Evaluando la amenaza terrorista en Jordania

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Pie de imagen: Emad Hayyach, Al Arabi Yadid (23.VI.2016)

Pie de imagen: Emad Hayyach, Al Arabi Yadid (23.VI.2016)

Documento de análisis OIET 5/2019*

Victoria Silva Sánchez

El pasado 23 de marzo, las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS) anunciaban la derrota territorial de Daesh en Siria. Meses antes de que esta se consumase, muchos son los que llevan debatiendo sobre el destino de los miles de militantes que continúan sobre el terreno. Se trata de un debate que ha generado polémica en países occidentales aunque menos en el mundo árabe.

Algunos analistas llevan apuntando desde hace tiempo al reino Hachemita de Jordania como el próximo objetivo natural de la organización terrorista una vez que ésta ha sido erradicada de Siria. Pese a los negros vaticinios vertidos durante los últimos cuatro años, lo cierto es que el reino ha resistido contra los yihadistas y contra los agoreros. Por ejemplo, el artículo publicado por Emily Przyborowski en The National Interest y que lleva por título “Why Jordan is next for ISIS?” expone una tesis alarmista sin aportar ninguna información nueva y recuperando viejos clichés sobre la amenaza de los refugiados sirios, superados por los hechos.

El retorno de los combatientes extranjeros

Las distintas estimaciones han arrojado la cifra de aproximadamente 3.000 jordanos que se han unido a las filas de distintos grupos extremistas desde que estallase el conflicto en Siria. De ellos, The Soufan Center estimaba que 900 permanecían en Siria en abril de 2017 mientras que 250 habían retornado. Entre 250 y 1.500 habrían muerto en combate. Contrariamente a lo que expone el artículo anteriormente mencionado, no existen cifras oficiales más allá de los 250 retornados hace algún tiempo y no se ha probado que otros combatientes jordanos hayan vuelto al país.

Esto nos presenta ante un escenario donde el retorno de combatientes extranjeros a Jordania es una amenaza para el país, pero no la principal. En general, las autoridades jordanas no dan la bienvenida a aquellos que desean regresar, es decir, preferirían que no regresasen.[i] La forma en la que el fenómeno del retorno es abordado sufrió un cambio drástico con la reforma de la ley anti-terrorista en 2014, por la cual la participación o apoyo a organizaciones terroristas se considera un delito penado con la cárcel.

Esto pone a las autoridades jordanas ante un dilema, ya que la mayor parte de los que han regresado al país son aquellos que no tienen delitos de sangre o que se arrepintieron al poco de unirse al ver frustradas sus expectativas sobre lo que realmente sucedía en Siria. Estas personas son encarceladas al menos por cinco años, lo que puede resultar en una verdadera radicalización de personas que, pese a haber viajado a Siria, no eran radicales. Asimismo, la falta de medios para la reintegración una vez cumplida la pena puede derivar también en una radicalización de estas personas. Además del estigma social que pesa sobre ellos, los excombatientes se enfrentan a limitaciones a su movilidad que les privan de conseguir trabajos en otros países del Golfo así como a ser contratados en el sector público ni tampoco en un débil sector privado. Este hecho es fundamental puesto que contribuye a agravar los factores que motivaron el reclutamiento en un origen, es decir, la falta de oportunidades. Por otra parte, se desconoce toda información sobre el programa de des-radicalización en prisiones implementado por el Community Peace Centre, tales como qué criterios se usan para participar, cuántas personas se han beneficiado del mismo y qué resultados se han obtenido.

En marzo de 2018 había 15.700 presos en las cárceles jordanas, un aumento considerable respecto a los 5.600 contabilizados en 2001 y los 8.000 de 2013. Aproximadamente, hay 500 presos por cargos relacionados con terrorismo o extremismo, aunque esta figura no es oficial.[ii] Para Marwan Shehadah, experto en grupos extremistas jordanos, existe un verdadero peligro de radicalización en prisiones.

Respecto a la cuestión de las familias de los combatientes extranjeros, se trata de una dimensión que no parece relevante en el caso jordano. La cuestión sobre cuántas mujeres jordanas han viajado a territorio controlado por grupos extremistas en Siria permanece secreta, siendo apenas un par los casos conocidos. Sin embargo, por la información existente se puede presumir que el número no es muy elevado, ya que la mayoría de combatientes jordanos viajaron solos, dejando a sus familias en Jordania.

La amenaza interna

La amenaza interna es mucho más importante en el caso de Jordania. Los seguidores y simpatizantes de grupos extremistas en Jordania se estiman entre 9.000 y 10.000. Según el experto en grupos extremistas Marwan Shehadah, el 80% de los mismos estarían afiliados a Daesh, lo que supone un vuelco en la corriente salafista jordana, tradicionalmente leal a Al-Qaeda debido al liderazgo de Abu Mohammad al-Maqdisi. Esta tendencia parece ser confirmada por el estudio llevado a cabo por los profesores Mohammad Abu Rumman y Musa Shteiwi, en el que analizan los casos de 732 presos por delitos relacionados con terrorismo y extremismo. El estudio concluye que la mayoría de los procesados por estos delitos son trabajadores (el 71,2%) y del sector privado (78,4%). Geográficamente proceden de Zarqa (40,7%), Irbid (17,4%), Balqa (13%), Amán (12%) y Ma’an (9,3%). El 25% de los casos estudiados habría fallecido en combate mientras que el 68,6% se halla en territorio Jordano. Daesh lidera el reclutamiento entre los mismos con un 36,4%, que asciende al 50% entre los menores de 22 años, seguido de otros grupos extremistas takfiri (31%) y el Frente al-Nusra (24,9%).[iii]

La muestra de que la amenaza interna es más importante que la externa es que la mayoría de ataques contra objetivos jordanos se han producido dentro del país y no en la frontera. Asimismo, la tan repetida idea de los riesgos de radicalización de los refugiados sirios no se ha materializado. Los yihadistas en Jordania son jordanos. La siguiente tabla recopila todos los atentados de carácter terrorista acaecidos en Jordania desde 2014.

Fecha Localización Víctimas Detenciones Autor
14 febrero 2019 Wadi al Azraq 5 fallecidos y 7 heridos 0 Desconocido, pero relación con célula de Salt
23 octubre 2018 Madaba 1 fallecido 1 (no confirmado) Extremista takfiri
11 agosto 2018 Salt 6 fallecidos 5 Daesh (presuntamente)
10 agosto 2018 Fuheis 1 fallecido 0 Daesh (presuntamente)
2 agosto 2018 Frontera con Siria Número indeterminado de fallecidos 0 Daesh
agosto 2017 Frontera con Siria 0 0 Desconocido
3 junio 2017 Rukban 3 fallecidos y 1 herido 0 Desconocido
15 febrero 2017 Amán 1 fallecido 0 Desconocido
18 diciembre 2016 Karak 14 fallecidos y 29 heridos 0 Daesh
18 diciembre 2016 Qatraneh 2 heridos 0 Daesh
4 noviembre 2016 Jafr 3 fallecidos y 1 herido 0 Extremistas musulmanes
16 octubre 2016 Rukban 4 fallecidos y 20 heridos 0 Daesh
25 septiembre 2016 Amán 1 fallecido (caricaturista Nahed Hattar) 1 Daesh (presuntamente)
21 junio 2016 Ar-Ruwayshid 8 fallecidos y 13 heridos 0 Daesh
6 junio 2016 Ayn al Basha 5 fallecidos 1 Daesh (presuntamente)
2 marzo 2016 Irbid 8 fallecidos y 5 heridos 13 Daesh
12 febrero 2016 Wadi Abu Khasharef 0 0 Desconocido
9 noviembre 2015 Muwaqqar 6 fallecidos y 7 heridos 0 Daesh
21 septiembre 2015 Desconocida 0 0 Desconocido
25 junio 2015 Ramtha 1 fallecido y 4 heridos 0 Frente Sur
3 agosto 2014 Ma’an 1 fallecido 0  Autor desconocido
15 febrero 2014 Frontera con Siria 7 militares heridos 0 Autor desconocido

Tabla 1. Ataques terroristas en Jordania entre 2014 y 2018

Elaboración propia.  Fuentes: Counter Extremism Project, The Global Terrorism Database, ACLED Data Project, diversos medios de comunicación.[iv]

El principal organismo encargado de la lucha contra el terrorismo es la Dirección General de Inteligencia (GID, por sus siglas en inglés), también conocida como mukhabarat. Este organismo ha definido la política contraterrorista jordana desde hace décadas, aunque en los últimos años está buscando incrementar la cooperación con otras instituciones como la policía nacional o las fuerzas armadas para hacer frente a la amenaza terrorista. El trabajo de la GID ha permitido desarticular numerosas tramas y organizaciones terroristas como Mohammad Army (1989), Bay’at al-Imam Organization (1994), Reform and Defiance Movement (1998), Khader Abu Hosher (1999), Jund-el-Sham (2000), Jordanian Afghans (2001), camiones cargados de explosivos del grupo de Al-Jayousi (2004) y el intento de ataque contra el aeropuerto internacional Queen Alia (2006). En enero de 2018, la GID informó de la desarticulación en noviembre de 2017 de una célula formada por 17 personas que pretendía atentar contra diversos objetivos como centros comerciales o compañías extranjeras, entre otros.

Los esfuerzos de la GID se han centrado en seguir y monitorear estrechamente a los seguidores de Daesh y vigilar los movimientos de individuos sospechosos, pero el grueso de las actividades de vigilancia se realiza a través de herramientas tecnológicas. A través de los teléfonos inteligentes, páginas web y redes sociales, los sospechosos de pertenecer a Daesh son vigilados, en un enfoque que supone un cambio radical respecto al pasado, cuando la vigilancia estaba basada en la apariencia física de la gente y no de su involucración real en las redes extremistas.[v]

Esto ha permitido que muchos de los seguidores de la organización hayan sido procesados judicialmente. La institución encargada de juzgar los delitos de terrorismo es el Tribunal de Seguridad Nacional, una corte de carácter militar con competencias para juzgar delitos que afectan a la seguridad nacional, incluyendo alta traición, espionaje, tráfico de drogas y terrorismo. Solo en 2017, 320 individuos fueron sentenciados por este tribunal por cargos relativos a terrorismo. Según un estudio realizado por el Centro de Estudios Estratégicos de la Universidad de Jordania, el 86% de los arrestados por promover el terrorismo, el 63% de los arrestados por conspiración para perpetrar atentados y el 66% de los acusados de posesión ilegal de armas estaban afiliados a Daesh, lo que confirma las cifras señaladas previamente.

En 2018, se produjeron otras varias decenas de condenas por terrorismo. Entre ellas se cuentan el juicio a los diecisiete sospechosos de planificar atentados en noviembre de 2017, más arriba reseñado; la condena a un hombre de 27 años acusado de atentar contra las fuerzas de seguridad y cuya pena fue conmutada por ser joven; un hombre sentenciado a diez años por promoción del terrorismo; o un miembro de un grupo de seis personas acusados de planificar atentados, que fue sentenciado a muerte mientras que el resto lo fueron a quince años más trabajos forzados. En general, las condenas oscilan entre cuatro y quince años de prisión más trabajos forzados para aquellos acusados de pertenencia a organización terrorista, perpetración de actos terroristas o promoción de la ideología terrorista. Asimismo, las autoridades jordanas se han mostrado severas en la ejecución de estas penas, siendo la mayoría de los ejecutados desde que el reino resumió la aplicación de la pena capital en 2014 sentenciados por delitos de terrorismo.

En general, la situación de radicalización en Jordania no es tan preocupante como durante el punto álgido del Califato en 2014. La pérdida de territorios ha supuesto un freno a la atracción espiritual que la organización ejercía así como a posibles incentivos económicos. El cambio en la percepción de la organización desde 2015 también supuso un freno aunque no total en el reclutamiento, que ha persistido, como las cifras muestran, entre aquellos previamente convencidos de la ideología salafista. Por ello es fundamental invertir en verdaderos programas de prevención del extremismo, que se ha demostrado el verdadero talón de Aquiles de las autoridades jordanas.[vi]

[i] Entrevista con Saud-al-Sharafat, antiguo General de Brigada de los servicios de inteligencia jordanos, y fundador y director de Shorufat Center for Globalization and Terrorism Studies. Realizada por la autora en Amán, el 17 de diciembre de 2018.

[ii] Entrevista con Saud al-Sharafat.

[iii] Abu Rumman, M. Y Stheiwi,M., Sosiologia al-Tatarraf w’ al-Irhab fi al-Urdun (Sociología del extremismo y el terrorismo en Jordania). Amán: Universidad de Jordania, 2018.

[iv] Frantzman, S, “Former Jordanian Counterterrorism chief killed in Jordan”, The Jerusalem Post, 24/10/2018 [26/10/2018]. Disponible en https://www.jpost.com/Middle-East/Former-Jordanian-counterterrorism-chief-killed-in-Jordan-570168; Al Jazeera, “Jordan Army says several ISIL fighters killed in border clash”, 02/08/2018 [25/08/2018]. Disponible en https://www.aljazeera.com/news/2018/08/jordan-army-isil-fighters-killed-border-clashes-180802135231069.html; Al Jazeera, “Gunman kills five at Jordan police training centre”, 10/11/2015 [25/08/2018]. Disponible en https://www.aljazeera.com/news/2015/11/americans-killed-jordanian-training-centre-151109123305161.html; The Times of Israel, “3 gunmen from Syria killed in Jordan border attack”, 03/06/2017 [25/08/2018]. Disponible en https://www.timesofisrael.com/3-gunmen-from-syria-killed-in-jordan-border-attack/;

[v] Entrevista con Saud al-Sharafat.

[vi] Para más información sobre la estrategia contraterrorista jordana, consultar el artículo de la autora “Luces y sombras de la estrategia contraterrorista jordana”, publicado por el Instituto Español de Estudios Estratégicos.

 

*Las ideas contenidas en los documentos publicados por colaboradores son responsabilidad de sus autores.