Casos de estudio Magreb y Sahel diciembre 2022
2023 finaliza con 100 atentados de carácter yihadista en las regiones de África Occidental y el Magreb. Esta cifra se encuentra ligeramente por debajo de la media anual, que se situaría en 103 ataques. Por otro lado, del número total de bajas registradas es cercana al de las del mes de noviembre (387, frente a 215 de entonces). De todas ellas, tan solo 21 corresponderían a fuerzas de seguridad, por lo que la práctica mayoría (368) serían civiles. Si se considerasen los miembros de grupos terroristas muertos durante la perpetración de atentados o a lo largo del desarrollo de operaciones de seguridad, esta cifra ascendería a 920.
Las claves del mes:
Análisis de las regiones de estudio
A continuación, se ofrece un análisis pormenorizado de la actividad de carácter yihadista en cada una de las zonas de estudio a lo largo del mes de octubre de 2022.
Sahel Occidental
Burkina Faso lidera, con 37 ataques registrados, la comparativa regional. Destacan dos de ellos, considerados de impacto medio[1], ambos cometidos por la coalición JNIM contra civiles. En el primero, perpetrado en la localidad de Boala, los terroristas se enfrentaron a un grupo de Vigilantes por la Defensa de la Patria (VDPs), grupos locales de vigilancia, donde 12 de ellos resultaron muertos. De acuerdo con la información disponible, también se habrían producido numerosas bajas entre las filas de los atacantes, aunque no se conoce la cifra oficial (caso de estudio 33). Por otro lado, el día 25, un autobús de pasajeros que circulaba entre Fada N’Gourma y Kantchari explosionó un IED a su paso, lo que provocó la muerte de 10 de los viajeros (caso de estudio 102).
Si bien las autoridades del país llegaron a mostrar cierto acercamiento hacia el gobierno francés a principios de diciembre, semanas después la información apuntaba hacia nuevos acuerdos con Rusia. De hecho, la tensión en sus relaciones con Francia ha aumentado a lo largo del mes de diciembre, especialmente tras la prohibición de las emisiones de Radio France Internationale (RFI), por divulgar un mensaje del líder de la coalición JNIM que, según las autoridades burkinesas, habría supuesto “un mensaje de intimidación a la población”. La estabilidad política del país continúa en entredicho tras el intento de golpe de Estado perpetrado contra la actual Junta Militar, liderada por Ibrahim Traoré.
En el caso de Mali, cuyos niveles de violencia siguen de cerca a los de su vecino meridional (33 atentados registrados en diciembre), destaca la muerte de más de un centenar de personas, también a manos de militantes de JNIM, que supondría el único atentado de alto impacto del que se tiene constancia (caso de estudio 19): el domingo 4, miembros de la coalición afín a Al Qaeda mataron a decenas de civiles—180, de acuerdo con la información obtenida de Armed Conflict Location and Event Data Project (ACLED)—de diversas comunidades en la zona de Tin Elebag, en la región de Gao. Por su parte, justifican estos asesinatos acusándolos de apoyar al Estado Islámico en el Sahel (EIS).
En este sentido, los enfrentamientos entre ambos grupos se han recrudecido a lo largo del mes de diciembre, concretamente en la zona de la Triple Frontera entre Malí, Burkina Faso y Níger: de acuerdo con los datos registrados, se habrían producido al menos siete choques en la zona, que habrían causado la muerte de casi 300[2] militantes (121 de la coalición JNIM y 171 del EIS).
Por otro lado, continúan surgiendo problemáticas relacionadas con el mantenimiento de las misiones internacionales, derivadas del acercamiento de las autoridades malienses a Rusia: tras meses de diversos anuncios en los que distintos países europeos han cancelado su participación en operaciones en el país, en esta ocasión, la ministra española de Defensa, Margarita Robles, ha anunciado una reducción, a lo largo de 2023, de las tropas destacadas en la misión europea de entrenamiento militar, EUTM. Asimismo, el gobierno de Suecia retirará sus tropas de la Fuerza Takuba durante la primera mitad de 2023, y revisará su participación en la MINUSMA. Paralelamente, en el seno de la Unión Europea avanzan en la creación de una misión de apoyo en la lucha contra el terrorismo, basada en Níger, en la que Alemania ya ha confirmado su contribución.
Asimismo, en cuanto a los países del Golfo de Guinea monitorizados—Costa de Marfil, Ghana, Benín y Togo—, solo este último ha sido objeto de atentados yihadistas, perpetrados por miembros de JNIM, en días consecutivos y haciendo uso de Dispositivos Explosivos Improvisados (IEDs, por sus siglas en inglés): el día 04 de diciembre, en la localidad de Kpembonle (región de Kpendjal), el paso del carro en el que viajaban dos niños provocó la explosión del artefacto, causando de inmediato la muerte de ambos (caso de estudio 21). Al día siguiente, un padre y su hijo, vecinos de la aldea de Sankouali, cercana a la anterior, fallecieron en circunstancias similares (caso de estudio 29).
Por último, en Níger la tendencia mostrada por los niveles de violencia yihadista continúa siendo descendente. En su extremo occidental, perteneciente a la ya mencionada zona de la Triple Frontera, se tiene constancia de al menos seis atentados, en su mayoría perpetrados por el EIS, que habrían causado la muerte de 16 civiles y militares o agentes de policía. El único perpetrado por la coalición JNIM habría sido dirigido contra una patrulla mixta de policía, gendarmería y guardas forestales en la región de Tillabéri (caso de estudio 26). Por otro lado, en cuanto al foco oriental de violencia yihadista, ya en la cuenca del Lago Chad, se tiene constancia de un solo ataque, presumiblemente a manos de miembros de Boko Haram, que habrían atacado a la Guardia Nacional en las localidades de Bague y Tchingowa (caso de estudio 94).
Lago Chad
En este caso, el país que más ataques ha registrado en el mes de diciembre (11) es Nigeria, donde, contrariamente a meses anteriores, la violencia yihadista se ha visto concentrada en el extremo noreste del país, bastión tradicional de estos grupos. Entre los atentados de los que se tiene constancia, destaca el perpetrado en la localidad de Mafa (estado de Borno), en el que al menos 17 ganaderos habrían sido asesinados por miembros de Boko Haram, que posteriormente habrían robado su ganado (caso de estudio 101).
Por lo demás, destaca el aumento de los enfrentamientos entre los dos principales grupos que operan en la zona: Boko Haram y el Estado Islámico en África Occidental (ISWAP, por sus siglas en inglés). Los datos obtenidos indicarían la existencia de al menos siete combates entre ambos, que habrían concluido con la muerte de decenas de miembros de los dos grupos.
Por último, en Camerún se han registrado siete atentados a lo largo del mes. En la mayoría de ellos no se dispone de datos suficientes que permitan dilucidar si se trata de miembros de Boko Haram o de ISWAP. Todos ellos son de baja intensidad y, salvo uno, han sido dirigidos contra civiles.
Magreb
Por quinto mes consecutivo, no se ha registrado ningún atentado yihadista en los países del Magreb, aunque sí se han llevado a cabo al menos dos operaciones antiterroristas por parte del ejército de Argelia en las localidades de Tipaza e In Guezzam (casos de estudio 44 y 76, respectivamente). El resultado de ambas habría sido la muerte de cinco presuntos terroristas, así como la detención de otros cuatro.
Perspectiva regional
Tras la ruptura de alianzas entre Mali y Francia, así como con otros socios europeos, se aprecia una tendencia similar en el caso de Burkina Faso, donde, pese a que se apreció cierto alivio en las relaciones con el gobierno galo, el mes de diciembre ha finalizado con un claro acercamiento a Rusia por parte del presidente transicional del país. Ambos países son los más afectados por la violencia yihadista de la región de África Occidental, donde el epicentro, la llamada zona de la Triple Frontera, abarca también territorio nigerino. No obstante, en este último caso, no se detecta acercamiento a Rusia; de hecho, el acuerdo más reciente firmado por su gobierno ha sido, precisamente, con Estados Unidos.
Además, de manera generalizada en los dos focos existentes de terrorismo, se ha registrado un aumento de los enfrentamientos entre grupos yihadistas que, por el momento, se encontrarían bastante equilibrados en fuerzas. En el caso de la cuenca del Lago Chad, la resistencia de Boko Haram—especialmente de su filial liderada por Bakura Doron—a unirse a las filas de ISWAP, así como su creciente capacidad de combatir la presencia de sus grupos, permite prever un aumento de este tipo de choques entre ambas filiales terroristas.
[1] Se consideran atentados de bajo impacto aquellos que causan menos de 10 víctimas mortales; medio impacto, entre 10 y 29 muertes; alto impacto, 30 o más víctimas.
[2] Esta cifra ha sido calculada de acuerdo con las reivindicaciones de los grupos terroristas, por lo que la credibilidad de la información, especialmente en cuanto a su exactitud, es baja.