El número de atentados terroristas en el Magreb, 47 veces mayor cuatro años después de iniciarse las revueltas antigubernamentales en Túnez y Libia, es improbable que su frecuencia actual se reduzca a corto plazo. Su principal escenario ya no es Argelia sino Libia. Se trata sobre todo de actos de terrorismo perpetrados por organizaciones yihadistas relacionadas con al-Qaeda así como, desde 2014, seguidores del denominado Estado Islámico (EI). Sus modalidades son típicas del terrorismo y sus blancos son tanto gubernamentales como civiles. En conjunto se trata de un fenómeno terrorista de alta y creciente frecuencia pero baja letalidad relativa, si bien todos los años se han registrado atentados con numerosas víctimas mortales. En 2011 los atentados ocurridos en los países del Magreb suponían el 0,33% de los ocurridos en todo el mundo; en 2014, el 4,7% de los mismos.