado nuevo líder de Al Qaeda por esas fechas, Ayman al- Zawahiri, remitió sendas misivas a la cúpula de Jabhat al-Nusra, el 27 de junio de 2011 y el 7 de febrero de 2012, en la que les instaba a poner en marcha ataques en Siria. De forma paralela, fue arribando a territorio sirio un flujo de combatientes extranjeros para encuadrarse en las filas de Al-Nusra.
El entonces líder de Al Qaeda en Irak, Ibrahim Awwad Ibrahim Ali al-Badri al-Samarrai, mas conocido como Abu Baker al Baghdadi, actual líder de Daesh, impartió instrucciones al líder del grupo Ahmed Hussein al-Shar’a, más conocido por su alias Abu Mohammad al-Julani, para que iniciase una campaña violenta a gran escala contra el gobierno de la República Árabe Siria. Al Bagdhadi anunció formalmente el 9 de abril de 2013 la fusión entre Al Qaeda en la Tierra de los Dos Ríos (Al Qaeda en Irak) y Jabhat al-Nusra. La nueva organización pasaba a operar bajo el nombre de al-Dawlah al-Islāmiyyah fī al-ʿIrāq wa al-Shām, (“Estado Islámico del Iraq y Levante”). El 10 de abril de 2013 Abu Mohammad al-Julani, declaró públicamente “Los hijos del Frente al-Nusra prometen lealtad al jeque Ayman al-Zawahiri”.
El comandante yihadista pronto demostró digno de la confianza depositada en el por el líder de Al Qaeda. Gracias a las donaciones provenientes del Golfo Pérsico y a los ingresos derivados de las incautaciones y el cobro de impuestos en las zonas que pasó a controlar, atrajo a sus filas un importante número de combatientes.
Avanzando en el tiempo, el 28 de junio de 2016, al-Julani fue el principal protagonista de un vídeo en el que acusaba a Estados Unidos y Rusia de bombardear a la población con el pretexto de atacar posiciones de su organización. Al-Julani también anunciaba “la cancelación completa de todas las operaciones bajo el nombre de Jabhat al-Nusra”, el cual sería sustituido por la formación de un nuevo grupo que pasaba a operar bajo el nombre de Jabhat Fataḥ al-Shām (“Frente de la Victoria de Levante”), el cual no tendría “…ninguna afiliación a ninguna entidad externa”. De esta forma, se desvinculó, al menos en el plano teórico, del liderazgo de Al Qaeda y pasó a convertirse en un ente autónomo.
Esta nueva organización yihadista demandaba “medidas prácticas y sinceras” para el establecimiento de una “entidad sunita” unificada militar y políticamente. Esa entidad se materializó el 28 de enero de 2017, con la unión entre Jabhat Fataḥ al-Shām, Nour al-Din al-Zinki y un importante número de efectivos provenientes de Ahrar al-Sham, poderoso grupo salafista sirio, entre los que figuraba el otrora cuadro de alto nivel de la organización, Hashem al-Sheikh también conocido por el seudónimo de Abu Jaber Maskanah. El nuevo conglomerado, que también recibió la adhesión de otros grupos de menor entidad, adoptó la denominación de Hayat Tahrir al-Sham (“Organización para la Liberación de Levante”). Según datos publicados por el CSIS (Center for Strategic and International Studies), Hayat Tahrir al-Sham cuenta con un número de efectivos que se sitúa en una horquilla que va de los 12.000 a los 15.000 integrantes. Aunque la presencia del grupo se notó en Aleppo, Deraa, Hama y Damasco, su principal área de influencia se sitúa en la provincia de Idlib, la cual quedó bajo su control a comienzos de 2019.
Nicholas Heras, miembro del Centre for a New American Security, declaró que HTS tiene el mismo objetivo final que Daesh, esto es, la implantación de un estado regido por una versión rigorista de la doctrina islámica, aunque tiene “…una forma más inteligente de hacerlo“. Según Heras, la estrategia de HTS se sustenta en “…permitir que existan otros grupos rebeldes, pero, como una poderosa organización mafiosa, mantener la capacidad de usar una fuerza abrumadora y concentrada sobre cualquier oponente que aparezca“.
Al Asa’ib Al-Hamra (“Bandas Rojas”).
Para conseguir sus objetivos, además de tener fuerzas “convencionales” HTS también ha desarrollado una unidad de “operaciones especiales” llamada Al Asa’ib Al-Hamra (“Bandas Rojas”). Su antecedente inmediato podría ser un grupo de similar propósito creado en el seno de Jabhat al-Nusra bajo de la denominación de “Wolf Unit”. Esta unidad estuvo dirigida por Ümit Yaşar Toprak, más conocido por Abu Yousef al-Turki, prominente yihadista que fue detenido en 2004 en su Turquía natal bajo la acusación de planear el asesinato del presidente de EE.UU. George W. Bush durante una cumbre de la OTAN en Estambul.
Ümit Yaşar Toprak, famoso por su pericia como francotirador, fue eliminado junto a otros trece yihadistas el 23 de septiembre de 2014 en el transcurso de uno de los primeros ataques aéreos de EE. UU. sobre territorio sirio. A su muerte, dirigía a el entrenamiento militar especializado que le era impartido a otros yihadistas a través de la Wolf Unit, que según Kyle Orton, notable investigador del conflicto sirio, tenía una estructura similar a la de un comando .
En agosto de 2018, efectivos de Al Asa’ib Al-Hamra fueron desplegados por HTS en las montañas del norte de Lattakia para tratar de frenar el avance de las fuerzas gubernamentales sirias y sus aliados.
Imágenes del adiestramiento de componentes de Al Asa’ib Al-Hamra. Fuente: https://monitoring.bbc.co.uk/product/c200h2wd
La propagada de Malhama Tactical afirmó el 26 de noviembre de 2018 que había proporcionado instrucción militar a Al Asa’ib Al-Hamra. Malhama Tactical es uno de elementos “exóticos” del conflicto sirio ya que se trata de una PMC (Private Military Company) cuyo rasgo distintivo es el de proporcionar a grupos yihadistas entrenamiento de alto nivel en técnicas de combate. El 10 de noviembre de 2018 HTS afirmó que Al Asa’ib Al-Hamra había ejecutado una operación en la que habían perdido la vida soldados sirios y rusos. Días después, el 26 de noviembre, el líder de Malhama Tactical, que responde al nombre de Abu Salman Belarus, declaró a través de Telegram que los “Bandas Rojas” habían recibido entrenamiento durante cuatro meses antes de perpetrar el ataque y que esta formación era para adiestrar a la unidad de “élite” de HTS en ataques de comando.
En aquel momento, se le atribuía un importante papel de liderazgo en Al Asa’ib Al-Hamra a Abu al-Yaqzan al-Masri. Este yihadista originario de Egipto habría desplegado importantes esfuerzos para conseguir que las facciones yihadistas rechazasen el acuerdo entre Rusia y Turquía. Dicho acuerdo, que se produjo el 17 de septiembre de 2018, tras una reunión mantenida entre los presidentes Vladimir Putin y Recep Tayyip Erdogan, planteaba el establecimiento de una zona desmilitarizada.
Abu al-Yaqzan al-Masri, llegó a la zona de conflicto sirio en el año 2013. Inicialmente se unió a Ahrar al-Sham, aunque luego cambió de bando. En HTS logró alcanzar posiciones de relevancia llegando a situársele en el liderazgo de Al Asa’ib Al-Hamra si bien esta situación cambió radicalmente el 1 de febrero de 2019. Durante esa jornada se conoció la salida de al-Masri de las filas de HTS debido a que el líder del grupo, Abu Mohammad al-Julani, apoyaba las operaciones militares contra los kurdos desarrolladas en el norte de Siria por los soldados de Turquía. Abu al-Yaqzan al-Masri no veía con buenos ojos la cercanía de HTS con los turcos, a los que considera apóstatas. Precisamente, Al-Masri pronunció un sermón en septiembre de 2018 en el que situaba en plano de igualdad el secularismo con la apostasía del Islam, haciendo hincapié en el que Turquía es un estado muy secular. Tampoco ahorró críticas a otros grupos yihadistas como Ahrar al-Sham o Nour al-Deen al-Zinki, a los que acusaba de colaborar con los turcos.
El nombre elegido para esta unidad puede obedecer a un patrón muy extendido entre organizaciones yihadistas que es el dar a su nomenclatura una pátina de “santidad” empleando figuras destacadas de la religión musulmana. El rojo era el color característico de Abu Dujana de uno de los Sahaba, compañeros de Mahoma, famoso por sus cualidades en el combate. Carter Scott (1) en alusión a Abu Dujana, recogía: “…acostumbraba a rodear su frente una cita roja que era conocida como la venda de la muerte”.
En el mismo sentido, en palabras de Émile Dermenghem (2):[Mahoma] llevaba una espada en la que estaba grabado: “La cobardía no te salvará de tu destino”. No teniendo intención de tomar parte activa en la lucha [la batalla de Ohod], la entregó al ançari Abu Dujana, quien juró emplearla hasta que se curvara. Ese hombre, cubierto con un rojo turbante para significar que estaba dispuesto a batirse como un desesperado…”. Este sería el enésimo ejemplo de cómo organizaciones yihadistas usan en su propio beneficio la distorsionada visión de la religión musulmana que preconizan.
Conclusiones
Hayat Tahrir al-Sham es un notable actor dentro del complejo teatro de operaciones sirio que ha demostrado por la más expeditiva vía de los hechos tener una elevada y eficaz capacidad operativa que se traduce en la planificación y ejecución de numerosos ataques. En este apartado parecen tener un papel relevante su “unidad de operaciones especiales” Al Asa’ib Al-Hamra que con el pasado del tiempo ha adquirido un importante nivel de perfeccionamiento debido a su experiencia en combate. El nivel operacional de Hayat Tahrir al-Sham constituye un elemento de riesgo de primer nivel tanto para la zona en la que despliegan su actividad como para localizaciones más lejanas al ser susceptibles de albergar entre sus filas a ciudadanos de países de fuera de la región que pueden recibir un notable nivel de formación, máxime en unidades como Al Asa’ib Al-Hamra.
[1] SCOTT, Carter, “Mahoma”, Edimat S.A.Madrid, 2002, p. 118.
[2] DERMENGHEM, Émile: “Vida de Mahoma” Lauro, Barcelona, 1942, p.188.
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