Anuario del terrorismo yihadista 2022

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Un año más, el Observatorio Internacional de Estudios sobre Terrorismo presenta su obra más importante: El Anuario del terrorismo yihadista, del que en 2022 se cumple su sexta edición. A continuación, y como introducción a la obra, presentamos el prólogo de la publicación, que ha sido realizado por el Ministro del Interior Fernando Grande-Marlaska.

Prólogo del Anuario del terrorismo yihadista 2022. Fernando Grande-Marlaska, Ministro del Interior

La importante y necesaria labor de investigación y divulgación que realizan el equipo y los colaboradores del Observatorio Internacional de Estudios sobre el Terrorismo (OIET), con su director Carlos Igualada al frente, es hoy más necesaria que nunca, y es una satisfacción comprobar que instituciones que nacen en el seno del asociacionismo de las propias víctimas trabajan con rigor en el estudio y el análisis de un fenómeno, el del terrorismo, que constituye una seria amenaza para la seguridad y la paz de la humanidad. Contribuir a su divulgación es ejercicio obligado y por el que me siento profundamente honrado.

Más de 20 años después de los atentados del 11 de septiembre de 2001 que cambiaron para siempre la realidad de la seguridad internacional, y en la antesala del vigésimo aniversario de los atentados del 11 de marzo de 2004 en el que Madrid sufrió el mayor ataque terrorista, de inspiración yihadista, ocurrido en suelo europeo, y que acabó con la vida de 193 personas y dejó más de 1800 heridos, el terrorismo yihadista continúa siendo una de las principales amenazas para la seguridad de todos.

El modelo español de reparación a las víctimas del terrorismo

El terrorismo en España tiene una larga historia de más de 60 años. Esta trágica circunstancia ha derivado en un sistema de protección a las víctimas en nuestro país que está a la vanguardia de los sistemas de protección y reconocimiento de las víctimas del terrorismo entre los países de nuestro entorno.

La Ley 29/2011, de 22 de septiembre, de Reconocimiento y Protección Integral de las Víctimas del Terrorismo, es una ley pionera, de consenso, referente a nivel internacional, inspirada en los principios de memoria, dignidad, justicia y verdad, cuyo marco jurídico ha impulsado la reparación de las víctimas y su acompañamiento tanto en el momento del atentado como a lo largo del tiempo, mientras resulte necesario.

Para materializar esta ayuda, la Dirección General de Apoyo a las Víctimas del Terrorismo del Ministerio del Interior cuenta con un equipo de trabajadores sociales y coordina la Red Nacional de Psicólogos especializados en la atención a las víctimas del terrorismo.

Así pues, la protección prevista en el sistema español es integral y abarca todos los ámbitos: reparación económica, atención sanitaria y psicosocial, laboral, moral y de memoria que dignifica a las víctimas y a la sociedad y es nuestra mejor garantía para contrarrestar la narrativa terrorista y evitar que la lacra del terrorismo se repita.

La memoria es un pilar fundamental de nuestro modelo de protección a las víctimas. En 2021 se abrió al público el Centro Memorial de las Víctimas del Terrorismo en Vitoria-Gasteiz. Un proyecto museístico, educativo, de investigación y divulgación y, en definitiva, de reconocimiento a todas las víctimas de todos los terrorismos que ya ha sido visitado por más de 50.000 personas que han vivido una experiencia única de aprendizaje de la historia del terrorismo y que contará con una delegación en Madrid, en cuya sede ya se está trabajando.

La preservación de la memoria requiere necesariamente llegar a las generaciones más jóvenes, ya que ellas son la clave para evitar que vuelva a ocurrir.

Por ello, desde el Ministerio del Interior hemos puesto en marcha un proyecto educativo y de memoria que pone a disposición de la comunidad educativa un riguroso material didáctico que facilita el conocimiento del fenómeno terrorista en las aulas y que se complementa con el testimonio de las víctimas como instrumento eficaz de prevención de la radicalización violenta.

Cooperación internacional

El esfuerzo de las instituciones y del conjunto de la sociedad, con nuestras Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado como punta de lanza para frenar la actividad yihadista, ha permitido que la estrategia de lucha contra el terrorismo, dentro y fuera de nuestras fronteras, sea una herramienta útil y eficaz para combatir una amenaza que continúa siendo una realidad en España y en los países de nuestro entorno.

La cooperación internacional en la lucha contra el terrorismo y la protección de sus víctimas constituyen uno de los pilares fundamentales de la política de seguridad en nuestro país, convirtiendo a España en el modelo a seguir.

El Ministerio del Interior mantiene actualizado el Plan de Prevención, Protección y Respuesta Antiterrorista, pieza clave de las políticas de seguridad, que prioriza la asistencia integral a las víctimas, y que incorpora las directrices de la Estrategia contra el Terrorismo de la Unión Europea, de la Estrategia Nacional de Seguridad y de la Estrategia Nacional Contra el Terrorismo.

Los principales avances del vigente Plan se encuentran en el ámbito de la respuesta a un atentado, determinando los mecanismos de coordinación necesarios para paliar sus consecuencias, restablecer la normalidad y facilitar la participación de las personas que trabajan en la Dirección General de Apoyo a las Víctimas del Terrorismo, unidad dependiente de la Subsecretaría de Interior, en cuanto a la asistencia psicosocial, el apoyo emocional y la información y asesoramiento a las víctimas y sus familiares, de acuerdo con lo previsto en el artículo 8 de la Ley 29/2011, de 22 de septiembre, de Reconocimiento y Protección Integral a las Víctimas del Terrorismo.

Esta participación será mediante su integración en los Centros de Gestión de Crisis Territoriales, que garantizan la actuación conjunta, cohesionada y coordinada de la respuesta de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, los servicios de protección civil y las entidades asistenciales, en colaboración siempre con la administración autonómica y local correspondiente.

Además, en el ámbito del Comité Especializado contra el Terrorismo que preside el secretario de Estado de Seguridad, se elaboró el Protocolo Interinstitucional de Respuesta ante Atentados Terrorista, uno de cuyos principales objetivos es armonizar las estructuras organizativas y sus sistemas de coordinación que tienen como misión dar respuesta, con todas las capacidades del Estado, a una acción terrorista contra los ciudadanos y contra los intereses españoles. Este protocolo es el instrumento idóneo para identificar los distintos organismos y actores, incluidas sus funciones y capacidades, que intervienen y responden de una manera coordinada ante un atentado terrorista.

La experiencia de España en el conocimiento, estudio y lucha contra el terrorismo, así como en la reparación de las víctimas, se ha visto reforzado por su participación en distintas conferencias y congresos internacionales.

Así, España lideró desde la copresidencia del Grupo de Amigos de Víctimas del Terrorismo, el Primer Congreso Global de Víctimas del Terrorismo organizado por Naciones Unidas en septiembre de 2022 en su sede de Nueva York. En mi intervención en la sede de Naciones Unidas destaqué el lugar preminente que deben ocupar las víctimas del terrorismo en las políticas de memoria y de prevención de la radicalización violentas como símbolos de los valores de las sociedades democráticas, y la necesidad de impulsar la creación de un estatuto y un fondo internacional para las víctimas del terrorismo, así como el apoyo a la Red Internacional de Asociaciones y Fundaciones de Víctimas del Terrorismo.

Durante la celebración del Congreso, acordamos con el Sr. Voronkov, Secretario General Adjunto de la Oficina de Lucha Contra el Terrorismo de Naciones Unidas (UNOCT), la celebración del Segundo Congreso Global de Víctimas del Terrorismo de Naciones Unidas en España el próximo año 2024, con ocasión del vigésimo aniversario de los atentados del 11 de marzo de 2004.

Además, también en el ámbito de la cooperación internacional, España fue anfitriona y coorganizadora de la Conferencia de Alto Nivel sobre Derechos Humanos, sociedad civil y lucha contra el terrorismo que tuvo lugar el 10 y 11 de mayo del año pasado en Málaga, cuya elección como sede supuso un reconocimiento por parte de Naciones Unidas a la labor y compromiso de España en la lucha contra el terrorismo y la visibilidad y protección de sus víctimas, cuyas voces y testimonios fueron uno de los elementos más destacados y relevantes de la Conferencia.

Con ocasión de la próxima Presidencia española de la UE, se están organizando diferentes eventos, reuniones y seminarios que permitirán, bajo el liderazgo de España, avanzar en la prevención, la protección y la reparación en caso atentados terroristas. Entre estas actividades, quiero destacar el papel fundamental de las víctimas en la prevención de la radicalización violenta y de las políticas de reparación y memoria de las mismas, prioridad que tendrá su plasmación en la celebración de un Seminario sobre Víctimas del Terrorismo el próximo 25 de septiembre en que el participarán representantes de los Estados Miembros de la UE, expertos, sociedad civil y víctimas del terrorismo y sus representantes.

Nuevo contexto internacional de lucha contra el terrorismo

España ha sufrido durante décadas el azote del terrorismo, la principal amenaza a la que se ha enfrentado nuestro sistema de derechos y libertades, una barbarie que nos ha dejado un terrible balance de más 1.400 víctimas mortales y más de 5.000 heridos. Quiero honran una vez más la memoria de todos ellos.

Hace más de 10 años que el Estado de Derecho venció sobre el terrorismo de ETA, siendo a día de hoy el terrorismo yihadista la principal amenaza terrorista a la que se enfrenta España.

Publicaciones como este Anuario, que este año por primera vez está disponible en inglés, nos ayudan a entender, nos facilitan analizar los factores que han alterado la morfología terrorista en los últimos años: el final del autoproclamado califato del Daesh y la caída de Afganistán. Ante cuyo recuerdo quiero poner en valor las actuaciones de nuestras Fuerzas y Cuerpos de Seguridad y del personal de nuestra Embajada en Kabul en la evacuación de los ciudadanos afganos en agosto de 2021.

La pérdida del territorio ocupado por Daesh en Siria y en Iraq ha provocado que su actividad terrorista se haya expandido hacia otros territorios en África, Asia Meridional y Extremo Oriente, con especial preocupación por su consolidación en el Sahel.

Nuestros servicios de información, nuestros analistas y especialistas están permanentemente enfocados en estos movimientos. La seguridad de esta región del Sahel es prioritaria para España en la lucha contra el terrorismo a nivel internacional.

Nuestras Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado trabajan sin descanso y con las más altas cotas de profesionalidad para protegernos de la barbarie, dentro y fuera de nuestras fronteras, y llevan a cabo además una importante labor de formación para mejorar las capacidades de lucha contra el terrorismo de terceros países.

Dentro de esta ecuación de seguridad, el Sahel es uno de los escenarios en los que más esfuerzos dedicamos, tanto a través de la cooperación y el intercambio de información como mejorando las capacidades locales para luchar contra el terrorismo.

Pero no solo adelantando la línea de defensa podemos prevenir la expansión del terrorismo. Evitar la radicalización violenta de la población más expuesta es uno de los objetivos a los que debemos prestar atención. Y en esta importante tarea, el compromiso de las víctimas del terrorismo es crucial, como anteriormente he señalado, con la implantación de las Unidades didácticas para el estudio del terrorismo en las aulas reforzado con el testimonio de las víctimas.

Podemos concluir tras este breve análisis del marco actual del terrorismo yihadista que sólo adelantando la línea de defensa y contando con instrumentos útiles para la prevención del terrorismo, entre los que las voces de las víctimas juegan un papel esencial, podemos ser eficaces a la hora de garantizar la seguridad de los españoles.

Y en esta tarea las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad y el Ministerio del Interior van a seguir trabajando con perseverancia y la máxima prioridad.

Anuario del terrorismo yihadista 2022

El terrorismo yihadista ha estado marcado históricamente por un fuerte dinamismo que le ha permitido adaptarse con agilidad a cada coyuntura. Por ello, el mejor enfoque para hacer frente a esta amenaza global requiere de análisis multidisciplinares que permitan conocer este fenómeno desde todos los puntos de vista posibles para poder responder con eficacia y ofrecer una política de seguridad de calidad y adaptada a cada uno de los escenarios regionales y locales en los que el yihadismo tiene presencia en la actualidad.

En 2022, el terrorismo yihadista se manifestó en el mundo a través de 2.270 atentados en los que fueron asesinadas más de 8.000 personas. No obstante, aun cuando el número de víctimas mortales es insoportable, su número ha disminuido un 17% respecto al año anterior con carácter general, aunque esta disminución no ha sido igual en todas las regiones, resultando especialmente preocupante el crecimiento que el terrorismo tiene en África Occidental, región en la que actualmente se produce una de cada tres víctimas causadas por el terrorismo yihadista.

Escenarios, actores y tendencias

Como señala Marta Summers, el Sahel se está convirtiendo en el epicentro mundial del terrorismo yihadista. Por tercer año consecutivo, el Sahel es la región del mundo con mayores índices de actividad yihadista y mayor número de víctimas. Mali y Burkina Faso fueron los países más golpeados por el terrorismo por la actividad desarrollada por las ramas territoriales de Daesh y de Al Qaeda, junto con el área de la Cuenca del Lago Chad, en este caso también debido a la presencia de Boko Haram, junto a organizaciones vinculas al Daesh.

Respecto de la actividad yihadista ejercida durante 2022 en el sudeste asiático, la tendencia ha sido la contraria, y los atentados fueron ocasionales y cuando las circunstancias lo permitieron, tal y como indica Iñaki Méndez en el capítulo tres.

Pese a que en los años anteriores se pudo pensar que el declive era coyuntural y debido a las medidas adoptadas para detener el avance del Covid-19, una vez vuelta a la normalidad prepandemia, los diferentes grupos yihadistas, en vez de conseguir nuevos miembros entre los damnificados económicamente por las medidas sanitarias, se observa que algunos terroristas han encontrado una salida para reintegrarse en la sociedad acogiéndose a programas de reinserción social.

Operaciones contra el yihadismo en España

La amenaza que el yihadismo representa para la sociedad no solo debe evaluarse en función de los niveles de actividad terrorista materializados en forma de atentados letales. Este planteamiento debe de ser matizado con otros dos hechos relevantes, ya que la mayoría de países occidentales mantienen un nivel elevado de alerta antiterrorista, y el volumen de operaciones antiterroristas que se realizan a lo largo del año continúa siendo cuantioso. Ambas circunstancias son indicativas de que el yihadismo continúa representando un importante desafío para la seguridad.

A partir del estudio del director de este Anuario, Carlos Igualada, se pueden extraer varias ideas:

La primera es que continuamos bajo el mismo paradigma iniciado en 2015, fecha en la que comenzó a manifestarse la seria amenaza que Daesh representa para Occidente. Desde entonces, el número de operaciones oscila entre 20 y 60, mientras que el número de detenidos oscila entre 80 y 20.

La segunda idea es la constatación de que existen múltiples perfiles yihadistas que dificultan el establecimiento de elementos comunes que permitan identificar a todos ellos bajo un mismo patrón. Que en 2022 se haya producido la detención tanto de un menor de 15 años como de una mujer de 72 pone de manifiesto esta realidad. Algo similar ocurre con el análisis del resto de variables que han sido objeto de estudio, las cuales no hacen más que confirmar la existencia de múltiples perfiles y roles dentro de los círculos yihadistas en España.

La tercera idea es que el paso de los años ha acabado por demostrar cómo la reforma del Código Penal realizada en 2015 dotó de las herramientas necesarias a los responsables de la lucha antiterrorista para permitirles actuar con anticipación frente a posibles amenazas de naturaleza yihadista, como fue la tipificación como delitos del adoctrinamiento y el autoadoctrinamiento a través de Internet, y del desplazamiento a un territorio extranjero para integrarse o colaborar con un grupo terrorista.

Una cuarta conclusión es la evidencia que apunta a que las personas implicadas en actividades yihadistas en España presentan una intensa actividad en redes sociales con determinados círculos entre los que se encuentran tanto conexiones familiares como vínculos con individuos también detenidos por delitos de terrorismo o con antecedentes por delitos comunes.

Por último, no deben pasar inadvertidas las relevantes conexiones y el grado de relación que alguno de los detenidos el último año mantenía con combatientes terroristas extranjeros. La amenaza que estos representan para la seguridad no solo se debe medir por su presencia sobre el territorio, sino también por su capacidad para adoctrinar e instruir, incluso desde la distancia, a otros individuos que puedan tener intención de cometer atentados terroristas.

Mujeres y menores retornados desde los campos de detención

El fenómeno de la situación de las mujeres de los combatientes terroristas extranjeros y sus hijos es un desafío reciente que destaca por su complejidad y por su diversidad y, como señala Daniel Pérez, tiene importantes implicaciones humanitarias y riesgos de seguridad y reintegración. En el marco de los Estados miembros de la Unión Europea existen distintas aproximaciones en función de la actuación de cada uno de los Estados para repatriar a sus nacionales y por el marco legal bajo el que se hace en cada país.

Encontramos países que basan más el enjuiciamiento en el traslado a zonas de conflicto y a los delitos de terrorismo, como Francia y España, otros en la persecución de delitos penales internacionales, como Alemania y Países Bajos; y otros que no cuentan con el marco legal para perseguir penalmente a sus nacionales retornados de Iraq y Siria, como Suecia.

En el caso de la intervención social, las mayores diferencias se encuentran en cuanto a la derivación prioritaria de los menores repatriados, dadas las graves condiciones humanitarias y a la delicada situación de seguridad que se vive en los campos de refugiados, con familiares cercanos (Alemania), con familias de acogida (Francia) o con los servicios sociales (Países Bajos, Suecia y España).

Asimismo, en cualesquiera de los casos resulta pertinente reflexionar sobre la participación de nacionales o residentes en la comisión de delitos de genocidio, de guerra o de lesa humanidad y la constitución de equipos de investigación especializados que den sustento judicial al enjuiciamiento de estos nacionales que combatieron con organizaciones yihadistas en los años de expansión de Daesh y otras organizaciones yihadistas en Iraq y Siria.

Terrorismo y contrabando en África Occidental.

Las economías ilícitas de África Occidental y el Sahel están interconectadas y han propiciado el tráfico y el contrabando de diversas mercancías, incluidas las armas de fuego, que se han convertido en una importante fuente de poder económico. Sin embargo, este lucrativo comercio ha desempeñado un papel crucial en la exacerbación de la violencia y el malestar social en la región, alimentando conflictos locales, disputas intercomunitarias y el auge del extremismo violento. La proliferación de armamento ha propiciado la aparición y el fortalecimiento de diversos actores armados a escala regional, lo que plantea importantes retos para la seguridad nacional e internacional. El colapso del régimen libio en 2011 marcó un cambio de paradigma en el impacto del terrorismo en el panorama regional, proporcionando a los grupos terroristas un rápido acceso a las armas y la capacidad de trasladarlas a través de las fronteras hacia el Sahel y otras zonas de conflicto.

La complicidad entre el crimen organizado y los grupos yihadistas violentos ha complicado aún más esta cuestión, especialmente en el escenario posrevolucionario de Libia. Ana Aguilera pone el foco en los efectos de largo alcance del tráfico de armas de fuego y del terrorismo en todo el mundo, causando un inmenso sufrimiento humano y exacerbando los problemas sociales, económicos y políticos existentes.

El análisis del terrorismo desde la perspectiva de las víctimas

Durante la mayor parte de la trayectoria terrorista de ETA la realidad de las víctimas del terrorismo permaneció oculta. La perspectiva desde la que se abordaba el fenómeno terrorista, tanto en el ámbito político como en el histórico, el social y el cultural, ponía el foco en los perpetradores y no en la situación de los protagonistas pasivos e involuntarios del fenómeno terrorista. Las víctimas quedaban fuera de los análisis o tenían un papel marginal.

Inés Gaviria ha observado que esta misma tendencia se está dando con el terrorismo yihadista. Las víctimas continúan siendo la cara oculta del fenómeno, a pesar de ser quienes lo sufren en primera persona y quienes más podrían contribuir a su deslegitimación. Las víctimas forman parte estructural de la lucha antiterrorista de un país, puesto que son los principales damnificados de la barbarie y el Estado está en deuda con ellos en la medida en que no ha podido proteger su vida y su integridad física o la de sus familiares.

La expresión pública de su testimonio, y que este sea atendido con el respeto que merece, forma parte de su reparación. Distintos estudios ponen de manifiesto que gran parte de la población desconoce la historia del terrorismo y la identidad de sus víctimas. Una de las causas de este desconocimiento se debe a que los análisis sobre el fenómeno terrorista no se hacen desde la perspectiva de las víctimas.

Conclusión

En suma, el compromiso de la sociedad española, el Estado de Derecho y la infatigable dedicación de nuestras Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, junto con el trabajo de tantos otros actores como las universidades, los centros de investigación, el Centro Memorial y las asociaciones que representan a las víctimas del terrorismo y las fundaciones que las honran y que colaboran para su reparación y memoria en el seno de la Fundación de Víctimas del Terrorismo, nos permitirá avanzar en el conocimiento del fenómeno terrorista, de su prevención.

Esta nueva edición del Anuario del Terrorismo Yihadista 2022 es un instrumento más del esfuerzo colectivo en la lucha contra el terrorismo y que refuerza la política de Estado de reparación de las víctimas. El Anuario es un referente en la materia y constituye un instrumento de trabajo obligado para los estudiosos en esta materia y para las instituciones que luchamos contra el terrorismo.

Me gustaría destacar mi agradecimiento a la labor de investigación y divulgación que llevan a cabo las personas que trabajan y colaboran con el OIET y a su director, Carlos Igualada, a quienes animo desde esta tribuna a continuar por esta senda de excelencia que, sin duda, redundará en un mejor conocimiento de las necesidades y las políticas de seguridad, y en el homenaje permanente a todas las víctimas del terrorismo.