Cada vez, con mayor frecuencia se observa que los ataques terroristas yihadistas en Europa son perpetrados por personas autoradicalizadas y, a menudo, autodidactas, que actúan solas y sin contacto o dependencia del grupo terrorista. Sus protagonistas son los denominados “actores solitarios”, en lugar de células creadas por la matriz terrorista o dependientes de ella.
Este nuevo modelo de terrorismo supone que organizaciones yihadistas como Estado Islámico mantiene la tensión terrorista sobre Occidente sin costes de personal, ni de material o sin poner en riesgo la seguridad de sus estructuras o células, únicamente mediante la acción radicalizadora de la propaganda online. De esta forma, para Estado Islámico, la propaganda es la “mitad de la batalla”, por ello se esfuerza en fortalecer su capacidad mediática, comparando en su propia retórica la importancia y eficacia de la“información guiada” con los “misiles guiados”.
Ya en 2005, Ayman al-Zawahiri, el líder de Al Qaeda, escribió una carta a al-Zarqawi, entonces líder de Al Qaeda en Irak, en la que señaló el papel de los medios de comunicación: “sin embargo, a pesar de todo esto, les digo que estamos en una batalla y que más de la mitad de esta batalla está teniendo lugar en el campo de batalla de los medios de comunicación y que estamos en una batalla mediática en una carrera por los corazones y las mentes de nuestra umma”. De igual modo, el que fuera líder de Al Qaeda, Osama Bin Laden, en 2006 señalaba que “los musulmanes no solo tienen la obligación de hacer la Yihad combatiendo, con actos de violencia, contra los enemigos del islam [empuñando la espada], sino también utilizando la comunicación y la propaganda [la pluma]”. Esta idea fuerza fue reforzada por Ayman al-Zawahiri en 2007 cuando declaró que “la actividad propagandística equivale en valor a la actividad militar”; también por el primer líder o Califa de Estado Islámico Abu Bakr al-Baghdadi cuando expresó que “La propaganda no solo es importante, sino que es intrínseca a la Yihad”.
Un ejemplo gráfico sobre la importancia de la “yihad mediática” se puede apreciar en un tweet publicado con la bandera de Estado Islámico en forma de sello, en el que sobre una cinta de munición de ametralladora aparecen un cartucho (representando las acciones armadas o violentas), una pluma (representando la importancia de las ideas o del relato) y una memoria USB (representando las nuevas tecnologías), otorgando de esta forma a las tres armas la misma importancia.
De este modo, el objetivo de la propaganda es múltiple: aterrorizar al adversario, expandir la utopía de crear un nuevo orden (Califato), radicalizar a su público objetivo y reclutar nuevos adeptos[1]. Una vez lograda su afinidad, la misión de la propaganda es avivar a los simpatizantes del yihadismo y convencerles para que cumplan los objetivos operativos del grupo terrorista, es decir, que cometan una acción terrorista en Occidente; tal y como declaró, explícitamente y en varias ocasiones, la cúpula de dirigentes del Estado Islámico al afirmar “abrir la puerta a la yihad en las tierras de los enemigos”.
Abu Muhammad Al-Adnani, portavoz y jefe de operaciones exteriores de Estado Islámico, fue el primer líder en hacer llamamientos a perpetrar ataques en occidente con cualquier medio disponible. Según Al-Adnani, “incluso el acto más pequeño para aterrorizar a los incrédulos en Occidente tiene un gran impacto”, ya que el objetivo de Estado Islámico es llevar el terror a la vida de los occidentales de tal forma que “el vecino tema al vecino”, de este modo se puede afirmar que se potencia la figura de los “actores solitarios”.
El relevante y predominante papel de la “yihad mediática” para las organizaciones terroristas se ha vuelto a corroborar en el último discurso del portavoz oficial actual de Estado Islámico, Abu Hudayfah Al-Ansari, difundido en Internet el 28.03.2024, en el que dedica parte de su declaración a la importancia de las actividades de sus simpatizantes en el ámbito virtual: «Tenéis un gran archivo, de herencia visual, escrita y de audio del Estado Islámico, así que haced esfuerzo para compartirlo, traducirlo y transmitirlo a través de internet, (que este no está menos ocupado luchando en contra de vosotros). Haced competencia a la gente de la falsedad, repeliendo sus sospechas y falsedades con la verdad, apoyad a la Sharia y la Sunna con la Sunna, llamad al camino de vuestro Señor con consejo sagaz, dirigiéndose a las personas con un nivel apropiado a su intelecto que consigan entender, porque vosotros sois los portadores del mensaje, y esta es vuestra tarea principal en el ámbito virtual».
Todos estos llamamientos a la “yihad mediática”, a la actividad virtual para mantener vigente la propaganda yihadista, permite que los “actores solitarios” que cometen acciones terroristas en Occidente no estén solos o aislados, sino que se encuentran inmersos en una dimensión cultural globalizada de narrativas terroristas que inspiran y promueven sus atentados, la denominada “yihad solitaria” contra Occidente; conectados a sus dispositivos móviles e inmersos en la nube digital; interactuando y (ciber)socializando en foros yihadistas y consumiendo propaganda de repositorios que almacenan de forma masiva el repertorio yihadista.
Las organizaciones terroristas son conscientes de que la traducción de sus contenidos propagandísticos, acercar la propaganda a su público objetivo, es fundamental para el adoctrinamiento, el reclutamiento y la recaudación de fondos, motivo por el que les es vital aprovechar al máximo el capital humano lingüísticamente capacitado para llegar a una audiencia más amplia.
Esta necesidad de difusión y traducción se plasma con gran claridad en el documento “The Media Jihad & Auxiliary Media / La Yihad Mediática y Medios Auxiliares”[3], donde señala que la “yihad mediática” tiene dos vertientes fundamentales y complementarias: la difusión y la traducción cuando afirma “el legado yihadista debe llegar a los musulmanes de todo el mundo en todos los idiomas y esta labor exige de capacidades traductoras y de difusión superiores”.
Por ello, tanto Al Qaeda como Estado Islámico han aumentado progresivamente sus capacidades de traducción creando aparatos específicos, pero también cuentan con la colaboración de sitios webs como la FUNDACIÓN I’LAM que llegó a sumar la capacidad de difundir contenidos en una treintena de idiomas.
La importancia de la traducción ha aumentado a medida que las grandes organizaciones terroristas de corte yihadista se han dado cuenta de que, para expandir su mensaje a nivel global, la accesibilidad y facilidad de comprensión del contenido del idioma son indiscutibles, al tiempo que han mermado las capacidades de traducción y difusión de sus aparatos propagandísticos oficiales con la pérdida del control de territorios desde los que operaban.
En la actualidad se observa cómo Estado Islámico y Al Qaeda están librando una carrera propagandística y lingüística, esto se ve reflejado en como el número de idiomas que emplean sigue creciendo, así como en las campañas lanzadas por ambas organizaciones terroristas para reclutar capital humano con habilidades técnicas e idiomáticas suficientemente amplias como para garantizar que el mensaje llega a todos los rincones del mundo.
Estrategia de la Guardia Civil y su experiencia en operaciones takedown
La Unidad Central Especial núm. 2 de la Jefatura de Información de la Guardia Civil viene desarrollando un importante esfuerzo en la lucha contra las estructuras virtuales que se dedican a la difusión de la propaganda yihadista, ya que el consumo de esta propaganda es el principal alimento de los procesos de radicalización yihadista para autoadoctrinarse, adoctrinar a otros o incitar a acciones terroristas, fenómeno que vienen observando los investigadores en los individuos detenidos y neutralizados en los últimos años y en el análisis del material propagandístico intervenido en múltiples operaciones contraterroristas.
La estrategia de la Guardia Civil va mucho más allá de la detención y neutralización de los individuos radicalizados o aquellos que se dedican a radicalizar a otros; gran parte de su labor se focaliza en identificar y atacar los servidores de las estructuras mediáticas virtuales que difunden la propaganda yihadista. Con estas acciones se limita considerablemente las capacidades de las organizaciones terroristas para difundir sus mensajes y propaganda, así como de captar y reclutar nuevos adeptos, disminuyendo la amenaza para la Seguridad Nacional que supone el consumo de propaganda.
De este modo, la Guardia Civil no solo investiga a las personas que cometen delitos de autoadoctrinamiento o adoctrinamiento de personas vulnerables como menores o personas con trastornos mentales, sino que también investiga la infraestructura en el entorno virtual de las organizaciones yihadistas.
El motivo de adoptar esta estrategia es que los analistas venían observando como la mayoría de los individuos radicalizados en España han utilizado estas plataformas para acceder a materiales yihadistas.
Las primeras Operaciones de la Guardia Civil en el ámbito de las acciones de takedown se desarrollaron en los años 2010, 2017 y 2019, con un importante apoyo de la Internet Referal Unit de Europol (en adelante, IRU). En 2010, la Guardia Civil desarrolló una Operación en la que la Audiencia Nacional declaró el foro yihadista “Ansar al Mujahidin” organización terrorista en sí misma, al considerar que fue creado y diseñado con la finalidad de reclutar combatientes al servicio de organizaciones terroristas. Esta resolución proporcionó a la Guardia Civil un mandato judicial para que, con el apoyo de Estados Unidos y Europol, se cerraran sus sitios webs, suponiendo un primer hito en la lucha contra la propaganda yihadista. En 2017, también con el apoyo de Europol y el FBI, la Guardia Civil desarrolló una Operación contra la App para Android de Amaq, agencia de noticias “oficial” de Estado Islámico y una de las entidades virtuales más importantes. En este caso, se atacaron los servidores de esta aplicación ubicados en Panamá, obteniendo información de individuos en todo el mundo relacionados con Amaq. Para ello fue necesario procesar más de 200 millones de consultas a la propaganda alojada en los servidores, detectando 52.000 usuarios repartidos en 133 países. Dada la trascendencia de esta Operación y de la información obtenida, la Autoridad Judicial española abrió paralelamente un caso en Eurojust, para facilitar el uso judicial de estos datos a diferentes países e investigar a esas personas.
La estrategia propagandística de los grupos terroristas evolucionó adaptándose a la situación, en parte provocada por este tipo de acciones takedown y los avances tecnológicos. De este modo las aplicaciones de mensajería instantánea como Telegram ganaron protagonismo.
En 2019, la Guardia Civil desarrolló una nueva Operación que permitió clausurar miles de cuentas y canales de la plataforma de chat encriptada Telegram en los que se difundía propaganda yihadista. Esta actuación contraterrorista también fue coordinada por la IRU de Europol y Eurojust, siendo desarrollada conjuntamente en doce países miembros de la Unión Europea, además de contar con la colaboración de nueve proveedores de servicios online.
La Operación Almuasasa
La investigación de los analistas de la Unidad Central Especial núm. 2 de la Guardia Civil se inició identificando las principales estructuras virtuales que permiten acceder a la propaganda yihadista de la órbita de Estado Islámico. Este es el caso del sitio web FUNDACIÓN I’LAM, que difundía propaganda de Estado Islámico traducida al español y a una treintena de idiomas, y que ha sido objeto de la investigación. Este canal ha sido instrumentalizado por los terroristas yihadistas y sus simpatizantes de manera ininterrumpida, creciente y preocupante en los últimos años, y ha tenido un gran impacto en cuanto al desarrollo de la actividad de esta plataforma sobre la radicalización yihadista.
Fruto de las investigaciones desarrolladas durante más de dos años, los analistas de la Guardia Civil pudieron constatar que los responsables de la FUNDACIÓN I’LAM también eran los creadores de otros sitios webs dedicados a la difusión de la propaganda de Estado Islámico, como las webs AL-RAUD[4], FAHRAS[5] y AL-FAJR[6], así como de otras plataformas similares cuya actividad se remonta hasta el año 2015, operando todas ellas bajo la denominada red SARH AL-KHILAFA.
La principal característica de la FUNDACIÓN I’LAM es su capacidad para facilitar el acceso a dichos contenidos en una gran variedad de idiomas; español, árabe, inglés, francés, alemán, turco, ruso, indonesio, pastún, entre otros. Esta labor de traducción permite hacer llegar las consignas y directrices de Estado Islámico a una audiencia global en un entorno de difusión exponencial.
Ejemplo de ello es que ya, en enero de 2022, los usuarios de la plataformaTechHaven se hicieron eco de la creación de una nueva página web que difundía productos propagandísticos oficiales de Estado Islámico, de entidades mediáticas afines, así como traducciones a varios idiomas en abierto, contando con un apartado específico en idioma español. En su mensaje de presentación, incluía un texto en inglés, en el que definía su objetivo y la relación de colaboración con la red de traducción de los “munasires”[7]: «Por la gracia de Alá Todopoderoso, y en cooperación con la fundación de traducción munasir que apoya al Califato – que Alá lo apoye – anunciamos el lanzamiento de la fundación -I’lam- especializada en la publicación de todo lo emitido por el Estado Islámico en varios idiomas».
Como se puede observar, la única finalidad de la página es la traducción y difusión de los productos propagandísticos lanzados por Estado Islámico.
Si bien dicha página web no integraba formalmente el catálogo de entidades mediáticas “oficiales” de Estado Islámico, sí que constituía uno de los principales puntos de acceso a la propaganda de este grupo terrorista, tanto para el material propagandístico considerado “oficial”, como para la difusión de abundante material creado y modificado por simpatizantes o “munasires”, que podemos catalogar como “no oficial” pero que, a efectos de radicalización, tiene igual o mayor capacidad, pues a menudo este material propagandístico, además de traducido a distintos idiomas, se encuentra mejor focalizado a las audiencias objetivo occidentales.
Estos servidores permiten acceder al catálogo completo de productos “oficiales” de Estado Islámico, tales como la agencia global de noticias Amaq, las Oficinas de Información de las distintas “Wilayas” (provincias) del Estado Islámico a nivel mundial (destacando las de África/Sahel, Afganistán/Khorasan, Siria e Iraq, entre otras), la radio Al-Bayan, las productoras oficiales Al Hayat Media Center y las Fundaciones Al-Furqan, Al-I’tisam, Furat, Ajnad, la editorial Al-Himma, el periódico digital semanal Al Naba, y las revistas Rumiyah, Dabiq, Dar al Islam, Konstantiniyye e Istok, entre otras.
Por otro lado, también se halla un completo repertorio de publicaciones “no oficiales” tales como la revistas Voice of Khorashan o Voice of Hind, editadas y divulgadas por la Al-Azaim, productora oficial de ISKP, la rama más activa del Estado Islámico y que proyecta una mayor amenaza en el contexto europeo y otros materiales de las Fundaciones Al Battar, Al Murhafat y Al Taqwa.
La relevancia de la estructura investigada radica en dos aspectos. Por un lado, en la ingente cantidad de material terrorista al que daba acceso. Por otro lado, destaca su diseño, conformado por una compleja estructura de servidores configurada para ser resiliente a los ataques y operando con sus páginas webs tanto a través de la “Surface Web” como de la “Dark Web”, lo que ha dificultado la investigación y la trazabilidad sobre las mismas.
Estos sitios, conocidos como Terrorist Operated Websites (TOW’s), actuaban como repositorios y nodo central de los contenidos producidos por las diferentes entidades mediáticas de Estado Islámico, permitiendo la distribución masiva de material propagandístico de manera descentralizada y a una magnitud nunca antes apreciada, a través de diversas redes sociales y aplicaciones de mensajería, desarrollando con ello una estrategia de difusión multiplataforma.
El análisis del contenido de estos servidores permitió establecer una imagen de toda la infraestructura en la que se alojaba este consorcio de entidades mediáticas, con servidores ubicados en diferentes países alrededor del mundo como Estados Unidos, Islandia, Francia, Alemania, Países Bajos, Estonia, Rumanía e Islas Seychelles.
Los investigadores pudieron determinar el modus operandi de los administradores en el diseño de la estructura, basada en un esquema resiliente de servidores estratificado en varias capas de seguridad y repartidos en diferentes jurisdicciones. Este diseño ha permitido que durante varios años las páginas webs investigadas hayan operado impunemente, ya que la estructura diseñado era capaz de absorber las acciones que se han desarrollado sobre ella al no alcanzar los nodos críticos de la infraestructura.
La investigación también descubrió la difusión de campañas de financiación del terrorismo a través del uso de distintas criptomonedas, lanzando campañas de financiación desde las propias páginas webs investigadas para la obtención de fondos con los que sostener las actividades terroristas en beneficio del Estado Islámico, para ello facilitaban tanto direcciones de depósito, como códigos QR que permitían la transferencia de fondos.
Cabe destacar que, en las decenas de servidores investigados e intervenidos, se han hallado varios Terabytes de información y productos multimedia yihadistas que actualmente estudian los analistas de la Guardia Civil con el objetivo de seguir recopilando evidencias que permitan identificar a sus responsables.
La ejecución del takedown
Según el Centro Antiterrorista Europeo de EUROPOL, las actividades de propaganda y de reclutamiento realizadas a través de Internet son reconocidas explícitamente como una parte integral de la yihad por las propias organizaciones terroristas, ya que permiten movilizar a los simpatizantes para cometer atentados bajo el estandarte del Estado Islámico.
En las páginas webs investigadas se instigaba de manera permanente a llevar a cabo acciones terroristas y se daba una amplia publicidad a los ataques terroristas cometidos tanto en Europa como a nivel global. Entre los contenidos publicados se encontraban traducciones a diversos idiomas europeos que incitan a la violencia y realizar atentados terroristas en Occidente.
Los analistas de la Guardia Civil venían observando en varias investigaciones llevadas a cabo en los últimos años que el consumo de propaganda a través del acceso a estas TOW, como la FUNDACIÓN I’LAM, AL-RAUD y FAHRAS, eran el denominador común de individuos radicalizados e investigados por delitos de terrorismo, pudiendo establecer una relación directa entre la radicalización de dichas personas y el acceso al contenido yihadista facilitado por las infraestructuras webs derribadas.
Por ello, la acción de derribo de los servidores o takedown constituye un hito estratégico en el marco de la lucha contraterrorista, tanto por el volumen de material yihadista almacenado en estos repositorios al que se evita su acceso; como por la complejidad técnica de la estructura, basada en un esquema resiliente de servidores repartidos en distintos países.
El éxito de esta operación se basa fundamentalmente en la eficacia de los mecanismos de cooperación internacional, tanto en el plano policial como judicial, ya que a lo largo de la misma se han llevado a cabo acciones coordinadas en múltiples países, tanto de dentro como fuera de la Unión Europea, lo que ha posibilitado llevar a cabo el takedown que ha derribado una de las principales fuentes de propaganda yihadistas de Estado Islámico. Estos han sido los países implicados en la operación:
Esta colaboración también permitió que el día de la acción, se desplegara en España una oficina móvil de Europol para proporcionar apoyo analítico durante las detenciones de los investigados radicalizados en España, al tiempo que las autoridades judiciales y policiales de toda Europa y Estados Unidos desmantelaban la infraestructura crítica online en una operación a gran escala que permitió derribar las plataformas y sitios webs de comunicaciones y propaganda terroristas, cerrando servidores en Alemania, Países Bajos, Estados Unidos e Islandia.
Además, el Centro Europeo Contra el Terrorismo se puso en contacto con empresas de tecnología para facilitar la recuperación de pruebas electrónicas fundamentales para la investigación.
Detenciones en España
Paralelamente a las investigaciones sobre la infraestructura virtual relacionada con Estado Islámico, se pudo identificar a varias personas residentes por toda la geografía española que se hallaban inmersos en procesos de radicalización fruto del consumo ininterrumpido del contenido yihadista expuesto en estos sitios webs a los que accedían de manera habitual.
Coincidiendo con la ejecución del takedown coordinado por Eurojust y Europol, se procedió a la detención de nueve sujetos, al considerar que se encontraban radicalizados. Junto a las detenciones, se realizaron registros domiciliarios a los detenidos en Algeciras (Cádiz), Antas (Almería), Los Realejos (Tenerife) y Salt (Gerona), al objeto de recopilar las evidencias de sus actividades y esclarecer completamente los hechos investigados.
Además, en el marco de esta investigación, en enero de 2024, también fue detenido un sujeto asentado en Lérida que, tras alcanzar el último estadio de su proceso de radicalización yihadista, tomó la determinación de desplazarse a zona de conflicto, siendo detenido instantes antes en el Aeropuerto Josep Tarradellas – El Prat, encontrándose actualmente en prisión provisional.
La elección del 11 de junio como fecha para acometer esta importante Operación, con acciones a nivel nacional e internacional bajo la dirección del Juzgado Central de Instrucción nº1 y de la Fiscalía de la Audiencia Nacional, y la coordinación de Eurojust y de Europol, estuvo relacionada con la celebración de importantes eventos deportivos internacionales previstos para el verano de 2024 (Eurocopa de futbol en Alemania y Juegos Olímpicos en Francia), con la finalidad de negar a la esfera de Estado Islámico una de sus principales fuentes de propaganda terrorista en el espacio online, atenuando de ese modo los llamamiento e incitaciones a atentados que se venían publicando a través de estas páginas webs.
La estrategia de la Guardia Civil contra la propaganda de los grupos terroristas no solo se focaliza en la detección y neutralización de los individuos que consumen y difunden contenidos yihadistas con su detención, sino que busca limitar las capacidades de difusión las organizaciones terroristas con acciones de derribo de sus servidores.
Desde ese punto de vista, las iniciativas desarrolladas en el marco de la Operación Almuasasa suponen un hito en la lucha contraterrorista, tanto por el volumen de material yihadista al que se evita su acceso, como por el ejercicio de buenas prácticas en la lucha global contra el terrorismo yihadista, en la que debe de predominar en todo momento una visión y perspectiva internacional, destacando la cooperación internacional lograda, tanto policial como judicial sin precedentes.
[1] El término “takedown”, en el contexto de la aplicación de la ley, especialmente en relación con la distribución de propaganda por Internet, se refiere a la acción de interrumpir, inutilizar o eliminar contenidos ilegales o nocivos de Internet. Esto puede implicar una variedad de técnicas y estrategias gubernamentales, incluyendo, pero no limitado a:
Este término se utiliza a menudo cuando se habla de los esfuerzos para combatir la delincuencia en línea, el ciberterrorismo y la difusión de propaganda nociva. Es importante señalar que estas acciones suelen ser llevadas a cabo por organismos policiales autorizados y deben cumplir con las leyes y reglamentos pertinentes.
[2] Paloma de la Fuente. «La propaganda de reclutamiento del DAESH a través de sus vídeos». Documento de opinión 20/2016. Disponible en: https://www.ieee.es/contenido/noticias/2016/02/DIEEEO20-2016.html
[3] El 14 de mayo de 2023 se detectó en RRSS la publicación del documento «The Media Jihad & Auxiliary Media / La Yihad Mediática y Medios Auxiliares» por parte de AL-KIFAH MEDIA, entidad mediática afín a Al Qaeda. Este documento de 26 páginas, en formato pdf. y cuya autoría corresponde a Jihad Muhammad Hasan, fue divulgado en diferentes idiomas como el árabe, inglés o francés. Entre su contenido destacaba la importancia de hacer la yihad en el entorno virtual aportando para ello una serie de directrices que todo «muyahidín virtual» debería seguir.
[4] La plataforma AL-RAUD se lanzó a finales de 2021 con la finalidad de archivar y compartir distintas publicaciones oficiales de propaganda de la organización terrorista Estado Islámico, incluyendo los vídeos de las autoproclamadas provincias del Estado Islámico, ediciones semanales del boletín informativo digital semanal al-Naba’ y otras publicaciones oficiales del Estado Islámico como Dabiq y Rumiyah.
[5] La plataforma FAHRAS es un agregador de vínculos a los sitios Web vinculados al Estado Islámico, que constituye una suerte de “índice” que facilita vínculos a varias páginas Web, tales como la FUNDACIÓN I’LAM, el proyecto al-Ru’ud (al-Raud), Akhbar al-Muslimin y al-Fajr ‘Holy Quran’.
[6] La entidad mediática ALFAJR fue creada en abril de 2022 para ejercer como sitio web de emisión en stream de la recitación del Corán editada por la entidad AJNAD MEDIA, rama mediática principal del Estado Islámico, encargada de la producción de nasheeds yihadistas y recitaciones del Corán.
[7] Los “munasir” son los partidarios o simpatizantes en Internet de Estado Islámico que ayudan a dar forma, amplificar y difundir su mensaje o narrativa, multiplicando el contenido de la propaganda del grupo terrorista. Participan en la producción de los medios “no oficiales” de Estado Islámico y desempeña un papel fundamental en cuanto a que proporcionan redes de contacto e información en diversos formatos, desde cómo fabricar una bomba a tácticas que puedan utilizar los “actores solitarios” para llevar a cabo posibles acciones violentas contra Occidente.