Casos de estudio Magreb y Sahel julio 2024
Aumenta la actividad yihadista (122) durante el mes de julio pero se reduce considerablemente el número de víctimas mortales (725). JNIM capitaliza la mayoría de los ataques (68) seguido de Estado Islámico en el Sahel (EIS) en un contexto donde los grupos armados en el norte de Mali complican la estrategia de expansión militar de las FAMa y Wagner.
Las claves del mes:
Análisis de las regiones de estudio
A continuación, se ofrece un análisis de la actividad de carácter yihadista en cada una de las zonas de estudio a lo largo del mes de julio de 2024.
Sahel Occidental
En términos cuantitativos, la actividad terrorista en Burkina Faso mantiene unos valores similares a los que lleva experimentando a lo largo del segundo trimestre del año. Lo que destaca en este análisis es la significativa reducción en el número de víctimas mortales, que ha disminuido más de la mitad (352) en comparación con el análisis anterior (725).
Los dos ataques de alto impacto se registraron en la región de Boucle du Mouhoun y en el Centro-Este, perpetrados por grupos asociados a JNIM: Ansaroul Islam y Sékou Mouslimou, respectivamente. En el primer caso, Ansaroul Islam atacó el 20 de julio la localidad de Koro (Nouna), asumiendo el control de la zona y ejecutando y secuestrando a varios habitantes antes de retirarse. Según fuentes locales, al menos 30 civiles perdieron la vida y varias decenas fueron secuestrados o siguen desaparecidos (caso de estudio #70). El segundo incidente ocurrió el 31 de julio en Napadé, donde las fuerzas de seguridad se enfrentaron a cientos de combatientes de Sékou Mouslimou en una batalla que culminó en una victoria para las fuerzas gubernamentales, aunque con la pérdida de 46 soldados y más de 60 heridos. Casi 100 combatientes de Sékou Mouslimou fueron abatidos en este enfrentamiento, lo que supone un respiro en la lucha contra este grupo y proporciona mayor seguridad en los puntos fronterizos con Togo y Benín (caso de estudio #118).
En la región oriental, las dinámicas de seguridad han experimentado un deterioro significativo. La violencia en torno a Bogandé ha escalado considerablemente a manos de Ansaroul Islam, que ha conseguido llevar a cabo una serie de acciones coordinadas en múltiples puntos. Los ataques, que han incluido asaltos y saqueos en varias localidades como Nagaré, Gabondi y Kossoudougou, se han saldado con la muerte de varias decenas de civiles y miembros de los VDP. La inseguridad también provocó un aumento en el desplazamiento forzado, con personas desplazadas en Fada moviéndose hacia nuevas áreas en busca de seguridad.
Un elemento a destacar en este análisis es la aparición de mujeres entre los terroristas, lo que sugiere -a falta de unos resultados verificables con el tiempo- un posible cambio en la hoja de ruta táctica de Ansaroul Islam que añade una capa más de complejidad y adaptación.
A pesar de la presencia del Batallón de Intervención Rápida (BIR) 19 en Bogandé, fuentes locales denunciaron la ausencia de intervención por parte de la unidad, generando un profundo malestar entre la población. Los residentes comenzaron a protestar y exigir una mayor protección y presencia de las autoridades locales en lugar de la distancia aparente desde la capital. El 20/07 los vecinos de Djibo también protestaron por la misma causa y denunciaron el bloqueo de la ciudad a la que han sido sometidos sus habitantes desde hace más de un año.
En el sur, JNIM atacó las aldeas de Gontiedougou y Dibidougou en la región de Mangodara. Estos ataques resultaron en la muerte de 13 VDPs, con la incautación de armas y motocicletas. La proximidad a la frontera con Costa de Marfil y el mensaje transnacional de los ataques apuntan a la creciente expansión de la influencia operativa de JNIM hacia este área fronteriza, confirmando la estrategia de consolidación y expansión territorial anticipada en análisis anteriores.
Con respecto a los enfrentamientos entre grupos yihadistas, cabe destacar el choque entre Estado Islámico en el Sahel y JNIM en Yebelba (provincia de Séno). EIS afirmó haber atacado una patrulla de JNIM, lo que habría causado la muerte de aproximadamente 20 combatientes de este último, varios heridos y la destrucción de dos motocicletas. También se incautaron seis motocicletas y diversas armas y municiones. Ambos se encuentran intensificando la competencia por el control territorial y los recursos de la zona, por lo que estos enfrentamientos son una muestra más de la dinámica de competencia en curso que busca alterar los equilibrios de poder entre las organizaciones operativas en las inmediaciones de la Reserva del Sahel.
En Mali, las dinámicas de violencia han tenido el efecto contrario al caso de Burkina Faso. El volumen de ataques ha disminuido considerablemente, hasta situarse en las 22 acciones con una o más víctimas mortales, mientras que el número de víctimas prácticamente se ha duplicado (154) con respecto al mes anterior (78).
Las fuerzas de Wagner y FAMa han experimentado importantes reveses durante el periodo de análisis en la región de Kidal. El 22 de julio, en una operación destinada a recuperar el control en el norte, tuvo lugar la incursión militar en In-Afarak, cerca de la frontera con Argelia y espacio de tráfico de todo tipo de bienes. In-Afarak, que cuenta con una gran presencia del CSP-DPA, se saldó con un fiasco militar considerable y la captura y ejecución de un civil, además de la destrucción de propiedades locales. El mismo día, parte de estas unidades de FAMa y Wagner habían tomado rumbo a Boughessa, lugar de ifoghas y de Iyad Ag Ghaly donde combatientes del CSP habían encontrado refugio. La llegada de las tropas provocó un éxodo de una parte de la población que intentó cobijarse en Argelia, pero que no prosperó por la presencia de soldados argelinos.
Pocos días después, entre el 25 y el 27 de julio, se produjo un enfrentamiento cerca de Tinzawatèn/Tinzaouaten (Kidal) en un ataque que ha escalado la dinámica del conflicto a favor de las fuerzas rebeldes y las milicias yihadistas. En esta ocasión, combatientes de Wagner y FAMa que buscaban expandirse y tomar el control de la localidad fueron completamente derrotados por el CSP-DPA, sufriendo bajas considerables y la pérdida de varios vehículos blindados. Se vieron superados en número y rodeados por los rebeldes. La FAMa envió un MI24 al lugar que fue alcanzado por los rebeldes y tuvo que retirarse a Kidal, donde impactó contra una casa. El 27/07, los combates continuaron mostrando una evidente victoria rebelde y FAMa/Wagner se vieron obligados a retirarse hacia Tadelhok y Kidal, pero se encontraron con JNIM por el camino. En esta retirada de Wagner y FAMa de Tinzawatèn, fueron sorprendidos por JNIM en una emboscada que no dejó ningún superviviente. El propio responsable de esta operación y emir de Tinessako, Abdelrahmae Zaza, aparece en varios videos durante la comisión del ataque. El combate contó con una coordinación extrema entre CSP y JNIM, relevándose ambos bandos en los puestos de ataque y vigilancia para asegurar una energía óptima en el campo de batalla. Posteriormente, se comprobaron las buenas relaciones entre ambos grupos al dejar a JNIM vía libre para atacar las tropas replegadas. Incluso Alghabass Ag Intalla habría liderado en persona la operación, según fuentes locales.
Se barajan muchas cifras en torno al volumen de víctimas, algo acorde a la guerra informativa que viene produciéndose desde el inicio del conflicto. Algunas fuentes informan entre 20 y 50 mercenarios abatidos de Wagner y 10 víctimas del bando de las FAMa, así como la destrucción de todos sus vehículos, mientras que otros medios aseguran contar ya con 80 víctimas mortales entre el personal ruso y maliense. Altos dignatarios de Wagner murieron además en este enfrentamiento, incluido Anton Elizarov (Yelizarov), alias “Lotus” y líder de Wagner tras la muerte de Prigozhin. El administrador del canal ruso Telegram Gray Zone, que cuenta con medio millón de suscriptores, también fue una de las víctimas de la emboscada.
La derrota militar en Tizawatène ha sido absoluta en términos tanto tácticos como estratégicos, asegurando por el momento el control de los rebeldes en los alrededores de Kidal. Esta acción supone un duro golpe a los planes de expansión rusa en Mali, al que se le atribuye un nuevo plan en vías de desarrollo que presumiblemente contará con duras represalias contra casi una veintena de líderes armados tanto yihadistas como rebeldes.
Por su parte, JNIM intensificó sus operaciones contra las fuerzas del orden y sus asociados rusos al anunciar el bloqueo de Douma el 14 de julio como medida de control territorial, acusando a sus habitantes de colaborar con Wagner y FAMa. El 29 de julio, JNIM emboscó un convoy de las fuerzas del orden en esta localidad, lo que causó la muerte de cuatro miembros Wagner y un soldado maliense y los obligó a replegarse del campamento militar. A día de hoy, Douma sigue bajo control yihadista.
Con respecto a la violencia entre grupos yihadistas, cabe destacar el conflicto interno aunque controlado dentro de JNIM de dos facciones rivales fulanis en Tangara-Were (Ségou) el 22 de julio. Un bando estaría dirigido por Julaibib Al Fulati y el otro por Abou Issa Al Fulati. Esta confrontación, presumiblemente por desacuerdos de carácter técnico (sobre la gestión y el control del territorio) cuenta no obstante con un trasfondo ideológico, teniendo en cuenta el acercamiento de posturas de sus dos líderes a Iyad Ag Ghaly y Amadou Kouffa respectivamente. El incidente se saldó con la muerte de unos 20 combatientes entre ambos.
En cuanto a Estado Islámico en la provincia del Sahel, resulta destacable el ataque de éxito dirigido contra Ismaguil Ag Arahmat, jefe militar del Movimiento para la Salvación de Azawad (MSA) a fecha de 01/07 en su domicilio en Gao. Este asesinato tiene su explicación en la participación de Ag Arahmat en la eliminación del comandante de alto rango Abu Houzeifa, alias “Higgo”, unos meses atrás.
En Níger, la actividad yihadista casi se duplica en número de ataques al registrarse un total de 11 acciones yihadistas con una o más víctimas mortales, más de la mitad a manos de Estado Islámico en el Sahel. El balance de víctimas también ha aumentado considerablemente, pasando de 78 fallecidos a 110 para esta ocasión.
El aumento de estas cifras tiene su explicación en gran medida en dos de los ataques protagonizados por EIS entre el 20 y 22 de julio. En el primer caso, elementos de EIS tendieron una emboscada a una enorme fila de vehículos que transportaban a más de 200 miembros de las fuerzas de seguridad en Ikarfane, Tillabéri (caso de estudio #80). Al menos 34 militares fueron asesinados en el enfrentamiento y hubo un gran número de heridos. Los terroristas se hicieron con una gran cantidad de equipo, incluidos cuatro vehículos blindados y más de una docena de camionetas. El segundo caso fue una emboscada también contra fuerzas de seguridad durante un patrullaje cerca de Kokorou (Tillabéri). Al menos 27 militares perdieron la vida y otros miembros del convoy resultaron heridos. Los terroristas se hicieron con dos vehículos, armas y municiones. Este tipo de situaciones ocurridas en Kokorou, Ikarfane o en Mbanga el 18/07 forman parte de la cruda realidad que sacude al país y que demuestran una falta de estrategia y anticipación a los ataques considerable.
Uno de los acontecimientos más relevantes para la seguridad interna nigerina ocurrió el 10 de julio con una fuga masiva en la prisión de alta seguridad de Koutoukale, 40 km al noroeste de Niamey. Este complejo penitenciario, considerado uno de los más seguros del país, albergaba a una variedad de detenidos, incluidos militantes armados, criminales, exoficiales del ejército involucrados en intentos de golpe de Estado y traficantes de drogas. Durante la fuga, algunos de los prisioneros fueron capturados en el pueblo de Karma, mientras que un número indeterminado fue abatido. Varios militantes lograron escapar y se registraron al menos tres muertes en el trascurso de la operación. Estado Islámico del Sahel se atribuyó la responsabilidad de la fuga, afirmando que cuatro de sus combatientes llevaron a cabo la operación desde el interior que comenzó con el asesinato de dos guardias durante la distribución de bocadillos para posteriormente enfrentarse tanto a los funcionarios de la prisión como a los soldados en el exterior.
No sería la primera vez que intentan este tipo de operaciones, ya que en 2019 se perpetró un ataque sin éxito al mismo complejo a manos del mismo grupo, que confirmó su autoría en el boletín al-Nab’a. Según algunas fuentes, la mayoría de los arrestados por la fuga fueron ejecutados, mientras que los terroristas (unos 100) lograron escapar, incluidos algunos líderes detenidos por las fuerzas especiales francesas y estadounidenses entre 2019 y 2022 y entregados a las autoridades de Níger.
Estado Islámico está siguiendo una hoja de ruta muy clara y marcada en la zona. Algunas informaciones apuntan a que EIS está consiguiendo establecer un canal operativo que lo conecte con ISWAP a través de Sokoto (Nigeria). De lograrlo, confirmaría lo anticipado por el Monitoring Team de Naciones Unidas en su 33er informe relativo al corredor logístico que vincularía a ambas filiales y proporcionaría ese salto cualitativo en las capacidades operativas y conocimientos técnicos que actualmente posee ISWAP. Esto permitiría a los de EIS mejorar su capacidad táctica, movilizar y conseguir recursos, así como reclutar a nuevos miembros, aprovechando la infraestructura y las redes existentes en la zona norte de Nigeria.
Lago Chad
Nigeria mantiene una tendencia de acciones terroristas lenta pero en ascenso registrada desde el mes de abril. En esta ocasión, los 14 ataques registrados han dejado un total de 48 víctimas mortales, una cifra considerablemente menor en comparación con la del mes anterior. El único atentado de relativa letalidad, considerado de medio impacto, tuvo lugar el último día del mes en la localidad de Kawuri a manos de Boko Haram. Un IED estalló en las inmediaciones de una tetería frecuentada por los locales que se reunían en su habitual charla nocturna, acabando con la vida de 19 civiles e hiriendo a otros 24 (caso de estudio #122).
Por su parte, Estado Islámico ha confirmado a través de al-Nab’a haber recuperado su santuario en Chetimari, en la frontera con Nigeria. También se informaba de haber terminado con la vida de 12 soldados que se acercaban a sus posiciones.
Los dos principales grupos terroristas operativos en Nigeria -ISWAP y Boko Haram- siguen teniendo como objetivos a individuos solitarios como granjeros, comerciantes o algún que otro líder local. También lanzan ataques constantes a las fuerzas de seguridad, aunque de momento no parecen cosechar un gran éxito. En esta ocasión, también han protagonizado un episodio de confrontación entre ellos, resultando en la muerte de varios miembros de ISWAP a manos de la facción de Boko Haram de Buduma.
Camerún continúa mostrando un volumen de ataques dentro de sus parámetros habituales (24), todos ellos de bajo impacto. A pesar de la voluntad de Boko Haram de escalar los ataques contra sus objetivos, especialmente civiles y milicias de autodefensa, el impacto de sus acciones no está teniendo el resultado esperado. La mayor parte de sus operaciones (más de 2/3 partes del total) van destinadas a saqueos que aseguren las provisiones.
En Chad, la actividad yihadista permanece escasa. El gobierno llevó a cabo una ofensiva contra militantes cerca de la zona de lago Chad y el jefe del estado mayor del ejército informó el pasado 2 de julio que la Fuerza de Intervención Rápida de élite habría neutralizado a 70 militantes de Boko Haram en una operación de contrainsurgencia.
En el Golfo de Guinea, tanto Benín como Togo han contado con ataques que se han saldado con 13 víctimas mortales en cada país, aumentando considerablemente el impacto de los ataques si se compara con el resto del año. Todos ellos habrían sido producidos por JNIM. El único ataque registrado en el primero tuvo como objetivo a fuerzas militares del sector de Karimama, a orillas del río Níger y a escasos kilómetros de la frontera con Níger (caso de estudio #88). En el segundo caso, Togo sufrió un ataque de bajo impacto y otro de impacto medio, resultando en una y 12 víctimas mortales respectivamente. La acción más letal fue perpetrada por cientos de terroristas provenientes de Burkina Faso y tuvo como objetivo también las fuerzas de seguridad y el control de la base. La respuesta del ejército consiguió neutralizar a al menos 40 militantes.
Algunas fuentes informan sobre la posible gestación de una nueva wilaya de JNIM en Togo que estaría compuesta por combatientes provenientes de Burkina Faso, dada la situación de inestabilidad derivada de sus acciones, que les ha permitido conseguir asentarse en parte de esta franja fronteriza. No obstante, esto tendrá que ser confirmado o desmentido por las fuentes oficiales o fuentes cercanas a la organización en el futuro.
Magreb
No se ha registrado ningún ataque yihadista en el Magreb.
Perspectiva regional
La reciente derrota en Tinzawatène marca un momento decisivo en la dinámica de los conflictos en la región del Sahel, especialmente en Mali. Las fuerzas de Wagner, junto con FAMa, han mostrado signos de debilidad tanto en el ámbito militar como mediático. De mantenerse estas deficiencias, la balanza de poder en la región podría cambiar drásticamente, mermando los cimientos del régimen de Goïta, cuyas estrategias y alianzas ya enfrentan críticas internas y externas. El Grupo Wagner, anteriormente destacado por su influencia y éxitos en el Sahel y otras partes del mundo, se encuentra en estos momentos reconfigurando su estrategia para eliminar a rebeldes y yihadistas. Las limitaciones de su aliado de seguridad y la falta de efectividad compartida en la lucha contra las amenazas a la seguridad de todo el territorio maliense han exacerbado las divisiones en Bámako, particularmente entre los seguidores de Goïta, que favorecen un acercamiento a Turquía, y los partidarios del ministro de Defensa, Sadio Camara, conocido por sus inclinaciones pro-rusas.
La incorporación de drones modificados con tecnología inspirada en la guerra de Ucrania representa una evolución táctica en el Sahel. Sin embargo, las fuerzas militares y sus asociados no lograron consolidar su posición en Tinzawatène a pesar de contar con el apoyo aéreo burkinés -de fabricación turca- pocos días después del ataque como parte de su compromiso con la AES. La batalla evidenció este revés estratégico y operacional, con la destrucción de varios vehículos blindados y el derribo de un helicóptero MI24, lo que demuestra la creciente capacidad y resiliencia de los rebeldes del CSP con ayuda exterior, tanto de Ucrania como de otros países europeos.
El conflicto ha intensificado la crisis humanitaria, con desplazamientos masivos y restricciones de movimiento. La dinámica de poder en Mali está cambiando rápidamente, con JNIM ganando terreno frente a las fuerzas de Wagner/FAMa y estableciendo acuerdos locales tanto voluntarios como forzosos que podrían alterar el curso del conflicto. La situación sigue siendo volátil y el futuro cercano dependerá de cómo los distintos actores manejen los desafíos y adaptaciones en el terreno.
Mientras tanto, las fuerzas armadas y los gobiernos regionales siguen acumulando fuertes protestas. Los primeros son acusados de una crueldad y brutalidad desmedidas contra civiles, además de la denuncia de prácticas deplorables -incluido el canibalismo- que se le atribuye a ciertas unidades de ejércitos como el burkinés y su BIR15, el mismo cuya presencia se reclamaba en Bogandé y Djibo. Esto se suma a la lista de reproches sociales contra la forma de proceder de las fuerzas antiterroristas desplegadas sobre el terreno para contener el avance de las filiales de Al Qaeda y de Estado Islámico, que no dejan de crecer en fuerza, capacidades e influencia.
En el caso de sus líderes, las protestas nacionales convocadas entre el 1 y 15 de agosto contra el aumento del coste de la vida en Nigeria han tenido un intento frustrado de ser contenidas por el gobierno y las fuerzas de seguridad. Se ha incrementado la presencia policial y se han producido graves episodios de violencia, mostrando un escenario político y social completamente mermado por las condiciones actuales de vida en el país.
Por su parte, el Capitán Traoré continúa sufriendo intentos de asesinato -se habla ya de al menos 16 intentos hasta la fecha- y los desacuerdos por sus métodos y resultados antiterroristas son cada vez más públicos, si bien el régimen de Traoré está resolviendo estos asuntos con un margen de disidencia interna cada vez más estrecho. Además, surgen otras posibles alianzas en el horizonte para Burkina Faso: se ha informado desde fuentes libias sobre la reunión entre Saddam Haftar, hijo y enviado oficial de Khalifa Haftar, con el presidente interno Traoré en una visita oficial de Estado.
Con respecto a las fuerzas europeas, Alemania ha anunciado la retirada de sus 38 soldados prevista a finales de agosto. Estados Unidos ha retirado completamente a los suyos de la base en Niamey, dejando sus últimas fuerzas en Agadez, que están previstas que se retiren a más tardar el 15 de septiembre.
Finalmente, la Alianza de Estados del Sahel (AES) celebró una cumbre el 6 de julio en Niamey en mitad de críticas a Costa de Marfil por su colaboración con Francia, supuestamente para entrenar a futuros combatientes yihadistas, algo que ambos negaron de inmediato. Las tensiones con el resto de países regionales se han agravado todavía más durante julio. Ejemplo de ello ocurrió a mediados de mes, cuando precisamente Costa de Marfil expulsaba a más de 150 refugiados burkineses recién llegados cerca de la frontera compartida, complicando las tensiones bilaterales. La cumbre de la AES, dirigida a compartir resultados y métodos de las operaciones militares conjuntas y reafirmar la decisión de abandonar la CEDEAO, tuvo como respuesta la reunión al día siguiente del bloque económico para establecer a los presidentes Faye de Senegal y Gnassingbé de Togo como mediadores con la AES y tratar de disminuir la hostilidad entre ambos.