Actividad yihadista en el Magreb y el Sahel, julio 2023

Observatorio de atentados yihadistas de julio de 2023
18/08/2023
Far-right violence and terrorism – August 2023
14/09/2023

Casos de estudio Magreb y Sahel julio 2023

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Por primera vez desde el mes de abril, la actividad terrorista en África Occidental ha disminuido en términos globales. En julio, se han registrado 123 atentados en los países de estudio[1], que habrían causado la muerte de 545 civiles y militares. Esto supone un cambio positivo en la tendencia de la región, en la que se han marcado máximos de este tipo de violencia en los últimos meses. Si además se considerasen los miembros de grupos terroristas muertos durante la comisión de atentados o a lo largo del desarrollo de operaciones de seguridad, la cifra ascendería hasta 808.

 

Las claves del mes:

  • Salvo en Camerún, descenso generalizado de la actividad terrorista de carácter yihadista.
  • Golpe de Estado en Níger: el presidente Bazoum es depuesto por parte del ejército. La CEDEAO amenaza con una posible intervención militar en el país.
  • Mali: las autoridades tratan de negociar con el EIS y con el CMA.

 

 

Análisis de las regiones de estudio

A continuación, se ofrece un análisis pormenorizado de la actividad de carácter yihadista en cada una de las zonas de estudio a lo largo del mes de mayo de 2023.

 

Sahel Occidental

Tal y como es usual, Burkina Faso lidera la comparativa regional con 50 ataques terroristas en su territorio. No obstante, esta cifra es el menor valor registrado en 2023, y supone un notable descenso respecto a los dos meses anteriores, en los que se superaron los 70 atentados.

El atentado de mayor gravedad habría tenido lugar en Tagou, en Fada N’Gourma, donde 31 civiles—tres de ellos Vigilantes para la Defensa de la Patria (VDP)—habrían muerto a manos de miembros de la coalición JNIM (caso de estudio 27). Otros nueve ataques de medio impacto[2] habrían tenido lugar en el país, que habrían causado la muerte de 110 personas. Este tipo de episodios no se habrían concentrado en zonas concretas, y afectarían a la totalidad del país, tal y como se puede apreciar en el mapa.

 

 

En el caso de Mali, la tendencia también es positiva en cuanto a número de atentados registrados: los 29 del mes de julio contrastan con los valores de períodos de estudio anteriores, todos ellos alrededor de 40. Así las cosas, el país habría sufrido siete atentados de impacto medio, todos ellos en la región de Mopti y cometidos también por la coalición JNIM, grupo predominante en el país. Entre ellos, el más grave fue el cometido en la localidad de Tombona contra población de etnia dozo que conformaba una milicia civil de autodefensa. 23 de ellos fallecieron, y otros 31 resultaron heridos (caso de estudio 21).

A nivel político, las autoridades habrían iniciado diversas negociaciones: por un lado, habrían liberado a presuntos terroristas del Estado Islámico en el Sahel (EIS), con el presunto objetivo de acordar una tregua con el grupo, en el que sería el primer intento de pactar del ejecutivo liderado por el coronel Assimi Goïta, después del numeroso intercambio de presos llevado a cabo en octubre de 2020 por su antecesor, el presidente Keita. Por otro lado, el coronel Koné, director general de los servicios de inteligencia malienses, habría visitado a su vez la ciudad de Kidal, con el objetivo de relanzar el proceso de paz con la Coordinación de Movimientos del Azawad (CMA). Para ello, se habría procedido a la liberación de algunos miembros del CMA detenidos recientemente. Además, respecto a las relaciones diplomáticas del país, Estados Unidos ha impuesto sanciones a tres oficiales militares malienses por su cooperación con el Grupo Wagner para la implantación de su personal en el país africano.

Sin embargo, en esta ocasión la atención se ha centrado en Níger, donde el 26 de julio tuvo lugar un golpe de Estado contra el presidente Bazoum por parte del general Tchiani, jefe de la Guardia Presidencial que iba a ser depuesto del cargo. Tchiani habría formado, junto a otros militares, el Consejo Nacional de Salvaguarda de la Patria (CNSP) como nuevo Ejecutivo nacional. El golpe fue automáticamente condenado por los socios occidentales de Bazoum, pero también por algunos países vecinos: de hecho, la Comunidad Económica de Estados de África Occiental (CEDEAO) habría autorizado, además de las ya conocidas sanciones económicas y comerciales impuestas en otros casos como el de Mali o Burkina Faso, una posible intervención militar conjunta “para restablecer el orden en Níger”. En respuesta a esta posible operación, el espacio aéreo del país fue cerrado por el CNSP, lo que provocó el bloqueo aéreo y terrestre—este último, derivado de las sanciones regionales—.

En cuanto a actividad terrorista, continúan predominando las acciones del EIS frente a JNIM, aunque este último se encontraría detrás de dos acciones en Tillaberi (casos de estudio 42 y 76). Los siete atentados registrados en territorio nigerino serían de bajo impacto y supondrían, además, un notable descenso respecto a los 15 del mes de junio. Los dos ataques más graves, causantes ambos de seis víctimas mortales, habrían tenido lugar en la región de Tillaberi (casos de estudio 80 y 81), actualmente la más afectada por este tipo de violencia.

 

Lago Chad

Nigeria muestra la tendencia del resto de países de estudio: tras el notable repunte mostrado en el mes de junio (17), julio finaliza con ocho atentados yihadistas registrados, tres de ellos de impacto medio: dos de ellos, cometidos por miembros del Estado Islámico en África Occidental (ISWAP, por sus siglas en inglés) en las localidades de Gudumbali y Kukawa, habrían provocado la muerte de 50 civiles (casos de estudio 110 y 118, respectivamente). Por otro lado, miembros de Boko Haram habrían atacado Kawuri y asesinado a al menos 10 granjeros locales (caso de estudio 140). Además, aunque de impacto bajo, ISWAP habría ejecutado públicamente a un civil en el estado de Yobe (caso de estudio 77).

Por último, Camerún sería el único país en el que el mes de julio habría sido más violento que el anterior, con 24 atentados predominantemente perpetrados por miembros de Boko Haram. En esta ocasión, sí se tendría constancia de un incidente de impacto medio (caso de estudio 137) en la localidad de Darak, que fue atacada y saqueada por terroristas, y donde mataron a 12 de sus habitantes.

 

Magreb

En esta ocasión, no se tiene constancia de atentados u operaciones antiterroristas en los países del Magreb.

 

 

Perspectiva regional

Una posible tregua entre las autoridades malienses y el Estado Islámico en el Sahel podría permitir centrar los esfuerzos nacionales en combatir a la coalición JNIM, grupo rival y principal actor terrorista en el país, reduciendo, por tanto, la intensidad de la violencia yihadista en un momento especialmente delicado en el terreno político y diplomático: la salida de la MINUSMA, continuas acusaciones de exacciones ilegales por parte de las Fuerzas Armadas o la amenaza de la CMA de reanudar la violencia contra el gobierno. Sin embargo, este eventual pacto también podría resultar contraproducente en el medio plazo, permitiendo el rearme de los grupos con los que se lleguen a acuerdos, y descuidando la amenaza que puedan suponer, en detrimento de amenazas más urgentes, como la coalición afín a Al Qaeda.

Además, el vuelco político sufrido en Níger, que hasta hace unas semanas era el socio más robusto de los europeos en la zona, tras el distanciamiento con los nuevos gobiernos de países colindantes, desestabiliza aún más la región. Por un lado, dificulta—aún no es posible afirmar hasta qué punto—la cooperación entre el país africano y la Unión Europea, Francia o Estados Unidos, así como el normal desarrollo de las actividades comerciales o económicas. Por otro lado, las consecuencias de una posible intervención militar liderada por la CEDEAO serían muy graves, no solo para el contexto de seguridad del área, sino también económica o socialmente.

La posible la afinidad del nuevo régimen con Rusia no puede ser confirmada aún, pero sí se tienen evidencias de la celebración de reuniones entre Tchiani—que ya habría roto los acuerdos de cooperación con Francia—y autoridades de los ejecutivos maliense y burkinés. En cualquier caso, la inestabilidad del régimen, así como el sentimiento anti occidental existente también entre la sociedad nigerina, podrían ser aprovechados por Rusia para ganar en influencia allí también y, por tanto, para obtener ganancias económicas a través de la explotación de recursos naturales del país, entre los que destacan las minas de uranio.

 

[1] Los atentados registrados en el presente Observatorio son aquellos de los que se deriva al menos una muerte, ya se trate de civiles, personal de seguridad o miembros de grupos terroristas.

[2] Se consideran atentados de bajo impacto aquellos que causan menos de 10 víctimas mortales; medio impacto, entre 10 y 29 muertes; alto impacto, 30 o más víctimas.