Noticia 13/2021
Según la prensa israelí, un miembro de la cúpula de la franquicia de Daesh en la Península del Sinaí, Salim Salma Said Mahmoud al-Hamadin, habría sido abatido por parte de fuerzas locales beduinas y egipcias en el marco de las operaciones contra Daesh cerca de la frontera con Israel.
La muerte de uno de los líderes veteranos más visibles de Wilayat Sina contribuye al debilitamiento de los líderes regionales de Daesh a lo largo de la geografía africana y asiática, al ser al-Hamadin un sólido referente del auge de Daesh en la región del Norte de la Península del Sinaí y responsable de decenas de asesinatos de civiles y militares.
El grupo islamista, originariamente conocido como Ansar Beit al Maqdis, pasó a denominarse Wilayat Sina después de jurar lealtad al autoproclamado Estado Islámico en 2014. Desde entonces, la organización ha llevado a cabo un progresivo desplazamiento hacia la zona noreste de la Península, lo cual ha obligado en numerosas ocasiones a desplegar operaciones conjuntas entre Egipto y la vecina Israel. Fueron responsables del bombardeo que abatió en 2015 el vuelo del avión ruso 9268, donde las más de 200 personas que viajaban a bordo, entre pasajeros y tripulación, perdieron la vida.
Uno de los puntos de inflexión en el historial de ataques de la organización, aunque jamás fue reivindicado, lo protagonizó el ataque a la mezquita de Bir al-Abed de 2017, donde más de 300 personas perdieron la vida y otros cientos resultaron heridos a consecuencia de la explosión. Se atribuyó el ataque a este grupo por mantener un modus operandi similar además de tener una fuerte presencia en esta área.
Entre los ataques más recientes que sí han sido reivindicados se encuentran el ocurrido en el año 2018, donde combatientes de Wilayat Sina camuflados con uniformes similares a los de las fuerzas egipcias atacaron una base militar y acabaron con la vida de más de 20 soldados. También fue relevante el ataque a un puesto de control cerca de la ciudad de El Arish en 2019, donde al menos ocho militares perdieron la vida en un intento de reactivar la actividad terrorista del grupo recientemente deteriorada.
Desde el atentado contra la mezquita de Bir al-Abed en 2017, las campañas antiterroristas egipcias han sido intensificadas para prevenir la expansión del grupo a lo largo del triángulo del Sinaí, contando con el apoyo israelí para tratar de contener su avance en operaciones militares conjuntas. A raíz de este despliegue militar, el grupo ha visto disminuir intensamente su potencial durante los últimos años.
Sin embargo, la pérdida de territorio controlado por Daesh en Siria e Irak ha provocado que se intensifique la actividad en la Península del Sinaí, un enclave que sirve como puente entre Asia y África y que conecta por el oeste con el Canal de Suez, una de las principales rutas de paso marítimas a nivel mundial. Si bien es cierto que Wilayat Sina ha perdido durante los tres últimos años parte de su capacidad, la reactivación o consolidación de la franquicia de Daesh como bastión en la región norteña del Sinaí tendría severas implicaciones a nivel regional, pues podría provocar una desestabilización tanto en Egipto e Israel como en los países vecinos, suponiendo así un desafío directo para las regiones del Magreb, la Península Arábiga y los países del Cuerno de África.