La instrumentalización de la narrativa yihadista en el conflicto entre Israel y Palestina

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Captura del vídeo emitido por la organización yihadista siria Hurras al Din

Documento OIET 04/2021

Captura del vídeo emitido por la organización yihadista siria Hurras al Din.

Desde hace dos semanas, Israel y Palestina se encuentran en una nueva escalada de violencia que altera una vez más la frágil estabilidad política y social que pueda tener Oriente Medio. Más allá de la continua violación de los derechos humanos que sufre la población palestina, de la utilización de esta como escudo humano por parte de la rama militar del grupo terrorista Hamas, de los cohetes lanzados por esta organización vinculada estratégicamente con el bloque chií sobre la población israelí y de las múltiples implicaciones geopolíticas a las que es preciso hacer referencia para comprender lo que está ocurriendo, este artículo trata de analizar los comunicados de distintas organizaciones yihadistas suníes en relación a los actuales acontecimientos. Todo ello con el fin de conocer cuáles son los puntos sobre los que hace hincapié cada una de las agrupaciones que se han pronunciado y profundizar en el rédito que pueden cosechar a través de los aspectos propagandísticos del mensaje.

La defensa del pueblo palestino es uno de los temas históricos más recurrentes en la propaganda yihadista. Previamente al surgimiento de Al Qaeda a finales de la década de los 80, la causa palestina ya era una de las principales reivindicaciones dentro del movimiento islamista, acaparando buena parte de la atención tanto de los grupos moderados como de aquellos otros con postulados más extremistas y violentos. Sin ir más lejos, el palestino Abdullah Azzam, considerado como el padre de la internacionalización de la yihad, se sumó como un fedayín[1] más a la lucha por su pueblo durante su juventud frente al enemigo israelí en el año 1969 tras sufrir en sus propias carnes los agravios a los que se veía sometida la población palestina.

A lo largo de su prolífica actividad literaria, Azzam centró buena parte de su discurso en defender la causa de Palestina, como muestran sus obras Cáncer Rojo (1980) y Hamas: Raíces históricas y cartas, publicada en 1990, un año después de su asesinato. Precisamente, el mismo año de su muerte, afirmó lo siguiente en uno de sus últimos escritos: “soy palestino, y si encontrara un camino hacia Palestina y Al Aqsa, iría para combatir allí[2]. Para comprender el significado de esta frase resulta clave entender las críticas que había recibido el propio Azzam años atrás por parte especialmente de otros combatientes palestinos, quienes le recriminaban que se hubiese implicado en su lucha con los muyahidín en Afganistán y hubiese dejado de lado la causa de su propio pueblo.  Él no rehuyó de estas críticas, defendiendo su postura con algunas reflexiones como: “para mí, Afganistán no es más grande que Palestina[3] o “Palestina es más importante que Afganistán. Todos los árabes capaces de combatir en Palestina deben hacerlo[4]. Según el mismo Azzam, fueron dos los motivos por los que se decidió priorizar el esfuerzo en la lucha afgana: el secuestro que sufrió la resistencia armada palestina por los movimientos y partidos de izquierda y la inaccesibilidad física al territorio palestino a partir de la década de los 70. Es más que probable que Azzam tuviese un objetivo estratégico a la hora de priorizar en la guerra en Afganistán, ya que él creía que una victoria en este escenario se traduciría en un mayor apoyo y un incremento de la movilización de los musulmanes de cara a otros conflictos, impulsando así otras causas como era la liberación de Palestina[5].

Como puede verse a grandes rasgos, el caso de Azzam es uno de los mejores ejemplos para conocer cómo la lucha palestina fue asumida por el recién nacido imaginario yihadista transnacional. Otras reconocidas figuras del movimiento como Abu Qatada al Filistini o Abu Muhammad al Maqdisi, ambos también palestinos, acabarían contribuyendo enormemente a la defensa de su territorio natal desde una visión más pragmática[6]. En términos organizativos, al Qaeda asumió este discurso como propio. Desde los primeros mensajes de Osama Bin Laden hasta el reciente comunicado publicado por la organización el pasado día 17 de mayo, Palestina ha ocupado un lugar central. Durante este tiempo han sido múltiples los llamamientos realizados para liberar el territorio y expulsar de él a los cruzados.

Valga decir que, ante los acontecimientos actuales, Al Qaeda Central ha reaccionado, como suele ser habitual en el grupo, con cierta cautela y esperando a que se desarrollaran suficientemente los acontecimientos antes de dar a conocer su visión al respecto. Así, han tenido que transcurrir casi dos semanas desde el inicio de los ataques para que la organización se pronuncie. Previamente ya lo habían hecho otros grupos simpatizantes, alguna de sus franquicias regionales y actores independientes como Hayat Tahrir al Sham.

La primera agrupación que lanzó un comunicado en defensa de la causa palestina frente a los ataques israelíes fue Jaysh al Ummah, organización cuyo radio de actividad se sitúa en la franja de Gaza y está vinculada a al Qaeda, con quien comparte afinidad ideológica pero no una relación formalizada a través del pronunciamiento de la bay’ah[7]. Este grupo se responsabilizó de algunos de los ataques realizados sobre Israel durante los primeros días de enfrentamiento, reivindicando la autoría de dos misiles que impactaron sobre territorio de su enemigo a través de un comunicado emitido el 10 de mayo. Al día siguiente se pronunciaría una de las organizaciones terroristas más representativas: Al Qaeda en la Península Arábiga (AQPA), responsable de recientes atentados cometidos sobre Occidente tales como el que tuvo lugar en la sede de la revista Charlie Hebdo en enero de 2015 o el ocurrido en la base estadounidense de Pensacola en Florida en diciembre de 2019. El mensaje publicado por AQPA responsabilizaba directamente a Israel de lo ocurrido y hacía un llamamiento en los siguientes términos: “lucha contra los judíos. Hazles frente con explosivos, cohetes, armas, cuchillos, hondas y piedras“. Ese mismo día, y en un lenguaje mucho más comedido y moderado, Hayat Tahrir al Sham (HTS), organización liderada por el carismático Abu Mohammad al Jolani, lanzaba un mensaje que poco dista del que podría ser publicado por cualquier organismo internacional que apoyase la causa palestina. En este comunicado se pueden leer frases como “condenamos en los términos más enérgicos esta injusta agresión contra la tierra de Palestina”. Esta diplomacia con la que trata de presentarse HTS de cara a la opinión pública y ante la comunidad internacional durante los últimos meses (sirva como ejemplo la reciente entrevista grabada en vídeo y realizada al propio al Jolani por Martin Smith) le ha dado un rédito notable dentro del escenario sirio, alzándose como uno de los pocos actores capaces de hacer frente al régimen de Al Assad y obteniendo un creciente apoyo por parte de la población local más allá de su principal bastión en Idlib. No hay que olvidar que esta estrategia seguida por al Jolani bajo el liderazgo de HTS comenzó con su desvinculación de la marca de Al Qaeda hace escasos años, tras haber sido la cabeza visible del desaparecido Frente Al Nusra, brazo armado de Al Qaeda en Siria. Desde entonces, HTS se presenta como un grupo independiente dentro del movimiento yihadista global, sin vinculación alguna ni con Al Qaeda ni con Daesh, y con una agenda marcada únicamente por su dimensión local.

El día 12 de mayo, otra de las principales franquicias regionales de Al Qaeda, en este caso Al Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI), seguía el estilo argumentativo de su organización homóloga de la Península Arábiga y publicaba un texto en el que podía leerse frases como: “el único camino en Palestina es la yihad” o “combatir a Israel es ahora la prioridad”. Asimismo, en otro de los fragmentos del texto se hacía un llamado a que se diesen nuevos ataques sobre Israel. Este comunicado fue precedido horas después de otro emitido desde Pakistán por el brazo talibán que opera en este país bajo el nombre de Tahreek-e-Taliban y en el que se establecía una analogía entre lo ocurrido en Afganistán y en Israel. Aludiendo al reciente anuncio de la retirada de tropas por parte de Estados Unidos del país afgano, este grupo terrorista afirmaba que “la derrota de Israel está próxima, como la de Estados Unidos en Afganistán”. No supone ninguna sorpresa que la retirada de tropas estadounidenses tras dos décadas en Afganistán vaya a ser aprovechada en términos propagandísticos tanto por Al Qaeda Central y los grupos talibán, así como por sus respectivos grupos asociados, siendo este con toda seguridad un tema muy recurrente en los futuros panfletos yihadistas de cara a ejemplificar su victoria sobre Occidente.

El último grupo vinculado a Al Qaeda en pronunciarse previamente al comunicado emitido directamente por la organización central fue su filial en Siria, conocida como Hurras al Din, la cual plasmó un discurso poco elaborado y focalizado a partir de un pensamiento dicotómico en el que la realidad se manifiesta de forma simplista[8]. En este comunicado grabado en vídeo se ofrece una visión de blancos y negros que llevaba como título “La verdad del conflicto” y que plasma el enfrentamiento entre musulmanes e infieles como tema principal. A lo largo del mensaje se afirma que “no hay justicia a menos que las fuerzas se igualen. El terrorismo es enfrentado con terrorismo” en una alusión indirecta a lo que está ocurriendo entre Israel y Palestina.

El mensaje discursivo de las franquicias de Al Qaeda contrasta en gran medida con el publicado el día 17 por la estructura central de dicha organización. A través de un análisis del comunicado completo se pueden extraer diferentes conclusiones que resultan muy ilustrativas para conocer cómo este grupo interpreta la realidad y los recientes acontecimientos. Pese a que el aspecto más relevante de este mensaje es el llamamiento que se hace a la yihad bajo los términos “musulmanes de todos los lugares, esta es una llamada de vuestros hermanos de Al Qaeda para la guerra y la mayor yihad en apoyo de la causa del islam en Palestina, y para apoyar todas las causas de la Ummah”, no es menos interesante profundizar en cómo se refleja la relación con Hamas y la interpretación de lo ocurrido a través de la dimensión geopolítica dentro del mundo árabe. En lo que refiere a Hamas, resulta ilustrativo ver la diferencia que Al Qaeda hace de los brazos políticos y militares de la organización. Mientras que para la vertiente política no tiene más que palabras de rechazo, catalogando a sus responsables de apóstatas por no implementar de forma íntegra la sharía, la facción militar recibe numerosos elogios por hacer frente de forma directa al enemigo judío, hasta el punto de tratar como mártires (con todo lo que ello simboliza y representa) a los combatientes que han muerto como consecuencia de los ataques israelíes. Esta decisión obedece a una estrategia discursiva de al Qaeda y a una lectura interesada e interpretada a partir de su propia conveniencia. A través de esta diferenciación entre la rama política y militar de Hamas, la organización sigue siendo fiel a su narrativa de rechazo hacia la organización chií, pero muestra su apoyo hacia aquellos que están combatiendo a su también enemigo. Un dilema complejo en el que Al Qaeda sabe a la perfección ajustar de nuevo su mensaje para presentarse por encima de todo como defensor del pueblo palestino y de los musulmanes.

En cuanto a la interpretación de los acontecimientos a partir de su propia cosmovisión de las relaciones internacionales, Al Qaeda critica duramente a los gobiernos de los países árabes por haber establecido recientemente canales diplomáticos y negociaciones con Israel. Estas críticas recaen especialmente en países como Emiratos Árabes, Bahréin o Marruecos, Estados con los que Israel ha normalizado recientemente sus relaciones.

Este análisis del discurso propagandístico de las distintas organizaciones yihadistas que se han pronunciado hasta la fecha en relación al conflicto palestino-israelí no podía finalizar sin comentar brevemente cuál es la posición de la órbita de Daesh. Lo primero que hay que decir al respecto es que, al contrario de lo que suele ocurrir, la reacción ha sido más tardía de lo esperado, hasta el punto de que la organización central continúa sin pronunciarse en el momento en el que se escribe este artículo. No obstante, a través de propaganda elaborada y difundida por simpatizantes de la organización a través de redes sociales y aplicaciones de mensajería como Telegram, se hace referencia a esta cuestión a través de distintos llamamientos para realizar la yihad en Palestina e incitando a cometer atentados terroristas siguiendo las tácticas que se explican en algunos de sus manuales. Hasta este momento, la opinión más cercana y vinculada oficialmente a Daesh que se conoce es la plasmada por la revista Voice of Hind, una publicación lanzada en el año 2020 que podría considerarse como heredera de Dabiq y Rumiyah por su diseño visual y por utilizar el inglés como idioma vehicular. Si bien es cierto que el público objetivo de esta revista se centra en la población musulmana del subcontinente indio, cada vez con más frecuencia se observa cómo otros temas de ámbito internacional están teniendo cabida en los últimos números publicados. La mejor muestra de ello la encontramos precisamente en una especie de reedición de su último número en el cual se observa una infografía en la que se aprecia de fondo la cúpula dorada de la mezquita de Al Quds acompañada de un texto en el que se lee: “Estamos combatiendo en Irak y en Siria, pero nuestros ojos están en Al Quds”.

Las organizaciones yihadistas se caracterizan por aprovechar cualquier suceso que genere caos e inestabilidad para obtener un beneficio propio. En la mayoría de casos, utilizan sus discursos y comunicados como herramienta propagandística por excelencia para transmitir y hacer llegar a sus simpatizantes su ideario y la propia cosmovisión de los acontecimientos. Así consiguen justificar la importancia y la necesidad de su existencia a la vez que dan a conocer los medios para alcanzar su fin. Recientemente ocurrió con la pandemia mundial provocada por la Covid-19, interpretada con distintos matices por las diferentes agrupaciones yihadistas, pero compartiendo el mensaje de que el virus era un castigo de Alá[9]. Ahora ocurre algo similar con la escalada de violencia ocurrida en Gaza e Israel. Más allá de estos matices a la hora de interpretar lo que está ocurriendo tanto en una escala local como a través de su dimensión global, las diferentes organizaciones yihadistas que se han pronunciado sobre ello muestran con rotundidad su apoyo a la causa palestina y la necesidad de combatir al enemigo judío. Para lograrlo, Al Qaeda y sus franquicias regionales han hecho un llamamiento a la yihad para que los musulmanes acudan a la defensa del pueblo palestino.

Solo el tiempo dirá el efecto que tiene este llamamiento y las implicaciones que puede tener para el desarrollo de los acontecimientos. Como se ha visto, la causa palestina ha ocupado históricamente y seguirá ocupando un lugar central en el discurso yihadista, discurso que ha sido instrumentalizado por las organizaciones yihadistas suníes con el fin de seguir presentándose como las únicas valedoras de la comunidad musulmana.

 

[1] Este término de origen árabe hace referencia a los guerrilleros palestinos. El vocablo fedayín se diferencia esencialmente, y a muy grandes rasgos, del mujahid porque no tiene un a connotación religiosa.

[2] AZZAM, Abdullah (1989), Dhikrayat filastin [Memorias de Palestina].

[3] HUSNI, Jarrar (1990), Al-shahidd abdallah azzam [El mártir Abdullah Azzam].

[4]  AZZAM, Abdullah (1985), al-difa’ ‘an aradi al muslimin [La defensa de las tierras musulmanas].

[5] HEGGHAMMER, Thomas (2020), The Caravan. Abdallah Azzam and the rise of global jihad, Cambridge University Press.

[6] NESSER, Petter (2013), Abu Qatada and Palestine, Die Welt des Islam, nº 53, vol. 3-4.

[7] Para profundizar en el significado y la importancia de la bay’ah, véase: IGUALADA, Carlos, YAGÜE, Javier (febrero 2021), The Use of Bay’ah by the Main Salafi-Jihadist Groups, Perspectives on Terrorism, vol. 15, No. 1, pp. 39-48.

[8] AL TAMIMI, Aymenn (12 de mayo de 2021), The Truth of the Conflict. New Speech by Sami al-Oraidi of Hurras al-Din.

[9] ALTUNA, Sergio, GARCÍA-CALVO, Carola (abril de 2020), ¡Castigo de Alá! El movimiento yihadista global ante la crisis del COVID-19, Real Instituto Elcano.