A lo largo del mes de septiembre, la actividad yihadista ha disminuido en África Occidental. Los 114 atentados registrados—muy cercanos a los 115 del mes de marzo—suponen el menor valor de 2023 hasta la fecha. Un total de 519 civiles y militares habrían fallecido como consecuencia de este tipo de terrorismo, cifra que ascendería hasta los 702 si se contabilizasen los militantes muertos durante la comisión de atentados o a lo largo del desarrollo de operaciones de seguridad.
Las claves del mes:
Análisis de las regiones de estudio
A continuación, se ofrece un análisis pormenorizado de la actividad de carácter yihadista en cada una de las zonas de estudio a lo largo del mes de agosto de 2023.
Sahel Occidental
El descenso más acusado ha tenido lugar, precisamente, en Burkina Faso, que también es el país más afectado por este tipo de violencia. Los 33 atentados registrados allí suponen, por un lado, un descenso de más del 35% respecto al mes de agosto y, por el otro, la continuidad de una tendencia decreciente en el nivel de actividad terrorista por cuarto mes consecutivo.
El atentado de mayor envergadura, considerado de alto impacto[1], tuvo lugar en el norte del país, en Yatenga, donde miembros de JNIM atacaron un batallón mixto de militares y milicias civiles de autodefensa, causando la muerte de 53 personas (17 y 36, respectivamente) (caso de estudio 24).
El número de atentados de impacto medio también se habría visto drásticamente reducido, teniéndose constancia de un incidente de este tipo a lo largo de todo el mes. En este caso, el ataque tuvo lugar contra el puente de Koulponsgo, en los alrededores de Koulpélogo, presuntamente a manos de miembros de Ansarul Islam, afín a la coalición JNIM. En esta ocasión, un total de 12 civiles habrían fallecido (caso de estudio 85).
Pese a la gravedad de la situación doméstica—las autoridades de transición habrían evitado un nuevo golpe de Estado—a la que el país hace frente, su participación en la escena regional, especialmente en la derivada por el golpe de Estado en Níger, ha sido notoria. De hecho, durante el mes de septiembre, el gobierno ha aprobado una ley para autorizar el envío de tropas a su país vecino, a cuyas figuras golpistas apoyan.
Las diferencias cuantitativas entre Burkina Faso y Mali se estrechan: el descenso de la actividad yihadista en este último es mucho menor que en el caso burkinés, y la gravedad de los atentados registrados, mayor. Los dos atentados de alto impacto han tenido lugar en la zona central del país, en el Gourma Rharous y la región de Ménaka: en el primero de ellos, miembros de JNIM habrían atacado un barco que transportaba a lo largo del río Níger a pasajeros civiles entre las ciudades de Gao y Mopti, matando a al menos 49 de ellos (caso de estudio 29). Por otro lado, militantes del mismo grupo habrían llevado a cabo un ataque de gran envergadura contra posiciones militares en el aeropuerto de Gao. Un total de 37 efectivos de las Fuerzas Armadas de Mali habrían fallecido (caso de estudio 34).
Asimismo, la situación nacional del país se ha visto marcadamente agravada en las últimas semanas: el repliegue de los efectivos de la MINUSMA, misión de estabilización de las Naciones Unidas, ha supuesto un aumento de las tensiones en la región norte, incluyendo a grupos tuareg, que habrían protagonizado enfrentamientos con las fuerzas armadas recientemente.
En Níger, el número de atentados registrados se ha visto reducido prácticamente a la mitad, en comparación con el mes de agosto. Todos ellos, a excepción del cometido en Kandadji (caso de estudio 116), habrían sido de impacto bajo.
La situación internacional continúa complicándose: el presidente francés, Emmanuel Macron, habría anunciado la salida del contingente militar presente en Níger y el regreso de su embajador, Sylvain Itté, al que la junta militar habría anulado la inmunidad diplomática y declarado persona non grata.
En último lugar, de los países monitorizados del Golfo de Guinea, nuevamente Benín ha sido el único país afectado por la actividad de grupos yihadistas, marcando un máximo de siete atentados, todos ellos de impacto bajo.
Lago Chad
Los países de la cuenca del Lago Chad registran, asimismo, descensos en los niveles de violencia yihadista: en Nigeria ha tenido lugar el único atentado de impacto medio de la subregión, perpetrado en la localidad de Mafa por miembros de Boko Haram, que asesinaron a diez granjeros y secuestraron a otros tantos (caso de estudio 106).
En Camerún el descenso también ha sido evidente, y en Chad continúa sin registrarse actividad yihadista desde el mes de febrero.
Magreb
En esta ocasión, no se tiene constancia de atentados u operaciones antiterroristas en los países del Magreb.
Perspectiva regional
La perspectiva sobre la región de África Occidental continúa siendo negativa, pese a la reducción registrada en la actividad terrorista a lo largo del mes de septiembre. Las consecuencias de la implantación de las nuevas estrategias por parte de los regímenes autoritarios en algunos de estos países empiezan a ser palpables: en Mali, la situación empeora de manera continuada, añadiéndose ahora la reanudación de los enfrentamientos armados por parte de grupos tuareg, que han retomado la violencia tras la retirada de los efectivos de Naciones Unidas. Ello no resta influencia a los actores yihadistas, concretamente grupos afines a la coalición JNIM, cuya capacidad también se habría visto reforzada, como se evidencia con el asedio de la ciudad de Tombuctú, entre otras acciones perpetradas recientemente.
Aunque Níger ha mostrado cierto alivio en términos de violencia yihadista, la evolución de sus países vecinos podría servir para analizar posibles escenarios futuros en el país, donde las semanas posteriores al golpe de Estado estuvieron protagonizadas por un aumento de la violencia yihadista. No se espera que la reducción de este tipo de violencia sea duradera, teniendo en cuenta la tendencia mostrada por la nueva junta de gobierno.
[1] Se consideran atentados de bajo impacto aquellos que causan menos de 10 víctimas mortales; medio impacto, entre 10 y 29 muertes; alto impacto, 30 o más víctimas.