Actividad yihadista en el Magreb y África Occidental, agosto 2025

Observatorio de atentados yihadistas – Septiembre 2025
08/10/2025


 Casos de estudio Magreb y Sahel agosto 2025

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África Occidental alivia sus índices de violencia terrorista en el mes de agosto. Los datos registran 90 acciones, con aproximadamente 339 fallecidos. Los ataques se concentraron en la región del Sahel e incluyeron emboscadas, explosiones de IED, enfrentamientos armados y ejecuciones selectivas. Los civiles como objetivo fueron prevalentes en el 55% de los casos.          

 

Las claves del mes:

  • La presión recae con mayor peso en Burkina Faso y Mali, donde quedan registradas emboscadas contra militares y enclaves de milicias locales.
  • JNIM acapara más del 60% de las operaciones, priorizando golpes contra fuerzas militares y auxiliares en Burkina Faso, Mali y Níger. Las ramas de Estado Islámico (EIS e ISWAP) prevalecen en Níger, Nigeria y Camerún, especialmente en acciones contra la población y milicias pro-gubernamentales.
  • Las operaciones de las fuerzas y cuerpos de seguridad regionales dejan un balance de aproximadamente 150 militantes abatidos.

 

Análisis de las regiones de estudio

A continuación, se ofrece un análisis de la actividad de carácter yihadista en cada una de las zonas de estudio a lo largo del mes de agosto de 2025.

 

Sahel Occidental

Burkina Faso vuelve a encabezar las dinámicas de violencia en el área de Liptako-Gourma con 28 acciones registradas, protagonizadas en su mayoría por JNIM. Estas ofensivas han tenido como objetivo fuerzas estatales, voluntarios de defensa (VDP) y residentes locales, dejando un balance de más de 160 víctimas mortales. En esta ocasión, únicamente tres de las acciones registradas tuvieron como objetivo a víctimas civiles.

Entre las acciones más significativas destaca la ocurrida el 11 de agosto, cuando elementos de JNIM irrumpieron en un bastión del ejército burkinés y VDP en Youba (Yatenga, Nord). El balance final incluyó entre 20 y 30 bajas entre tropas y voluntarios, la detención de un VDP de etnia fulani, y la captura de armamento por parte de los terroristas (caso de estudio #31).

Días más tarde, el 18 de agosto, JNIM se atribuyó una emboscada contra un convoy del ejército y VDP en los alrededores de Titao (Loroum, Nord). En su comunicado, el grupo detalló el asesinato de cinco efectivos, la captura de varias armas, entre ellas un RPG, y fusiles AK, así como varias motos (caso de estudio #58).

Más allá de las agresiones a autoridades y residentes, los ataques contra milicias de autoprotección han continuado su tendencia al alza. El 17 de agosto, efectivos de EIS asaltaron a VDP en Debere-Doumam (Oudalan, Sahel), liquidando a siete de ellos y dejando dos en paradero desconocido (caso de estudio #55). Poco después, el 25 de agosto, EIS tendió una trampa a un grupo de VDP entre Markoye y Tokabangou (Oudalan), dejando al menos 15 víctimas, requisando tres motos y prendiendo fuego a otras 20 (caso de estudio #78).

También es destacable la continuación de la ofensiva bélica entre grupos terroristas. Los enfrentamientos han seguido la estela del mes de julio por el control de las rutas de suministro en el noreste de Burkina Faso. El 5 de agosto, EIS atacó una posición de militantes de JNIM cerca de la localidad de Titabe (Yagha, Sahel), acabando con 16 de ellos, y el 13 de agosto tuvo lugar una acción similar en la aldea de Nakou (Seno, Sahel). Estado Islámico informó de la muerte de un militante de JNIM y, como en la anterior ocasión, incautó varios fusiles y motos. EIS confirma así su presencia al sur del eje Dori–Téra (Níger), que antes marcaba la línea divisoria de influencia con JNIM.

Finalmente, a destacar el incidente del 20 de agosto, cuando alrededor de 600 militantes de JNIM atacaron el destacamento militar en Foutouri (Komandjari, Este). El ataque fue repelido y un dron equipado con explosivos improvisados (IED) fue derribado. El ejército burkinés declaró que aproximadamente 100 de los militantes que participaron en la operación fueron abatidos.

En Mali se han registrado 22 ataques en el mes de agosto, todos salvo uno (atribuido a EIS) orquestados por JNIM. Más de 60 personas fallecieron a consecuencia de estos ataques, en su mayoría soldados y fuerzas auxiliares.

Una de las acciones más relevantes ocurrió el 19 de agosto, cuando JNIM asedió un enclave del ejército maliense y milicia Dozo en Farabougou (Dogofry, Niono, Ségou), además de acciones simultáneas en Tidoul (Tidel), en el círculo de Djenné, y en Mambala (región de Ségou). Los insurgentes tomaron el lugar, capturaron al personal militar y secuestraron a varios varones locales, además de saquear numerosas viviendas (caso de estudio #66). Las FAMa corroboraron el ataque, aunque omitieron cifras de daños. JNIM declaró haber causado 21 bajas militares en conjunto con el ataque de Tidoul (próximo a Dogofri), sumando un botín de varios vehículos capturados, dos secuestrados y una cantidad considerable de armas y munición. Algunas fuentes estiman que el total de víctimas – entre soldados, miembros del Africa Corps y civiles – son más de 50. Este ataque ocurre en un momento de inestabilidad interna en el seno de las FAMa, tras recientes detenciones dentro del ejército maliense. No está claro si el grupo aprovechó esa coyuntura o si las operaciones estaban planificadas con antelación.

A destacar también el repunte de ofensivas de JNIM en el sur maliense, como el intento de toma de una mina de litio en Sogola (Bougouni, Sikasso) el 22 de agosto, frustrado por las tropas pero con un vigilante privado fallecido (caso de estudio #73).

Otro ataque destacable ocurrió el 7 de agosto, momento en el que militantes de JNIM asaltaron la fábrica de azúcar Sukala en la localidad de Mbewani (Niono, Ségou). El ataque, coordinado para asaltar conjuntamente varios objetivos estratégicos (el puesto de gendarmería, el campamento administrativo de Sukala, la fábrica azucarera Sukala S.A. y el campamento de trabajadores) provocó la destrucción de varios vehículos y daños materiales sustanciales (caso de estudio #18). La fábrica pertenece en un 60% a inversores chinos y en un 40% al gobierno maliense. Dos civiles perdieron la vida – entre ellos un empleado municipal y un trabajador del transporte – y dos agentes de policía resultaron heridos. Seis trabajadores chinos fueron secuestrados, dos vehículos todoterreno capturados, y varias motos, camiones y vehículos fueron incendiados. Los militantes también incendiaron la sucursal del Banco de Desarrollo de Mali en la localidad.

JNIM ha intensificado sus operaciones contra instalaciones industriales extranjeras, especialmente chinas, tras emitir amenazas públicas exigiendo el cese de actividades económicas extranjeras en zonas específicas del centro y norte del país. La planta Sukala S.A. es uno de los principales centros económicos de la región, con unos 750 empleados fijos y más de 10.000 temporales. Tras el ataque a Sukala S.A., militantes de la katiba Macina atacaron también las fábricas Seripala y Mbewani, situadas entre Markala y Niono (Ségou).

Finalmente, y ante la expansión del terrorismo hacia su territorio, el gobierno de Mauritania ha intensificado su defensa al este del país para vigilar la situación en la región de Kayes, en particular, y Mali en general.

 

 

Níger registra 10 acciones, la mitad de ellas perpetradas por EIS y más de la mitad con civiles como objetivo de ataque.

Una de las acciones a destacar tuvo lugar el 11 de agosto, cuando elementos de Boko Haram detonaron un IED contra un vehículo militar y otro de pescadores en Barwa (Bosso, Diffa), dejando como balance un total de cinco víctimas civiles y cuatro militares (caso de estudio #33). Otro episodio ocurrió el 23 de agosto, con EIS irrumpiendo en un transporte público en Namari Goungou (Tillaberi), ejecutando a los varones a bordo y secuestrando a las mujeres (caso de estudio #75). Sin embargo, la acción más letal ocurrió el 14 de agosto, en un modus operandi similar al incidente anteriormente mencionado, en esta ocasión contra un vehículo que transportaba bienes y pasajeros provenientes de Mehana a cinco kilómetros de Komabangou. El ataque dejó 19 civiles asesinados, sobre todo mineros, y el conductor del vehículo (caso de estudio #46).

 

Lago Chad

Nigeria registra 10 acciones, todas ellas en el noreste (Borno), lo cual alivia ligeramente tanto sus dinámicas de violencia como sus índices de letalidad.

Dos acciones merecen atención especial. La primera, un ataque el 30 de agosto en Ngoshe (Gwoza, Borno), en la que cinco granjeros fueron asesinados en sus parcelas (caso de estudio #86). La segunda, una emboscada el 18 de agosto en Dalori (Konduga, Borno), que dejó cuatro bajas entre las fuerzas de seguridad (un miliciano del CJTF, un cazador, un soldado y un agente de policía) en misión de escolta agrícola, además de varias personas secuestradas (caso de estudio #57).

Otro acontecimiento de especial relevancia para esta análisis es la confirmación oficial, por parte del Ministerio de Defensa, de la muerte de Ibrahim Bakoura, alias Abu Umayma, considerado por algunas fuentes el principal líder de Boko Haram. Fue abatido durante un bombardeo aéreo conjunto nigerino-nigeriano en la zona de Tumbun Allura, entre Níger y Nigeria, el 15 de agosto. Bakoura era considerado uno de los líderes más influyentes de Boko Haram tras la muerte de Abubakar Shekau en 2021. Era responsable de la coordinación entre las células de Diffa (Níger) y Baga (Nigeria), y supervisaba el tráfico de armas y combustible a través del lago Chad. Su eliminación supone un duro golpe operativo para Boko Haram, aunque no garantiza el fin de la amenaza. Fuentes locales afirman que Abu Khalid al-Najdi, su segundo al mando, habría asumido la dirección interina del grupo en la región.

Mientras que la situación en Nigeria mejora relativamente, lo contrario ocurre en el caso de Camerún. El país registró 18 atentados, la mayoría a cargo de Boko Haram, dejando un balance de aproximadamente 25 víctimas mortales. El foco se mantiene en la región de Extremo Norte, incluyendo ataques con explosivos, asaltos y tiroteos. Destaca especialmente la emboscada del 11 de agosto en un puesto militar en Kerawa (Kolofata, Mayo-Sava), que se saldó con la muerte de dos oficiales (caso de estudio #35), y el enfrentamiento entre militantes de Boko Haram y fuerzas militares – con el apoyo de milicias comunales locales – en Djibrili (Mayo-Moskota, Mayo-Tsanaga). Los terroristas asesinaron a tres civiles y dos oficiales antes de retirarse (caso de estudio #51).

Los países del Golfo de Guinea, así como Chad, se han mantenido ausentes de violencia terrorista en sus respectivos territorios. A principios de mes (entre el 31 de julio y el 3 de agosto), Benín mantuvo su ofensiva contra elementos de JNIM alrededor del Parque Nacional de Pendjari (Tanguieta, región de Atacora), confiscándose varios rifles AKM. Tres militantes fueron abatidos en el transcurso de estas operaciones.

 

 

Norte de África

El norte de África mantuvo la ausencia de ataques terroristas durante el mes de agosto, en línea con la tendencia observada a lo largo del año.

 

Perspectiva regional

El mes de agosto consolidó los esfuerzos de la Alianza de Estados del Sahel (AES) por afirmar su soberanía frente a presiones externas, con ciertos avances en integración política y de seguridad que, por el contrario, han profundizado divisiones regionales. Los ministros de Finanzas y Economía de la AES acordaron acelerar el lanzamiento del Banco Confederal de Inversión y Desarrollo (BCID-AES), una nueva institución financiera regional diseñada para fortalecer la soberanía económica y reducir la dependencia de donantes externos, en el marco de su salida de la CEDEAO. Esta decisión, tomada durante una reunión en Niamey, incluye el consenso para liberar el capital inicial necesario para operacionalizar el banco, que se posicionará como eje central en la financiación de proyectos de infraestructura y desarrollo en el bloque. El ministro maliense de Finanzas, Alousséni Sanou, afirmaba que el BCID-AES trasciende una mera entidad financiera al ser “un instrumento genuino de soberanía económica” para una transformación a largo plazo, alentando a la ciudadanía a respaldarlo.

Tras suspender parte de su ayuda al desarrollo y cooperación militar tras los golpes de Estado entre 2020 y 2023, Estados Unidos ha buscado recientemente un acercamiento a la región a través de altos funcionarios, como la del director adjunto de lucha antiterrorista Rudolph Atallah, quien ofreció desde Mali “la solución americana” contra el terrorismo, y la del subsecretario William B. Stevens, quien en Bámako, tras giras por Uagadugú y Niamey, promovió la “lucha antiterrorista” junto a posibles “inversiones privadas estadounidenses”. El ministro maliense de Asuntos Exteriores, Abdoulaye Diop, subrayó una “convergencia de vistas” y la necesidad de “mirar la inversión y las potencialidades de nuestros países”, alineándose con ofertas estadounidenses para eliminar líderes terroristas – vinculados a JNIM y Estado Islámico – a cambio de un posible acceso empresarial a estos recursos.

En el ámbito de defensa, cabe mencionar la recepción, a inicios de agosto, de un primer lote chino de 36 vehículos blindados antiminas Norinco CS/VP14, como parte de un pedido mayor de 160 unidades, por parte de las FAMa, con el objetivo de reforzar las capacidades ofensivas y defensivas del ejército, especialmente en las zonas afectadas por la inseguridad en el centro y norte del país. En el caso burkinés, se confirmó la recepción de sus primeros vehículos blindados antiminas Norinco CS/VP14 en enero de 2025, como parte de un pedido destinado a reforzar la protección de las tropas frente a la amenaza creciente de IED, cada vez más comunes en distintas regiones del país. A pesar de ello, incluso estos vehículos modernos han demostrado ser vulnerables ante las nuevas tácticas empleadas por los grupos terroristas. Ejemplo de ello tuvo lugar a principios de mes, cuando una caravana militar del área operativa BIR11 fue atacada con un IED en la carretera Kompienga–Pama por parte de JNIM, destruyendo uno de estos blindados (caso de estudio #15). Días antes, residentes locales habían advertido sobre la presencia de IED camuflados en agujeros cubiertos con cemento, táctica ya empleada en otras zonas del Sahel, pero estos avisos fueron ignorados. El riesgo de ataques con IED sigue siendo muy elevado en la zona.

En paralelo, JNIM demostró una expansión estratégica hacia el sur y oeste de Mali y Burkina Faso, acercándose a las fronteras de Mauritania y Senegal y ganando control territorial mediante incautaciones masivas de equipo militar, como quedó evidenciado con su asalto al campamento de Farabougou el 19 de agosto, que dejó al menos 21 bajas estatales y simbolizó su capacidad de dominio en el Sahel Occidental. Las rivalidades con EI-Sahel escalaron sustancialmente, produciéndose choques directos que causaron decenas de bajas mutuas y represalias contra civiles por supuestas lealtades divididas. Mientras, los de EI-Sahel mantienen operaciones asimétricas en Níger y Nigeria, incluyendo emboscadas en Tillaberi que aumentan amenazas logísticas hacia el sur por el tráfico de armas sahelianas. EIS muestra signos de reactivación, sobre todo en las áreas fronterizas entre Níger y Nigeria y en el eje Mali – Níger – Burkina Faso. Mantiene una presencia localizada (Ménaka y Tillabéri), y busca ampliar su influencia apoyándose en alianzas tácticas con facciones locales y redes criminales. También ha aumentado las operaciones de secuestro – a menudo mediante intermediarios criminales – para financiar sus actividades. Se confirma un posible aumento de su capacidad operativa en la zona de triple frontera (Burkina Faso – Mali – Níger).

Económicamente, la violencia terrorista agravó ejes viales clave e infraestructuras, como la irrupción en la mina de litio de Bougouni (Sikasso) el 22 de agosto, que no solo se cobró una vida sino que también perjudicó a la subsidiaria Kodal Minerals y a la inversión maliense, que posee más de un tercio de participación en el proyecto. En Burkina Faso, EIS lanzó ataques simultáneos el 17 de agosto contra fuerzas de defensa y seguridad y VDP en Gorom-Gorom, Kourizéna y Djebiri (Oudalan), causando la muerte a al menos siete de estos últimos (caso de estudio #55). Los atentados se produjeron a unos 11 kilómetros de la mina de oro Essakane, operada por la empresa canadiense IAMGOLD.