Observatorio de atentados yihadistas de abril de 2021

Atentado suicida en Quetta (Pakistán) del pasado día 21 junto a un hotel en el que se encontraba el embajador chino. Imagen: CNN

1. Análisis

El mes de abril se cierra con la comisión de al menos 146 atentados de inspiración yihadista a nivel global en los que han perdido la vida 619 personas. A grandes rasgos, las dinámicas observadas durante los últimos meses continúan manteniéndose. A medida que la región del Sahel se consolida como principal epicentro de la actividad yihadista mundial, otros focos también manifiestan un claro indicador emergente en cuanto a lo que concierne al desarrollo de la actividad terrorista.

El pasado mes dejó una de las noticias más trascendentales de los últimos tiempos: el anuncio de la retirada de tropas de Estados Unidos de Afganistán tras dos décadas de presencia sobre el territorio y el inicio de una guerra a la que no ha sabido poner fin. Estados Unidos y sus aliados se retiran del escenario afgano sin haber cumplido ninguno de los grandes objetivos propuestos. Por un lado, Al Qaeda no ha sido derrotada ni expulsada por completo de Afganistán, mientras que, por otro, los grupos talibán, si bien vieron caer su régimen, no es menos cierto que las condiciones actuales les permitirán volver a implantarlo a muy corto plazo. Es más, los talibán cuentan ahora con un respaldo social y una capacidad militar mayor que hace veinte años. Solo así se entiende el continuo avance que están teniendo sobre una buena parte del territorio afgano ante la incapacidad de las fuerzas locales por hacerles frente. No obstante, el coche bomba que estalló en la provincia de Logar el último día del mes y en el que perdieron la vida al menos 25 personas (caso de estudio #146) es la mejor muestra de que el foco de los ataques no se sitúa únicamente sobre la figura de policías y militares afganos, sino que también la población local es víctima de estos atentados.

Trasladando el foco geográfico hacia Oriente Medio y situándolo en Irak y Siria, la reaparición de Daesh sobre estos países comienza a verse como un hecho constatable. Alejada del foco mediático, la organización terrorista ha incrementado de forma exponencial su actividad en comparación con los últimos años. Sirva como botón que, durante la segunda mitad de mes, el grupo ha sido capaz de llevar a cabo una veintena de atentados terroristas de cierta relevancia en ambos países. Una muestra del poderío recuperado se aprecia de forma clara en distintos ataques que han llevado sobre bases militares iraquíes, siendo esta una táctica que había dejado de ser recurrente hasta fechas recientes. En este sentido se pueden destacar los tres ataques sobre acuartelamientos militares realizados entre los días 15 y 19 en las gobernaciones de Kirkuk y Saladino (#70, #79 y #99).

Por otro lado, una amplia mayoría de los medios de comunicación españoles se hicieron eco del asesinato de los periodistas españoles David Beriain y Roberto Fraile junto al conservacionista irlandés Rory Young, asegurando que el ataque fue obra del grupo yihadista JNIM. No obstante, a día de hoy siguen sin existir pruebas sólidas que así lo demuestren, más allá de un mensaje de audio que supuestamente habría sido grabado por alguien cercano a dicha organización en idioma peul y que no ha podido verificarse. En base a la información que se conoce, y a la espera de informaciones que afirmen lo contrario, la hipótesis más plausible es que este ataque fuese obra de grupos vinculados con la caza furtiva. Estos grupos se abastecen al igual que las organizaciones yihadistas del tráfico de armas y presentan estrategias de ataque muy similares, por lo que no tendría validez el argumento tan repetido estos días que afirma que se debe tratar de un grupo yihadista por “la capacidad de fuego y los medios empleados”. Es más, desde que las tres personas fueron asesinadas, JNIM ha publicado diversos comunicados sobre acciones llevadas a cabo, incluyendo un reciente vídeo en el que se muestra el secuestro de un periodista francés. En ninguna de estas publicaciones se ha hecho alusión alguna al asesinato de los periodistas españoles y el ciudadano irlandés, algo que llama la atención, dado que esta operación habría tenido sentido y justificación dentro del imaginario y el discurso extremista de este grupo en la lucha contra su enemigo occidental.

El ataque que sí ha sido llevado a cabo bajo la inspiración del salafismo yihadista es el ocurrido en Francia el día 23 de abril (#114). A las afueras de París, un individuo armado con un cuchillo se adentró en una comisaría y apuñaló mortalmente a una funcionaria de policía antes de ser abatido por otros agentes. Según apuntan las fuentes de la investigación, el autor del ataque habría mostrado recientemente su simpatía hacia la ideología yihadista a través de varias redes sociales y legitimaba el uso de la violencia. Se cree que su proceso de radicalización exprés se habría iniciado hace escasos meses, coincidiendo con el inicio del juicio por los atentados de Charlie Hebdo y viéndose motivado por otras acciones terroristas de inspiración yihadista que se dieron en Francia durante aquellos meses. Este atentado yihadista es el primero que se da en Europa Occidental en 2021.

Para finalizar, los 18 países en los que se ha producido al menos un atentado de inspiración yihadista en el mes de marzo que han dejado al menos una víctima son: Afganistán, Siria, Irak, Pakistán, India, Tailandia, Yemen, Egipto, Mali, Burkina Faso, Níger, Nigeria, Camerún, Chad, República Democrática del Congo, Somalia, Mozambique y Francia.

2. Metodología

La metodología de la presente investigación tiene como base la búsqueda y el análisis de fuentes abiertas, siendo éstas esencialmente noticias de prensa nacionales e internacionales, informes de instituciones gubernamentales, organizaciones no gubernamentales que trabajan sobre el terreno y comunicados emitidos por los propios grupos terroristas (teniendo en cuenta que la información de éstos no siempre es fiable y siendo contrastada previamente). Dichas fuentes son accesibles al lector y pueden ser consultadas a través del enlace adjuntado en los resúmenes que acompañan a los datos extraídos en cada uno de los casos de estudio registrados. No obstante, existen algunas excepciones en las que se ha decidido no añadir el enlace por motivos de sensibilización y respeto a las víctimas, al tratarse de imágenes que no se considera necesario mostrar.

En la sección que hace referencia a la autoría de los atentados, en determinados casos se puede leer “sin confirmar” junto al nombre de la organización terrorista. Esto sucederá en todos aquellos casos donde ningún medio oficial vinculado a la organización autora haya reivindicado dicho ataque. Pese a la falta de esta confirmación, existen vínculos, modus operandi y características comunes con otros antecedentes que pueden ayudar a determinar la autoría, aunque siempre exista el riesgo de equivocarse en el análisis de la información.

El objetivo último de este observatorio es intentar conocer los máximos casos posibles, sabiendo que resulta imposible plasmar todos ellos por la inaccesibilidad de medios o falta de información en determinadas regiones. Debido a esta razón, uno de los criterios que debe reunir un atentado para aparecer en esta investigación es que se produzca alguna víctima, dado el escaso (o nulo) eco mediático que tienen aquellos casos en los que por suerte no se producen muertes, excepto en el caso de países occidentales donde sí se incluyen los atentados que no hayan provocado víctimas, así como aquellos otros que presenten unas particularidades propias que requieran su inclusión. El objetivo último es que los datos representados mes a mes permitan mostrar la evolución del terrorismo yihadista a partir de la actividad de las distintas organizaciones que lo representan a escala global.

Finalmente, se recuerda, como todos los meses, los criterios establecidos a la hora de contabilizar los casos de estudio:

• Atentados que sean perpetrados por organizaciones yihadistas o
• Cometidos por individuos inspirados en su ideología
• Donde al menos se produce una víctima mortal, pudiendo ser el propio terrorista (con las excepciones ya citadas)
• Que estén documentados por fuentes abiertas contrastadas en medios u organizaciones nacionales o internacionales

3. Tabla con casos de estudios documentados