Noticia 38/2021
Las fuerzas armadas de Nigeria han informado de la muerte del líder de Estado Islámico en África Occidental (ISWAP, por sus siglas en inglés), Abu Musab al-Barnawi.
No existe mucha información sobre cómo se produjo la muerte de al-Barnawi y todavía no se ha podido confirmar la veracidad de la información, a la espera de que se muestren evidencias al respecto o ISWAP emita un comunicado confirmando su neutralización.
Bajo el liderazgo de al-Barnawi, ISWAP se ha convertido en una organización en constante expansión tanto en territorio como en número de acólitos. Ha sido un grupo capaz de aprovechar los vacíos en la gobernanza local que han dejado las autoridades nacionales, sirviendo de proveedores de protección, suministros y servicios a las poblaciones locales, quienes han terminado por manifestar su apoyo en numerosas ocasiones.
¿Quién fue al-Barnawi?
Se desconoce buena parte de la trayectoria que envió a al-Barnawi a dirigir una de las organizaciones terroristas más relevantes del continente africano.
Hijo mayor del fundador de Boko Haram, Mohammed Yusuf, asumió la portavocía de Boko Haram tras ser abatido su padre en 2009 mientras otro alto comandante, Abubakr Shekau, asumía el liderazgo del grupo. Sin embargo, la forma de avanzar en la hoja de ruta de Boko Haram bajo el mando de Shekau pasaba por el empleo de ataques indiscriminados, una violencia desmedida contra la población civil y el uso del takfirismo. Esto le llevó en numerosas ocasiones a entrar en choques y confrontaciones directas con los altos comandantes de la organización, particularmente con al-Barnawi, que entendía que la estrategia del grupo tenía que centrarse en las fuerzas y cuerpos de seguridad y no en la sociedad.
El grupo siguió avanzando a pesar de las diferencias entre Shekau y al-Barnawi, mientras que en 2015 Boko Haram bajo el liderazgo de Shekau juraba lealtad a Daesh y bautizaba al grupo con el nombre de Estado Islámico en África Occidental. Sin embargo, en 2016, Daesh central nombra a al-Barnawi el nuevo wali (gobernador), al considerarle una opción más predecible y fiable que Shekau, y abriendo un profundo conflicto en el seno de la organización. Shekau finalmente optaría por marcharse y reutilizar el nombre original (Jama’tu Ahlis Sunna Lidda’awati wal-Jihad, JAS, o Boko Haram), mientras la nueva organización liderada por al-Barnawi seguiría denominándose Estado Islámico en África Occidental.
Desde la escisión de ambos grupos, Boko Haram ha mantenido sus tácticas violentas contra la población civil musulmana para perseguir sus objetivos terroristas, sirviendo su base de operaciones en áreas en torno al bosque de Sambisa, mientras ISWAP se ha centrado en atentar contra las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado en las inmediaciones de la Cuenca del Lago Chad.
Implicaciones de su muerte
El presunto fallecimiento de al-Barnawi llega unos meses después de la muerte de su rival regional, Abubakr Shekau, precisamente durante una emboscada de ISWAP sobre miembros de Boko Haram. Dicho fallecimiento provocó un éxodo de militantes de Boko Haram a ISWAP, ya que muchos pensaban que había muerto el único comandante capaz de hacerle frente a ISWAP y las fuerzas de seguridad de Nigeria. Los que se resistieron a unirse a la facción contraria, de hecho, han sufrido la persecución y ejecución a manos de militantes de ISWAP, pero han sabido ofrecer resistencia y su neutralización está resultando compleja para las fuerzas de este último. Por tanto, la muerte de al-Barnawi podría ralentizar la migración de militancia de un grupo a otro, al haber quedado fuera del tablero los dos líderes que se hacían frente y desgastaron fuerzas mutuamente.
Sin embargo, ISWAP ya ha sufrido cambios de liderazgo desde su creación en 2016, por lo que la confirmación de la muerte de este último no necesariamente provocaría cambios orgánicos en la estructura del grupo o en la estrategia a seguir. De hecho, la muerte de Shekau permitió a ISWAP seguir consolidando el control de la parte noreste del país y la Cuenca del Lago Chad en ausencia de su rival, por lo que de confirmarse o no la muerte de al-Barnawi la rama territorial de Daesh seguiría beneficiándose de la ventaja de no contar con resistencia a su paso salvo los todavía fieles a Boko Haram, a quienes tratan de combatir incesantemente.
Otra posibilidad que se desprende de las proyecciones es la potencial cooperación entre un grupo y otro, en vista de que la animadversión mutua venía dada por la enemistad personal de ambos dirigentes. Este acercamiento podría entenderse como una futura reunificación del grupo o como una alianza temporal sustentada en base a unos objetivos comunes. El percibido giro en la estrategia de Boko Haram dirigido a intensificar sus ataques contra cuerpos de seguridad en vez de contra la población civil advierte de un posible reagrupamiento de los esfuerzos de ambos grupos, aunque contando todavía con diferencias irreconciliables en torno a la hoja de ruta a seguir en sus respectivos proyectos yihadistas. En cualquier caso, este hecho inevitablemente tendrá que pasar por el beneplácito de los dos futuros líderes que ocupen el cargo en las próximas fechas.