Violencia y terrorismo de extrema derecha: una amenaza al alza

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Documento OIET 1/2020

Occidente ha sufrido una oleada de atentados inspirados por la extrema derecha desde 2010.

Occidente ha sufrido una oleada de atentados de extrema derecha desde 2010.

Los ataques terroristas de Oslo/Utøya y Christchurch marcan el comienzo y final de una década en la que el terrorismo de extrema derecha ha ido progresivamente captando la atención internacional. Desde que en 2011 Anders Breivik cometiera uno de los ataques más letales inspirados por esta ideología, los países occidentales han asistido a un resurgimiento del extremismo violento de extrema derecha. Los incidentes xenófobos y racistas han aumentado en casi todos los países europeos y Estados Unidos desde 2012, lo que ha llevado a algunos expertos a afirmar que Occidente está experimentando una nueva ola de radicalización violenta de extrema derecha[1]. En Estados Unidos, esta cuestión sobre el extremismo racista ha tomado un tono urgente desde el mitin de Charlottesville en 2017[2], una congregación pública de varios movimientos neonazis y supremacistas blancos que acabó en violencia cuando uno de los asistentes atropelló con su vehículo a una mujer que participaba en las protestas en contra[3].

Al mismo tiempo, Europa ha visto un aumento de los éxitos electorales para los partidos nacionalistas y de extrema derecha. Partidos como el Frente Nacional en Francia, VOX en España, Suecia Demócratas, Amanecer Dorado en Grecia, Derecho y Justicia en Polonia, Partido por la Libertad en los Países Bajos y el Partido Popular Danés son solo algunos ejemplos de cómo la agenda de extrema derecha ha entrado en la escena política europea. Entre otros factores, los partidos de extrema derecha han ganado apoyo como resultado de la actual crisis de refugiados y de los ataques terroristas yihadistas.

En un contexto en el que las fuerzas de extrema derecha, tanto violentas como no violentas, continúan ganando adeptos, conviene repasar a qué nos referimos cuando hablamos de violencia de la extrema derecha, cómo ha ido evolucionando en estos últimos años y qué tipo de respuesta ha solicitado.

 

Terminología de la extrema derecha

En primer lugar, términos como la extrema derecha, la derecha radical y la ultraderecha se han utilizado como sinónimos; sin embargo, no lo son. Hay una distinción entre los grupos radicales y extremistas de derecha: los grupos radicales operan en el marco de la democracia, mientras que los extremistas la rechazan y están dispuestos a utilizar la violencia u otros medios para lograr sus objetivos[4].

No obstante, tal y como afirma el experto sobre extrema derecha Cas Mudde,  “el movimiento de extrema derecha es muy diverso, ya que incluso dentro de los dos principales subgrupos, la extrema derecha y derecha radical, hay muchas características ideológicas y cuestiones políticas que son compartidas entre grupos y partidos”[5]. Tanto la extrema derecha como la derecha radical suelen contener elementos ideológicos, como el antisemitismo y el racismo; y cuestiones políticas, como la inmigración y la seguridad.

Algunos académicos de la extrema derecha han calificado al terrorismo inspirado por esta ideología como terrorismo racial, aquel que es emprendido por miembros de un grupo organizado de supremacía blanca o pro-aria contra las minorías raciales para avanzar una agenda racial.[6] No obstante, otras voces han afirmado que el terrorismo de extrema derecha es una combinación de ideologías, incluyendo la violencia por parte de pandillas (jóvenes), la violencia subcultural (como la de los grupos skinhead), la violencia extremista política organizada y la violencia de grupos extremistas de derecha religiosos[7].

En resumen, la extrema derecha se refiere a una ideología política que se centra en uno o más de los siguientes elementos: nacionalismo, fascismo, racismo, antisemitismo, antiinmigración, machismo, nativismo y/o xenofobia. Asimismo, los grupos de extrema derecha tienden a ser fuertemente autoritarios, y a menudo, tienen elementos y discursos populistas[8].

 

Evolución de la extrema derecha en países occidentales

Conviene poner en contexto las estadísticas sobre la subida de la extrema derecha. El Índice Global de Terrorismo advierte que, si bien el surgimiento de la extrema derecha es una de las tendencias más preocupantes de los últimos cinco años, el nivel de actividad terrorista es menos intenso que en décadas pasadas. Los 322 ataques de tanto extrema derecha como extrema izquierda registrados desde 2011 palidecen frente a los 1,677 cometidos en la década 1970-1980.[9] Asimismo, el informe de Europol sobre terrorismo afirma que el número de detenciones vinculadas al terrorismo de derecha sigue siendo relativamente bajo, aunque reconoce que ha aumentado por tercer año consecutivo[10].

No obstante, el hecho de que el número de muertes producidas por ataques de extrema derecha se haya multiplicado por siete en los últimos tres años, unido a una serie de ataques recientes como los ocurridos en Nueva Zelanda, El Paso y Poway, ha catapultado este tema al frente de la agenda de seguridad internacional[11].

Según el Índice Global de Terrorismo, el número de ataques de extrema derecha ha aumentado en un 320% en los últimos cinco años en Norteamérica, Europa Occidental y Oceanía[12]. Estudios regionales confirman esta tendencia. Todos los asesinatos cometidos por extremistas violentos en Estados Unidos en 2018 estaban conectados con la extrema derecha[13]. El comisario de antiterrorismo de la policía británica ha declarado que el terrorismo de extrema derecha es la amenaza que más rápido crece en Reino Unido[14], mientras que la agencia de inteligencia australiana observa en su último informe que los grupos de extrema derecha se han fortalecido en comparación con los años anteriores[15].

Dado que desde el 11S los aparatos antiterroristas se han centrado casi exclusivamente en la amenaza yihadista, no han sido pocos los que han acusado a los diferentes gobiernos de haber ignorado la violencia de extrema derecha, con fatales consecuencias. El ex-comisario de antiterrorismo de la policía británica, Mark Rowley, advertía hace unos años que Reino Unido debía reaccionar de inmediato para hacerle frente a la violencia de la extrema derecha, sobre todo tras el asesinato de la diputada del partido laborista Jo Cox en 2016 por un partidario de esta ideología[16]. Investigadores en la Universidad de North Carolina, Chapel Hill, descubrieron que en 2008 y 2009 tan solo 350 de los 2,000 oficiales de antiterrorismo del FBI estaban al cargo de analizar el terrorismo de extrema derecha y otras ideologías domésticas[17]. No obstante, en 2018 hubo más ataques terroristas en Occidente inspirados por la extrema derecha que por el terrorismo yihadista (17,2% frente a un 6,8%)[18].

 

 Dificultades a la hora de combatir el terrorismo de extrema derecha

Parte del problema a la hora de enfrentarse al peligro de la extrema derecha radica en que no hay consenso en cuanto a qué actos constituyen terrorismo y qué actos constituyen delito de odio, ya que las legislaciones varían en gran medida de país en país. Un acto de terrorismo implica, al menos, la existencia de una ideología política que legitime un ataque premeditado[19]. Al contrario, si bien un delito de odio está motivado por prejuicio sobre raza, etnia, religión, sexo, edad, orientación sexual o discapacidad [20], no tiene por qué estar premeditado[21] y no busca reivindicar una causa política. Asimismo, es cierta la suposición de que todo acto de terrorismo de extrema derecha es un acto de violencia; sin embargo, no todos los actos de violencia son terrorismo[22].

El experto alemán Daniel Koehler argumenta que el estudio del terrorismo de extrema derecha sufre de una falta de definiciones claras, particularmente la clasificación errónea de diferentes actos como crímenes de odio, terrorismo o violencia política[23]. Dichas dificultades le han llevado a declarar que es una “forma única de violencia política con límites fluidos entre el crimen de odio y el terrorismo organizado”[24]. Las divergencias a la hora de aplicar una denominación u otra no han ayudado a clarificar la amenaza de la extrema derecha; al contrario, la han difuminado. Mientras que atacantes yihadistas que han cometido ataques en suelo estadounidense han sido denominados como “terroristas domésticos”, el ataque cometido por Dylann Roof en 2015 contra practicantes afroamericanos en una iglesia de Charleston fue denominado como un ataque fomentado por el “odio”, no por una ideología “terrorista”. Nate Snyder, asesor de antiterrorismo durante la administración de Barack Obama, se lamentaba en una entrevista con The New York Times de que se desaprovechó la oportunidad de comenzar a denominar a supremacistas blancos como terroristas domésticos tras el caso Dylann Roof[25].

Sin embargo, hay un debate creciente sobre cómo algunos delitos de odio pueden estar motivados por ideologías de extrema derecha y actos de terrorismo. De hecho, entre 1992 y 2008, investigadores en Estados Unidos descubrieron que el número de los delitos de odio contra minorías étnicas aumentó tras periodos de actividad terrorista, en apariencia como instrumento de represalia[26]. La policía británica registró un patrón similar y una subida en el número de ataques contra minorías en los meses posteriores a los ataques yihadistas de Westminster y London Bridge en 2017, y también tras el resultado del Brexit en 2016[27]. Dichos estudios urgen reconsiderar la relación entre delitos de odio y terrorismo de extrema derecha para obtener una imagen más fiel de la magnitud de esta amenaza.

 

Conclusión: la necesidad de analizar el auge de la extrema derecha

Profundizar en el estudio de la extrema derecha se ha convertido en una necesidad acuciante para los gobiernos occidentales. La relegación a un segundo plano del estudio del terrorismo de extrema derecha es evidente: tan solo un 3% de publicaciones académicas sobre terrorismo tratan sobre la extrema derecha[28]. En comparación con el conocimiento y la experiencia que poseen las agencias antiterroristas sobre el terrorismo yihadista, la extrema derecha aún presenta muchas incógnitas, en particular sobre la selección de objetivos, los perpetradores, las condiciones facilitadoras y el proceso de radicalización.

A lo largo del año 2020, nuestro Observatorio publicará una compilación mensual de ataques terroristas, tentativas de atentado, operaciones policiales y delitos de odio en los que se pueda probar motivación por ideologías extrema derecha. Al mismo tiempo, el Observatorio elaborará una sección histórica que analizará la actividad violenta y terrorista de la extrema derecha en la última década.

 

[1]  Koehler, D. (2019). Violence and Terrorism from the Far- Right: Policy Options to Counter an Elusive Threat. International Centre for Counter-Terrorism.

[2] Jackson, S. (2019). A Schema of Right-Wing Extremism in the United States. International Centre for Counter-Terrorism.

[3] Astor, M., Caron, C., Victor, D. (2017, Aug 13). A Guide to the Charlottesville Aftermath. The New York Times, https://www.nytimes.com/2017/08/13/us/charlottesville-virginia-overview.html

[4] Bjorgo, T., & Ravndal, J. (2019). Extreme-Right Violence and Terrorism: Concepts, Patterns, and Responses. International Centre for Counter-Terrorism.

[5]  Mudde, C. (2019). The far right today.

[6] Blee, K.M. (2005). Racial Violence in the United States. Ethnic and Racial Studies, 28(4), 599– 619. doi:10.1080/01419870500092423.

[7] Heitmeyer, W. (2005). Right-Wing Terrorism. In T. Bjørgo (Ed.), Root Causes of Terrorism (pp. 141–153). New York: Routledge.

[8]  The Institute for Economics & Peace & National Consortium for the Study of Terrorism and Responces to Terrrorism. (2019). Global Terrorism Index 2019: Measuring the Impact of Terrorism. Sydney. http://visionofhumanity.org/app/uploads/2019/11/GTI-2019web.pdf

[9] The Institute for Economics & Peace & National Consortium for the Study of Terrorism and Responces to Terrrorism. (2019). Global Terrorism Index 2019: Measuring the Impact of Terrorism. Sydney. http://visionofhumanity.org/app/uploads/2019/11/GTI-2019web.pdf

[10] Europol. (2019). European Union Terrorism Situation and Trend Report. European Union Agency for Law Enforcement Cooperation.

[11] The Institute for Economics & Peace & National Consortium for the Study of Terrorism and Responces to Terrrorism. (2019). Global Terrorism Index 2019: Measuring the Impact of Terrorism. Sydney. http://visionofhumanity.org/app/uploads/2019/11/GTI-2019web.pdf

[12] The Institute for Economics & Peace & National Consortium for the Study of Terrorism and Responces to Terrrorism. (2019). Global Terrorism Index 2019: Measuring the Impact of Terrorism. Sydney. http://visionofhumanity.org/app/uploads/2019/11/GTI-2019web.pdf

[13]ADL (2019). Murder and Extremism in the United States in 2018. https://www.adl.org/media/12480/download

[14] Dearden, L. (2019, September 19). Far right poses fastest growing terror threat to UK, head of terror police says. The Independent, https://www.independent.co.uk/news/uk/home-news/terror-attack-plots-uk-far-right-wing-extremism-threat-met-police-neil-basu-a9112046.html

[15] Karp, P. (2019, October 16). Threat from extreme rightwing terrorism in Australia has increased, Asio says. The Guardian, https://www.theguardian.com/australia-news/2019/oct/16/threat-from-extreme-rightwing-terrorism-in-australia-has-increased-asio-says

[16] Busby, M. (2018, Aug 18). UK has not ‘woken up’ to far-right threat, says ex-counter-terror chief. The Guardian, https://www.theguardian.com/uk-news/2018/aug/18/former-counter-terrorism-chief-says-uk-has-not-woken-up-to-far-right-threat

[17] Reitman, J. (2018, November 3), U.S. Law Enforcement Failed to See the Threat of White Nationalism. Now They Don’t Know How to Stop It. The New York Times, https://nyti.ms/2CXrrpm

[18] Brzozowski, A. (2019, November 20). Far-right terrorism has more than tripled over last four years, report warns. Euractiv, https://www.euractiv.com/section/justice-home-affairs/news/far-right-terrorism-has-more-than-tripled-over-last-four-years-report-warns/

[19] Criss, D. (2017, August 14), When is a crime a hate crime and when is it terrorism? CNN, https://edition.cnn.com/2017/04/19/us/hate-crime-or-terrorism-definition-trnd/index.html

[20] Ministerio del Interior.¿Qué es un delito de odio?, http://www.interior.gob.es/en/web/servicios-al-ciudadano/delitos-de-odio/que-es-un-delito-de-odio

[21] Owusu-Bempah, A. (2017) Hate Crime and the Legal Process: Options for Law Reform. London School of Economics Law, http://eprints.lse.ac.uk/85876/1/Owusu-Bempah_Hate%20crime_2017_author.pdf

[22]  Koehler, D. (2019). Violence and Terrorism from the Far- Right: Policy Options to Counter an Elusive Threat. International Centre for Counter-Terrorism.

[23] Koehler, D. (2017). Right-Wing Terrorism in the 21st Century. Routledge, Series on Fascism and the Far-Right.

[24] Koehler, D. (2016). Right-Wing Extremism and Terrorism in Europe: Current Developments and Issues for the Future. PRISM, Vol 6, No. 2, 84-105.

[25] Reitman, J. (2018, November 3), U.S. Law Enforcement Failed to See the Threat of White Nationalism. Now They Don’t Know How to Stop It. The New York Times, https://nyti.ms/2CXrrpm

[26] Asal, V., & Deloughery, K., & King, R. (2012). Close Cousins or Distance Relatives? The Relationship Between Terrorism and Hate Crime. Crime and Delinquency (October): 663-668. http://cad.sagepub.com/content/58/5/663.short

[27] Ford, R. (2018, October 17). Police record surge in hate crimes after series of terrorist attacks. The Times,  https://www.thetimes.co.uk/article/police-record-surge-in-hate-crimes-after-series-of-terrorist-attacks-7d72ws3qg

[28] Macklin, G. (2019, July). The Christchurch Attacks: Livestream Terror in the Viral Video Age. CTC, https://ctc.usma.edu/christchurch-attacks-livestream-terror-viral-video-age/