Observatorio de atentados yihadistas de septiembre de 2020

Imagen tras un atentado de al Shabaab en Somalia. Fuente: DW

1.Resumen

El terrorismo de carácter yihadista, un mes más, vuelve a tener un intenso protagonismo a nivel mundial. Solo en septiembre se han producido al menos 182 ataques que se han cobrado la vida de 698 personas.

Las dinámicas observadas a lo largo del mes continúan siendo similares a las estudiadas a lo largo del año. Afganistán y el Sahel como principales focos, la actividad de Daesh resurgiendo de forma paulatina en determinados territorios de Irak y Siria, la expansión de la influencia yihadista por buena parte de África y el aumento de ataques sobre el continente europeo se muestran como las principales tendencias a nivel global.

Pese a que estas dinámicas se están manteniendo, en septiembre se han constatado otras que es preciso comentar. En primer lugar, la proximidad de las elecciones legislativas y presidenciales en Somalia que se celebrará en noviembre apunta a ser la causa por la que Al Shabaab ha iniciado una campaña de atentados por una buena parte del país, siendo la capital Mogadiscio el objetivo prioritario de estos atentados. Varios terroristas suicidas se han hecho estallar en diferentes lugares, como fue el caso de las inmediaciones de un restaurante (caso de estudio #49) o de una mezquita (#61). También se ha producido la explosión de diversos artefactos en lugares de ocio, como muestra la explosión en una tetería en Gedo el 10 de septiembre en la que murieron dos personas (#60). Este incremento de atentados obedece al objetivo que tiene el grupo terrorista de desestabilizar la sociedad y que el miedo impida a la gente ir a las urnas, siendo la tónica habitual en países donde las organizaciones yihadistas tienen una capacidad elevada para mantener cadenas de atentados durante las semanas previas a la celebración de los comicios electorales.

En segundo lugar, en Egipto preocupa el desplazamiento geográfico que se está observando en Wilayat Sina. Esta organización terrorista, caracterizada por ser una de las primeras que juró fidelidad a Daesh tras la proclamación del califato yihadista en 2014, tradicionalmente tenía su zona de influencia en la Península del Sinaí. Sin embargo, desde que en 2017 al Sisi comenzó a presionar y a combatir eficazmente a Wilayat Sina, el grupo se ha visto obligado a buscar rutas alternativas donde poder refugiarse y continuar con su actividad. Precisamente, el Cairo se ha acabado convirtiendo en un lugar en el que cada vez es más frecuente que se produzcan operaciones antiterroristas frente a esta agrupación, así como atentados, evidenciando ambos el incremento de miembros de esta organización en la capital del país. El último de estos ataques ocurrió el día 28 de septiembre cuando dos terroristas trataron de llevar a cabo una emboscada sobre varios soldados egipcios, siendo abatidos ambos en la respuesta, sin que hubiese que lamentar otras víctimas (#171).

Un acontecimiento ocurrido en el mes de septiembre que también llama la atención es la reivindicación de Daesh a través de Amaq de un ataque en Tanzania. A pesar de que el contenido de este comunicado no ha podido ser demostrado como creíble a través de otras evidencias, no son pocos los que dieron por bueno este suceso. En este sentido, es importante que no se den como veraces todas las informaciones provenientes de agencias de noticias u órganos de comunicación de Daesh sin que la información pueda ser contrastada, ya que estas herramientas son utilizadas por la organización como un arma propagandística y es bastante frecuente que inflen los datos que aportan o difundan noticias cuya credibilidad es más que dudosa. Dicho esto, y pese a que las autoridades de Tanzania todavía siguen manteniendo que su país no ha sido escenario de ataques del Estado Islámico en África Central (ISCAP por sus siglas en inglés), lo cierto es que es cuestión de tiempo que la agrupación se adentre con fuerza en dicho territorio, dado que está tratando de ampliar su radio de actividad más allá de la provincia mozambiqueña de Cabo Delgado. En el momento en el que esto suceda, tampoco es descartable que los dirigentes de Tanzania sigan desmintiendo la presencia de la organización, ya que este es un error común que se ha dado recientemente en otros países del sur de Asia donde las autoridades niegan la realidad de cara a la opinión pública, a pesar de las evidencias que muestran lo contario. Un ejemplo de ello ocurrió en Bangladés, donde en 2016 se produjeron varios ataques en los que se reflejaba claramente cómo Daesh había ejercido una influencia en la planificación de ellos. Sin embargos, las autoridades del país no reconocieron la vinculación que el movimiento local mantenía con la organización que lideraba al Bagdadi hasta tiempo después, cuando la amenaza yihadista ya se había convertido en un serio problema para la seguridad del país.

Por otro lado,  Europa ha sido escenario de dos ataques terroristas vinculados a la influencia que se ejerce desde el espectro ideológico del salafismo yihadista. Sin duda alguna, el atentado ocurrido en Francia en la antigua sede de Charlie Hebdo ha adquirido una gran repercusión mediática por producirse pocas semanas después de la apertura del juicio y de la publicación de nuevo de las viñetas del Profeta. Mientras, por otro lado, en el Cantón de Vaud en Suiza una persona era asesinada y otras resultaban heridas tras ser apuñaladas en plena calle por un individuo que se había radicalizado (#72).

Por último, en el mes de septiembre veinte han sido los países que han sido escenario de al menos un atentado de inspiración yihadista, siendo estos: Afganistán, Siria, Irak, Pakistán, Filipinas, Tailandia, Egipto, Libia, Túnez, Mali, Burkina Faso, Níger, Nigeria, Camerún, Chad, Somalia, Kenia, Mozambique, Suiza y Francia.

2.Metodología

La metodología de la presente investigación tiene como base la búsqueda y el análisis de fuentes abiertas, siendo éstas esencialmente noticias de prensa nacionales e internacionales, informes de instituciones gubernamentales, ONG’s que trabajan sobre el terreno y comunicados emitidos por los propios grupos terroristas (teniendo en cuenta que la información de éstos no siempre es fiable y siendo contrastada previamente). Dichas fuentes son accesibles al lector y pueden ser consultadas a través del enlace adjuntado en los resúmenes que acompañan a los datos extraídos en cada uno de los casos de estudio registrados. No obstante, existen algunas excepciones en las que se ha decidido no añadir el enlace por motivos de sensibilización y respeto a las víctimas, al tratarse de imágenes que no se considera necesario mostrar.

En la sección que hace referencia a la autoría de los atentados, en determinados casos se puede leer “sin confirmar” junto al nombre de la organización terrorista. Esto sucederá en todos aquellos casos donde ningún medio oficial vinculado a la organización autora haya reivindicado dicho ataque. Pese a la falta de esta confirmación, existen vínculos, modus operandi y características comunes con otros antecedentes que pueden ayudar a determinar la autoría, aunque siempre exista el riesgo de equivocarse en el análisis de la información.

El objetivo último de este observatorio es intentar conocer los máximos casos posibles, sabiendo que resulta imposible plasmar todos ellos por la inaccesibilidad de medios o falta de información en determinadas regiones. Debido a esta razón, uno de los criterios que debe reunir un atentado para aparecer en esta investigación es que se produzca alguna víctima, dado el escaso (o nulo) eco mediático que tienen aquellos casos en los que por suerte no se producen muertes, excepto en el caso de países occidentales donde sí se incluyen los atentados también que no hayan provocado víctimas.  El objetivo último es que los datos representados mes a mes permitan mostrar la evolución del terrorismo yihadista a partir de la actividad de las distintas organizaciones que lo representan a escala global.

Finalmente, se recuerda, como todos los meses, los criterios establecidos a la hora de contabilizar los casos de estudio:

• Atentados que sean perpetrados por organizaciones yihadistas o
• Cometidos por individuos inspirados en su ideología.
• Donde al menos se produce una víctima, pudiendo ser el propio terrorista, a excepción
• Que estén documentados por fuentes abiertas contrastadas en medios u organizaciones nacionales o internacionales

3.Tabla con casos de estudios documentados