Observatorio de Atentados Yihadistas de septiembre de 2018

Introducción y metodología

La monitorización de la actividad yihadista realizada en el mes de septiembre por el Observatorio de Atentados Yihadistas ha permitido documentar 96 atentados cometidos por grupos que actúan bajo esta ideología extremista en 18 países distintos. Asimismo, el número de personas que han sido asesinadas como consecuencia de estas acciones ha sido de 601, reduciéndose en un centenar las víctimas en comparación con el mes anterior. Ambas cifras, mantienen la misma tendencia de retroceso que se aprecia a lo largo del año 2018, a excepción del mes de julio, donde el número de muertos fue superior al millar.

Afganistán sigue siendo el país más afectado por la violencia yihadista, convirtiéndose en escenario diario de atentados perpetrados tanto por los grupos talibán, como por Wilayat Khorsan de Daesh, quien, a su vez, está mostrando su capacidad como movimiento insurgente en Irak para seguir aumentando el número de bajas tanto en las fuerzas de seguridad como en la población civil.

El Sahel es la otra región más afectada por el terrorismo yihadista. En septiembre, se ha producido un incremento de atentados, dándose un repunte especialmente importante en Mali y en el entorno del lago Chad. En este sentido, es importante recalcar las diferencias, cada vez más visibles, en cuanto a la facción de Boko Haram afiliada a Daesh bajo el liderazgo de al Barnawi y la que se mantiene fiel a Shekau. Mientras la primera de ellas se centra en combatir a las fuerzas de seguridad, como evidencias los distintos ataques sobre bases militares nigerianas producidos este mes, el segundo sigue centrado en llevar a cabo ataques sobre poblados para lograr suministros e intentar realizar acciones yihadistas aisladas mediante atentados suicidas.

La metodología de la presente investigación tiene como base la búsqueda y el análisis de fuentes abiertas, siendo éstas esencialmente noticias de prensa nacionales e internacionales, informes de instituciones gubernamentales, ONG’s que trabajan sobre el terreno y comunicados emitidos por los propios grupos terroristas (teniendo en cuenta que la información de éstos no siempre es fiable y siendo contrastada previamente). Dichas fuentes son accesibles al lector y pueden ser consultadas a través del enlace adjuntado en los resúmenes que acompañan a los datos extraídos en cada uno de los casos de estudio registrados. No obstante, existen algunas excepciones en las que se ha decidido no añadir el enlace por motivos de sensibilización y respeto a las víctimas, al tratarse de imágenes que no se considera necesario mostrar.

En la sección que hace referencia a la autoría de los atentados, en determinados casos se puede leer “sin confirmar” junto al nombre de la organización terrorista. Esto sucederá en todos aquellos casos donde ningún medio oficial vinculado a la organización autora haya reivindicado dicho ataque. Pese a la falta de esta confirmación, existen vínculos, modus operandi y características comunes con otros antecedentes que pueden ayudar a determinar la autoría, aunque siempre exista el riesgo de equivocarse en el análisis de la información.

El objetivo último de este observatorio es intentar conocer los máximos casos posibles, sabiendo que resulta imposible plasmar todos ellos por la inaccesibilidad de medios o falta de información en determinadas regiones. Debido a esta razón, uno de los criterios que debe reunir un atentado para aparecer en esta investigación es que se produzca alguna víctima, dado el escaso (o nulo) eco mediático que tienen aquellos casos en los que por suerte no se producen muertes. A1ún así, los datos representados mes a mes permiten mostrar la evolución del terrorismo yihadista a partir de la actividad de las distintas organizaciones que lo representan a escala global.

Finalmente, se recuerda, como todos los meses, los criterios establecidos a la hora de contabilizar los casos de estudio:

• Atentados que sean perpetrados por organizaciones yihadistas o
• Cometidos por individuos inspirados en su ideología.
• Donde al menos se produce una víctima, pudiendo ser el propio terrorista
• Que estén documentados por open sources, contrastadas en medios u organizaciones nacionales o internacionales

Tabla con casos de estudios documentados

Claves

En este último apartado se ofrecen las cinco claves de este mes, siendo desarrolladas todas ellas y otras cuestiones con mayor detenimiento en el análisis que se publicará durante la próxima semana:

-El número de atentados documentados por el Observatorio de Atentados Yihadistas durante el mes de septiembre ha sido de 96, manteniendo una cifra ligeramente superior a la del mes pasado, lo que reafirma el descenso generalizado de ellos. Asimismo, las 601 víctimas producidas en estas acciones son un centenar menos respecto al mes pasado.

– El número de países donde se ha producido al menos una acción yihadista en septiembre han sido 18: Irak, Siria, Afganistán, Pakistán, Yemen, India, Filipinas, Egipto, Libia, Túnez, Mali, Nigeria, Chad, Camerún, Burkina Faso, Somalia, Kenia y Mozambique.

-El atentado ocurrido en la ciudad iraní de Ahvaz no ha sido incluido como un caso de estudio porque desde el Observatorio de Atentados Yihadistas se cree que la reivindicación de Daesh del mismo es cuestionable, pudiéndose ser un nuevo intento de apropiarse de la acción, la cual probablemente esté vinculada al terrorismo doméstico.

– A lo largo del mes se ha dado un repunte importante de las acciones yihadistas cometidas en el Sahel y el Cuerno de África, con una intensa actividad por parte de grupos como JNIM, ISGS, las facciones de Boko Haram, así como al Shabaab.

– En cuanto a Boko Haram, cada vez son más visibles las diferencias entre la facción vinculada a Daesh (ISWA) y la que mantiene su fidelidad a Shekau. En el caso de la primera, sus acciones siguen centrándose en las fuerzas de seguridad, mientras que, por otro lado, intentan ganarse el respaldo de la población local. En el caso de la segunda, su principal modus operandi sigue focalizado en la población civil, ya que centran sus acciones en las incursiones en poblado con el objetivo de lograr suministros para su supervivencia y los atentados suicidas.