Observatorio de Atentados Yihadistas de junio de 2019

Imagen del atentado con coche bomba ocurrido en la ciudad de Aziz, Siria el 22 de junio.

1. Introducción y metodología

A pesar de que el terrorismo yihadista haya dejado de ser foco de atención durante los últimos meses, este fenómeno sigue mostrándose con una intensidad y virulencia similar a mostrada durante tiempos pretéritos. La mejor muestra de ello es que en el mes de junio se produjeron al menos 119 atentados en los que perdieron la vida 906 personas. El número de países en los que se ha cometido al menos un atentado de corte yihadista ha sido de 23: Irak, Siria, Afganistán, Pakistán, India, Indonesia, Filipinas, Líbano, Yemen, Egipto, Libia, Túnez, Mali, Burkina Faso, Nigeria, Níger, Chad, Camerún, RD Congo, Kenia, Somalia, Mozambique y Rusia.

A grandes rasgos, los principales núcleos de actividad yihadista siguen siendo Afganistán, Irak, Siria y la región del Sahel. En el caso afgano, los talibán han llevado a cabo este mes una serie de ataques sobre las fuerzas de seguridad locales que han sido especialmente importantes en la segunda mitad del mes en Baghlan y Kandahar, como muestran los casos de estudio #108, #110 y #114. Por su parte, Irak sigue siendo el escenario idóneo para mostrar el comportamiento insurgente hacia el que ha vuelto Daesh tras la caída de su califato yihadista. En este país, se han producido en junio 62 víctimas provocadas en 24 atentados que, si bien están caracterizados por mantener una baja intensidad, merman de forma continua tanto a las fuerzas de seguridad como la paz de la propia población. En cambio, la presencia de Daesh en Siria se puede considerar más residual, siendo Tahrir al Sham el principal grupo yihadista local, el cual mantiene en Idlib su área de influencia. No obstante, el potencial de este grupo ha quedado patente en los ataques perpetrados en Hama, donde han asesinado a 141 personas, la mayoría de ellos miembros de las fuerzas de seguridad y combatientes pro-Assad.

Por su parte, el Sahel sigue mostrándose como un hervidero de organizaciones yihadistas con una alta capacidad como para desestabilizar gran parte de la región. Mali sigue siendo el epicentro de esta inseguridad a través de la presencia de JNIM en mayor medida, mientras que esta inestabilidad se está trasladando de forma progresiva también por la vecina Burkina Faso, donde opera tanto el propio JNIM como el Estado Islámico del Gran Sahara (EIGS) y Ansaroul Islam. El otro gran foco de conflictividad como causa de la actividad yihadista se muestra en el noreste de Nigeria y el entorno del Lago Chad, donde operan tanto ISWAP como Boko Haram.

La metodología de la presente investigación tiene como base la búsqueda y el análisis de fuentes abiertas, siendo éstas esencialmente noticias de prensa nacionales e internacionales, informes de instituciones gubernamentales, ONG’s que trabajan sobre el terreno y comunicados emitidos por los propios grupos terroristas (teniendo en cuenta que la información de éstos no siempre es fiable y siendo contrastada previamente). Dichas fuentes son accesibles al lector y pueden ser consultadas a través del enlace adjuntado en los resúmenes que acompañan a los datos extraídos en cada uno de los casos de estudio registrados. No obstante, existen algunas excepciones en las que se ha decidido no añadir el enlace por motivos de sensibilización y respeto a las víctimas, al tratarse de imágenes que no se considera necesario mostrar.

En la sección que hace referencia a la autoría de los atentados, en determinados casos se puede leer “sin confirmar” junto al nombre de la organización terrorista. Esto sucederá en todos aquellos casos donde ningún medio oficial vinculado a la organización autora haya reivindicado dicho ataque. Pese a la falta de esta confirmación, existen vínculos, modus operandi y características comunes con otros antecedentes que pueden ayudar a determinar la autoría, aunque siempre exista el riesgo de equivocarse en el análisis de la información.

El objetivo último de este observatorio es intentar conocer los máximos casos posibles, sabiendo que resulta imposible plasmar todos ellos por la inaccesibilidad de medios o falta de información en determinadas regiones. Debido a esta razón, uno de los criterios que debe reunir un atentado para aparecer en esta investigación es que se produzca alguna víctima, dado el escaso (o nulo) eco mediático que tienen aquellos casos en los que por suerte no se producen muertes. A1ún así, los datos representados mes a mes permiten mostrar la evolución del terrorismo yihadista a partir de la actividad de las distintas organizaciones que lo representan a escala global.

Finalmente, se recuerda, como todos los meses, los criterios establecidos a la hora de contabilizar los casos de estudio:

• Atentados que sean perpetrados por organizaciones yihadistas o
• Cometidos por individuos inspirados en su ideología.
• Donde al menos se produce una víctima, pudiendo ser el propio terrorista.
• Que estén documentados por open sources, contrastadas en medios u organizaciones nacionales o internacionales

Tabla con casos de estudios documentados