Anuario completo del Terrorismo Yihadista 2017
Resumen ejecutivo del Anuario del Terrorismo Yihadista 2017
El Observatorio Internacional de Estudios sobre Terrorismo (OIET) ha presentado hoy su Anuario del Terrorismo Yihadista 2017, una publicación que recopila datos en torno al fenómeno yihadista relativos a 2017, entre ellos los atentados cometidos, en la actividad desarrollada en el Magreb y el Sahel, en la lucha policial antiyihadista y en las víctimas del terrorismo. De acuerdo con esta investigación, en 2017 se han registrado al menos 1.459 ataques terroristas yihadistas que han dejado un saldo de 13.632 víctimas mortales. Esto implica que 42 de los 191 países del mundo –el 21%– han sido escenario de al menos un atentado yihadista. El 55,2% de las víctimas mortales del terrorismo yihadista sufrieron atentados en países del Medio Oriente y el Norte de África (MENA), mientras Europa Occidental registró el 0,4% de los fallecidos. La presentación del Anuario –acompañado de un Resumen ejecutivo del Anuario del Terrorismo Yihadista 2017– del OIET, entidad que depende de COVITE, ha contado con la intervención de su presidenta Consuelo Ordóñez, del experto en terrorismo yihadista Luis de la Corte, del analista Carlos Igualada y de la directora del OIET, María Jiménez.
Los cinco países más afectados
Irak, Afganistán, Nigeria, Somalia y Siria han sido los cinco países más afectados por el terrorismo yihadista durante el año 2017. El 77,6% de las víctimas mortales del yihadismo –10.583 de un total de 13.632– se concentran en estos cinco países. Es decir, dos de cada tres víctimas del terrorismo fallecieron en los cinco países más afectados por el fenómeno terrorista. Irak es el país que más pérdidas humanas ha tenido como consecuencia de este fenómeno, siendo al menos 5.335 las personas que han perecido. Esto supone que el 39% de las víctimas del terrorismo islamista a nivel mundial se han producido en un solo país.
Los atentados con más víctimas
En los once atentados terroristas con más víctimas de 2017 fallecieron al menos 1.977 personas, lo que supone el 14,5% de las víctimas de todo el año. Seis de los ataques acumulan un saldo de más de un centenar de muertos, cifra que se multiplica por cinco en el atentado más sangriento, perpetrado en Somalia en octubre de 2017, y por tres en el segundo de la lista, ocurrido en la Península del Sinaí en noviembre. Los países que componen la lista de los atentados terroristas con más víctimas de 2017 son Somalia, Egipto, Afganistán, Irak, Siria y Pakistán.
Dáesh, el grupo terrorista más letal
Dáesh es el grupo terrorista causante del mayor número de atentados y del mayor número de víctimas. El autodenominado Estado Islámico ha asesinado a más de la mitad de las víctimas globales del terrorismo yihadista –7.024, lo que supone un 51,5% del total de víctimas a nivel mundial–, seguido por los talibanes –responsables de 2.718 muertes, casi el 20%– y de Boko Haram –1. 093 víctimas mortales, un 8% del total–.
Mali y el lago Chad, principales focos del terrorismo yihadista en el Sahel
La mayor amenaza yihadista de la región del Magreb y el Sahel procede de Mali, ya que en el mes de marzo de 2017 surgió una nueva organización terrorista como resultado de la agrupación de distintas entidades yihadistas que operaban en este territorio: Jama’at Nasr al Islam wal Muslimin (JNIM). Actúa bajo la delidad y amparo de al Qaida. En cuanto a las inmediaciones del lago Chad, son varios los países que han visto aumentada la presencia del salafismo yihadista por la influencia que ha ejercido Boko Haram, repitiéndose asiduamente las acciones cometidas en los territorios fronterizos de Níger, Camerún y el propio Chad.
51 operaciones policiales antiyihadistas en España y 84 detenidos
La de 2017 es la segunda cifra de detenciones más elevada de toda la década, encabezada por los 102 arrestados de 2015 y seguida de los 76 de 2016. Cataluña es el principal foco de la lucha contra el terrorismo yihadista en España: allí se han desarrollado 14 operaciones policiales que se han saldado con 29 presuntos terroristas detenidos y seis abatidos.
Por ciudades, los operativos policiales se han concentrado en Madrid –12 operaciones, 16 detenidos–; Barcelona –8 operaciones, 22 detenidos–; y Melilla –5 operaciones, 7 detenidos–. No obstante, ha habido detenidos hasta en 21 ciudades españolas, a los que hay que sumar cinco detenidos en el extranjero –dos en Marruecos y uno en Bélgica, Reino Unido y Alemania, respectivamente–.
De la cifra total de 84 detenidos, 78 son hombres y 6 son mujeres. De los 78 hombres detenidos, el de mayor edad es un individuo de 52 años y el más joven, un menor de edad de 15 años. En cuanto a las seis mujeres detenidas, la de mayor edad es una de 38 años y la menor, una joven de 27 años.
El 57% de los detenidos en operaciones antiyihadistas en España son de nacionalidad marroquí. Se trata de 46 hombres y una mujer. El 28% son españoles –19 hombres y 4 mujeres–.
Prospectiva 2018
De acuerdo con el análisis realizado en el Anuario, el terrorismo va a perdurar, al menos durante varias décadas, dado que nos enfrentamos a un movimiento global, no a un grupo, a pesar de la influencia que pueda tener el liderazgo de Dáesh o de al Qaida, y los movimientos que en su seno se puedan producir próximamente. No se puede descartar que aparezcan en el horizonte nuevas ideologías, nuevas reivindicaciones y grupos, nuevos agravios, que movilicen a individuos hacia la violencia. Debido a la pérdida territorial y a la derrota militar que ha sufrido Dáesh durante el año 217, se podría apuntar a que, de nuevo, fuese al Qaida el grupo terrorista que liderase el yihadismo global, situación que se a afianzaría en la medida en que Hamza Bin Laden avance en la línea jerárquica hacia el liderazgo del grupo.
Para frenar el terrorismo yihadista es preciso actuar contra él desde todos los niveles, afrontando sus dimensiones macro, grupal e individual. Y para ello hace falta la confluencia, en este fin común, de toda la sociedad unida, especialmente a la hora de prevenir, identificar y poder frenar procesos de radicalización, que seguirán produciéndose. Se precisa el desarrollo de una cultura de seguridad, que haga a todos los actores corresponsables en la medida de sus posibilidades. Clave en esta línea es la involucración del ámbito municipal, y de servicios educativos, sanitarios y de servicios sociales.