Observatorio de atentados yihadistas de febrero de 2025

Lugar en el que se produjo el atropello masivo a mediados de mes en Múnich. Imagen: Alexa Gr’f/dpa via AP

1. Análisis

El terrorismo de corte yihadista ha vuelto a hacer acto de presencia sobre suelo occidental en febrero, al igual que ya ocurrió el mes anterior tras los dos atentados ocurridos en New Orleans (Estados Unidos) y Apt (Francia). En esta ocasión han sido dos los ataques ocurridos en Alemania y un tercero en el país galo. Como se verá a continuación, todos ellos muestran las mismas características que los atentados acontecidos en los últimos años en Europa, siguiendo el modelo de terrorismo de bajo impacto llevado a cabo por actores solitarios autoradicalizados que no guardan una relación de pertenencia con ninguna organización terrorista centralizada y cuya conexión se limita al influjo ideológico que estos individuos pueden recibir a partir del consumo de propaganda de organizaciones terroristas como Daesh.

En orden cronológico, el primero de los ataques ocurridos se produjo en la ciudad de Múnich, donde un joven afgano arrolló con un vehículo a decenas de personas que participaban en una manifestación, hiriendo de distinta gravedad a una treintena de ellas (caso de estudio #18). Tras su detención, hizo diferentes proclamas islamistas. Las primeras pesquisas apuntaron a que este individuo no había recibido instrucciones de alguna organización terrorista ni tampoco mantenía relación con Daesh o con otro grupo. No obstante, una vez conocidas sus relaciones con círculos extremistas, responsables de la lucha contraterrorista se hicieron cargo de la investigación.

El segundo de los ataques ocurrió en Berlín, donde un turista español fue apuñalado junto al monumento del Holocausto por un joven sirio de 19 años que manifestó posteriormente “querer matar judíos” (#25). Las autoridades confirmaron pocas horas después que este ataque tenía motivaciones religiosas y que posiblemente guardaba relación con los acontecimientos ocurridos en Oriente Medio desde octubre de 2023.

Un día después, en la ciudad francesa de Mulhouse un hombre de nacionalidad argelina apuñaló mortalmente a una persona e hirió de gravedad a dos agentes municipales utilizando como arma otro cuchillo (#26). El terrorista que cometió esta acción ya había estado en prisión en relación a delitos de terrorismo, tras ser condenado por mostrar su apoyo a Hamás y ensalzar las acciones terroristas acontecidas el 7 de octubre de 2023 en territorio israelí. Por este motivo, ya se encontraba en el listado de individuos fichados por terrorismo.

Estos tres ataques vuelven a poner de manifiesto la realidad que vive Europa en los últimos años en materia de terrorismo con ataques de baja letalidad cometidos por individuos autoradicalizados que ante la falta de recursos o de apoyo logístico y económico por parte de una organización centralizada deciden cometer acciones terroristas por cuenta propia a partir de los medios de los que disponen a su alcance, generalmente armas blancas. Asimismo, el aumento de ataques terroristas registrado en Europa a lo largo del último año, y como también muestra alguno de los atentados ya ocurridos en estos dos primeros meses de 2025, mantienen una relación directa con lo ocurrido en Oriente Próximo, tras los ataques de Hamás y la posterior ofensiva militar israelí sobre Gaza.

Dejando a un lado la situación en suelo europeo, es importante actualizar la situación en otro de los escenarios que más ha acaparado la atención durante los últimos meses en cuanto al desarrollo de la actividad yihadista. Este es el caso de la región semiautónoma de Puntland, en Somalia, donde se ha visto un incremento exponencial de la actividad terrorista desarrollada por el Estado Islámico en Somalia, ligada en buena medida a los centenares de combatientes terroristas extranjeros (CTE) que se han sumado a la organización en fechas recientes. Así se desprende de ataques como el cometido por ejemplo el pasado mes de diciembre donde una decena de CTEs fueron abatidos durante el asalto a una base militar. Sin embargo, este ataque debe entenderse como un preludio del acontecido a mediados de mes sobre Togga Jacel, también en la región de Bari en Puntland. En esta ocasión fueron un centenar de terroristas los que trataron de tomar otra base militar, aunque sin éxito, ya que las fuerzas defensivas consiguieron eliminar al menos a 70 de ellos. No obstante, el número de bajas militares tras el ataque también fue elevado, dándose al menos la muerte de 27 soldados (#14). Un aspecto característico de este ataque es el elevado número de suicidas empleados en la estrategia terrorista durante el ataque, dándose varias decenas de ellos.

Este ataque terrorista plasma la escalada de violencia y el aumento de las capacidades que está mostrando IS-Somalia en fechas recientes. Debido a este incremento de acciones terroristas de alta letalidad, las autoridades de gobierno de Puntland se han visto obligadas a lanzar una importante campaña contraterrorista bautizada con el nombre de Hilac (“relámpago”) para eliminar posiciones de IS-Somalia y hacerse con el control de sus diferentes campos de entrenamiento. En línea con esta ofensiva antiterrorista se han llevado a cabo diferentes operaciones que han acabado con la vida de varios combatientes de este grupo terrorista, algunas de ellas llevadas a cabo a lo largo del último mes.

La gravedad de la situación ha obligado a Estados Unidos a participar directamente con bombardeos selectivos sobre la región de Puntland, permitiendo algunos de ellos a acabar con la vida de líderes de IS-Somalia. De esta forma las fuerzas estadounidenses amplían su radio de actividad, el cual hasta este momento se ha centrado esencialmente en otras regiones de Somalia para combatir a Al Shabaab, grupo terrorista predominante en el país y socio de Al Qaeda.

Para terminar, a lo largo del último mes se ha producido al menos un atentado de inspiración yihadista que se ha saldado con la muerte al menos de una persona en un total de 21 países, siendo estos: Irak, Siria, Afganistán, Pakistán, Tayikistán, India, Tailandia, Filipinas, Mali, Burkina Faso, Benín, Malí, Níger, Nigeria, Camerún, República Democrática del Congo, Somalia, Yemen, Mozambique, Alemania y Francia.

2. Metodología

La metodología de la presente investigación tiene como base la búsqueda y el análisis de fuentes abiertas, siendo éstas esencialmente noticias de prensa nacionales e internacionales, informes de instituciones gubernamentales, organizaciones no gubernamentales que trabajan sobre el terreno y comunicados emitidos por los propios grupos terroristas (teniendo en cuenta que la información de éstos no siempre es fiable y siendo contrastada previamente). Dichas fuentes son accesibles al lector y pueden ser consultadas a través del enlace adjuntado en los resúmenes que acompañan a los datos extraídos en cada uno de los casos de estudio registrados. No obstante, existen algunas excepciones en las que se ha decidido no añadir el enlace por motivos de sensibilización y respeto a las víctimas, al tratarse de imágenes que no se considera necesario mostrar.

En la sección que hace referencia a la autoría de los atentados, en determinados casos se puede leer “sin confirmar” junto al nombre de la organización terrorista. Esto sucederá en todos aquellos casos donde ningún medio oficial vinculado a la organización autora haya reivindicado dicho ataque. Pese a la falta de esta confirmación, existen vínculos, modus operandi y características comunes con otros antecedentes que pueden ayudar a determinar la autoría, aunque siempre exista el riesgo de equivocarse en el análisis de la información.

El objetivo último de este observatorio es intentar conocer los máximos casos posibles, sabiendo que resulta imposible plasmar todos ellos por la inaccesibilidad de medios o falta de información en determinadas regiones^[1]. Debido a esta razón, uno de los criterios que debe reunir un atentado para aparecer en esta investigación es que se produzca alguna víctima, dado el escaso (o nulo) eco mediático que tienen aquellos casos en los que por suerte no se producen muertes, excepto en el caso de países occidentales donde sí se incluyen los atentados que no hayan provocado víctimas, así como aquellos otros que presenten unas particularidades propias que requieran su inclusión. El objetivo último es que los datos representados mes a mes permitan mostrar la evolución del yihadismo desde el punto de vista de las organizaciones terroristas suníes que se encuentran bajo el prisma de la yihad global.

Finalmente, se recuerda, como todos los meses, los criterios establecidos a la hora de contabilizar los casos de estudio:

• Atentados que sean perpetrados por organizaciones yihadistas suníes o
• Cometidos por individuos inspirados en su ideología
• Donde al menos se produce una persona fallecida, pudiendo ser el propio terrorista (con las excepciones ya citadas)
• Que estén documentados a través de técnicas OSINT y fuentes contrastadas

3. Tabla con casos de estudio relevantes

[1] A partir del 1 de enero de 2024 únicamente se darán a conocer públicamente aquellos casos de estudio dentro de la base de datos del OIET que resulten relevantes para apoyar las ideas expuestas en los análisis mensuales.