Terrorismo y violencia de extrema derecha en 2017

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1.Metodología 

Este observatorio pretende reflejar el nivel de intensidad de la actividad violenta asociada a la extrema derecha en países occidentales, entendida según los parámetros que aparecen a continuación:

  • “Actividad violenta” se refiere a toda violencia física contra personas, incluyendo
    • atentados terroristas o tentativas frustradas de atentado,
    • agresiones físicas con lesiones o tentativas frustradas de agresión,
    • amenazas de muerte,
    • violencia e instigación a terceros a cometer actos violentos.

Esta definición no incluye:

  • delitos de daños contra infraestructuras (grafitis, aparición de banderas o pegatinas asociadas a movimientos de extrema derecha);
  • incidentes de violencia no física contra personas (insultos, abuso verbal);
  • incidentes relacionados con la extrema derecha en los que no exista riesgo concreto e inmediato de violencia (membresía de grupos terroristas, publicaciones en internet).
  • “Asociada a la extrema derecha” se refiere a aquella actividad que está ligada claramente a una ideología de extrema derecha, identificada a través de:
    • membresía de organizaciones extremistas o terroristas, o
    • reivindicación del ataque como inspirado por dicha ideología, o
    • vínculos directos o indirectos con organizaciones o individuos que representen dicha ideología;
    • admiración de regímenes fascistas, incluidas menciones a Hitler o el Holocausto.

Esta definición no incluye:

  • delitos de odio que no incluyan una referencia clara a una ideología de extrema derecha, pese a que estén motivados por prejuicio.

Este observatorio recoge tanto actos de violencia que ocurran a lo largo del año como detenciones por tentativas de atentados o incitación a la violencia.

 

2.Análisis

En el año 2017 se produjeron nueve ataques considerados como terrorismo de extrema derecha, localizándose cuatro en Estados Unidos, dos en Suecia y uno en Canadá, Francia e Inglaterra. Asimismo, aquel año se registraron cinco ataques terroristas frustrados, todos ellos en el Reino Unido. El número de personas detenidas fue de veinte, quince de ellas en Francia, duplicándose esta cifra en relación con años anteriores (11 en 2015 y 12 en el 2016). 16 de los individuos fueron arrestados por preparar un ataque, tres por haberlo cometido y uno por incitar al terrorismo.

Es relevante mencionar que hubo un aumento considerable de ataques de extrema derecha en Estados Unidos, país que previamente tenía un promedio de 11 ataques por año entre 2012 y 2016. En 2017, la cifra se elevó hasta 31. En cuanto a su evolución en Europa, en marzo del aquel año, el comisario de Seguridad de la UE destacó la amenaza creciente de la extrema derecha en los países europeos. Además, hizo hincapié en que no había ningún Estado miembro que no se viese afectado por este fenómeno, y finalizó afirmando que estos incidentes tendían a recibir menos cobertura mediática en comparación con el terrorismo yihadista.

Durante el año estudiado hubo un aumento considerable de la actividad de grupos extremistas, particularmente aquellos afines al movimiento identitario. Asimismo, un factor relevante en la expansión de la escena extremista en el 2017 fue el supuesto temor a una islamización del mundo occidental y el hipotético establecimiento de la ley islámica o sharia.

En este sentido, tanto el movimiento identitario en Europa como el ala moderada de la extrema derecha en los Estados Unidos (alt-right) prefieren argumentar sobre el origen étnico en lugar de la raza, dado que algunos grupos actúan dentro del marco democrático y prefieren el discurso étnico en lugar del racista, por lo tanto, se distancian de la extrema derecha, sin embargo, no la totalidad de los grupos eligen esta opción (Bjørgo y Ravndal, 2019). Algunos de ellos consideran que los grupos étnicos tienen derecho a la autoconservación, y aunque ven la diversidad como valiosa, creen que es mejor que no se produzca una relación directa con el fin de preservar sus normas, valores, culturas y características, conociéndose este fenómeno como “etno-pluralismo”, algo que es visto como una nueva versión del “apartheid” (Bjørgo & Ravndal, 2019). El movimiento identitario ve esta mezcolanza y la asimilación como negativas y amenazantes, mientras que en Europa se caracteriza por el distanciamiento de muchos valores liberales y promueve puntos de vista conservadores, principalmente sobre los roles de género y los derechos de los homosexuales (Bjørgo y Ravndal, 2019), oponiéndose fuertemente a la inmigración.

Una característica relevante del movimiento identitario es la creencia central en “El Gran Reemplazo”, tratada en términos académicos como una teoría de la conspiración. Dicha creencia afirma que las élites liberales globales están reemplazando a las poblaciones nativas en un “genocidio por sustitución” y, para evitar este “gran reemplazo” de los europeos étnicos, es necesario que las personas de diferentes etnias regresen a su tierra natal. En este sentido, la amenaza reside aquí en la metodología de este plan, ya que es poco probable y viable que este no sea realizado por medios coercitivos (Bjørgo y Ravndal, 2019). Esta retórica ha sido adoptada por todos los grupos de la extrema derecha, y es importante recordar que esta fue la principal motivación de los terroristas de Christchurch y de El Paso, como expusieron y plasmaron en sus manifiestos.

Un elemento relevante de la escena de la extrema derecha es que se caracteriza por estar fragmentada y manifestada en una variedad de formas, existiendo muchos grupos pequeños extremistas que no están relacionados con el resto. Dichos grupos adoptan una variedad de ideologías, por ejemplo, existen grupos antisistema, anti-inmigrantes o neonazis, entre otros. Sin embargo, una característica interesante de la mayoría de las actividades llevadas a cabo por estos grupos extremistas es que son legales, con esto se refiere a que las reuniones privadas y eventos musicales no tienen un carácter proscrito. No obstante, esto no significa que los grupos no puedan ser ilegalizados y por ende los eventos. Por ejemplo, en el 2017, en Reino Unido los grupos Scottish Dawn y NS131 fueron proscritos al ser reconocidos como nombres alternativos para el previamente ya ilegalizado Acción Nacional.

El evento más trascendente de este año fue el “Unite the Right rally” en Charlottesville, celebrado el 11 y 12 de agosto del 2017. En él se reunieron miembros de grupos de extrema derecha entre ellos neo-fascistas, neo-nazis, alt-right, supremacistas blancos y varias milicias. Los participantes marchaban inicialmente en protesta al traslado de una estatua de Robert E. Lee, sin embargo, la manifestación también tuvo la intención de unificar el movimiento supremacista blanco en Estados Unidos. La asamblea fue declarada ilegal por el gobernador de Virginia, quien decretó el Estado de emergencia, tras adquirir esta reunión tintes violentos.

Por otro lado, es preciso destacar que en 2017, en Reino Unido miembros del grupo Acción Nacional estaban preparando a sus miembros para una guerra racial, estando en posesión de armas que empleaban en campos de entrenamiento propios. Una vez proscrito el grupo, sus integrantes intentaron unirse al ejército o trataron de establecer vínculos con el personal militar para así recibir entrenamiento (Europol, 2018). Esta característica es muy relevante en el terrorismo de extrema derecha pues se replica en otros países, particularmente en Alemania y Estados Unidos, donde se han documentado incidentes similares.

En cuanto a los atentados terroristas cometidos en 2017, en el que más víctimas se dieron fue en el ocurrido en Quebec, Canadá, el 29 de enero, cuando un individuo armado se adentró en una mezquita poco antes del final de la oración, acabando con la vida de seis personas e hiriendo a otras 19. Lo relevante es que lo ocurrido no fue juzgado como un incidente terrorista pese a ser condenado así por el primer ministro Trudeau, lo cual resalta la necesidad de aplicar nuevas medidas legislativas para lidiar con el terrorismo de extrema derecha. El autor del ataque fue condenado a cadena perpetua.

Por otro lado, los ataques terroristas en el 2017 tuvieron algo en común: el uso de vehículos como modus operandi con la intención de atropellar a personas. De los nueve ataques terroristas, cuatro usaron un vehículo, siendo los más relevantes el cometido en Charlottesville en Estados Unidos y otro ocurrido en Londres.

En el incidente de Charlottesville, ocurrido el 12 de agosto, el autor de la acción embistió con un automóvil a protestantes que se manifestaban frente a la reunión de supremacistas blancos “Unite the Right”. En este ataque hubo una víctima y 28 heridos. El atacante tenía solo 20 años. Es relevante mencionar que el perpetrador había intentado unirse a las fuerzas armadas en el 2015, pero fue dado de baja por no cumplir con los estándares de capacitación. Después del ataque, el presidente Trump declaró que había culpa en ambos lados, y describió la congregación de supremacistas blancos y neonazis como “gente muy buena“. El otro incidente similar, dado en Londres, tuvo lugar el 19 de junio cuando un individuo se estrelló con un vehículo en un centro comunitario musulmán, asesinando a una persona e hiriendo a once. El perpetrador dijo que el ataque era en respuesta al atentado terrorista de carácter yihadista del puente de Londres en junio de ese mismo año.

Siguiendo con los ataques acaecidos en 2017, se volvieron a repetir los incendios en mezquitas y sinagogas ocurridos ya años atrás, como muestran los dos incidentes reportados: uno en Texas y el otro en la ciudad sueca de Gotemburgo, sin que hubiese que lamentar víctimas mortales.

Los dos últimos ataques que todavía no se han comentado se produjeron en Estados Unidos. En el primero, un individuo hirió con un machete a dos personas que se identificaban como demócratas en Kentucky, mientras que, en el segundo, un joven entró a un instituto y asesinó a dos alumnos antes de suicidarse. El autor de la acción se autodenominaba Incel y supremacista blanco.

A modo de conclusión, el año 2017 se vio caracterizado por el aumento de la escena extremista en Occidente y de las muestras de estos grupos, siendo la reunión “Unite de Right” la más relevante. Estas demostraciones abiertamente xenófobas y supremacistas mostraron el empoderamiento de la extrema derecha al expresar sus sentimientos sin que hubiese consecuencias penales. Asimismo, el uso de vehículos como medio para cometer atentados fue algo característico aquel año. Lo más relevante de todo ello es que este clima creado obligó a que a partir de 2017 la violencia de extrema derecha en EEUU empezase a ser tomada como una amenaza para la seguridad nacional.

 

3.Base de datos

Fecha Lugar Tipo de ataque Victimas Objetivo Enlace
1 28 de enero Texas (EE.UU.) Incendio 0 Centro Islámico GTB
2 29 de enero Quebec (Canadá) Tiroteo 6 muertos, 19 heridos Mezquita CNN
3 28 de abril Lexington (EE.UU.) Apuñalamiento 2 heridos Demócratas FOX
4 10 de junio Malmo

(Suecia)

Atropello 0 Agencia de Migración GTB
5 19 de junio Londres

(Reino Unido)

Atropello 1 muerto, 11 heridos Centro Islámico BBC
6 29 de junio Creteil

(Francia)

Atropello 0 Mezquita GTB
7 12 de agosto Charlottesville (EE.UU) Atropello 1 muerto, 28 heridos Contra-protestantes New York Times
8 07 de diciembre Nuevo México (EE.UU.) Tiroteo 2 muertos Estudiantes GTB
9 09 de diciembre Gotemburgo (Suecia) Incendio 0 Sinagoga GTB

 

4. Bibliografia

Bjørgo, T., & Ravndal, J. A. (2019). Extreme-Right Violence and Terrorism: Concepts, Patterns, and Responses. The Hague: International Centre for Counter-Terrorism.

Europol. (2018). TE-SAT 2017 EU TERRORISM SITUATION AND TREND REPORT. European Police Office.