Observatorio de atentados yihadistas de diciembre de 2023

Casa destruida tras el paso de los terroristas en un ataque producido en un poblado de Ituri (RD Congo). Imagen: URN.

1.Análisis

El año 2023 finalizó con una nueva muestra del grado de mutación y evolución constante que caracteriza al movimiento yihadista en cada uno de los escenarios en los que tienen presencia los grupos que actúan bajo el influjo de su extremismo ideológico. Así se manifiesta en este análisis mensual en el que se abordarán diversos acontecimientos de actualidad que han golpeado de lleno a diferentes regiones, tales como Oriente Próximo, el Sur de Asia o el continente europeo.

Comenzando por el Sur de Asia, es importante detenernos en el deterioro en términos de seguridad que ha sufrido a lo largo del año Pakistán, situación que durante el último mes se ha acentuado de forma notable por diversas circunstancias. El escenario afgano y la inestabilidad generada tras la toma del poder de los talibán en agosto de 2021 ha sido una de las principales preocupaciones del gobierno pakistaní, siendo conscientes desde Islamabad de la alta probabilidad existente a la hora de que el suelo afgano se fuese a convertir de nuevo en un refugio para los grupos terroristas, algo que finalmente ha ocurrido. Si bien esto era algo presumible para el caso de Al Qaeda e incluso para la rama talibán en Pakistán (TTP), no ha dejado de resultar llamativo que también este santuario haya sido aprovechado por la franquicia regional de Daesh que opera en el Khorasan (IS-K), acérrima enemiga de los otros dos grupos citados. Durante los dos últimos años han sido frecuentes los ataques cometidos en Pakistán tanto por parte de IS-K como de TTP planificados en Afganistán, lo que ha llevado a las autoridades pakistaníes a solicitar una mayor colaboración a los dirigentes talibán para evitar que estos grupos utilicen Afganistán para orquestar sus acciones terroristas sobre su territorio.

Esta compleja situación que viene desarrollándose a lo largo del año se ha acentuado en el último mes por la aparición de dos nuevos actores terroristas que han cometido diversos ataques en la provincia fronteriza de Khyber. Por un lado, hay que destacar el papel ejercido por Tehreek-e-Jihad Pakistan (TJP), agrupación que ha ido ganando importancia en los últimos meses a través de diversas acciones terroristas que han llegado a su culmen con el ataque cometido a mediados de mes en el que fue atacado un puesto de control de las fuerzas de seguridad pakistaníes (caso de estudio #14) Esta acción terrorista, que se saldó con 23 soldados y agentes de policía asesinados, se ha convertido hasta la fecha en la más letal de TJP, grupo terrorista del que son muchos los interrogantes pendientes de resolver sobre su origen, alianzas con otras agrupaciones y objetivos. Algo similar ocurre con Ansar al Jihad, otro nuevo actor yihadista que ha nacido este mismo mes y que reivindicó su primera acción terrorista el pasado 15 de diciembre con un ataque también en la provincia de Khyber sobre una comisaría de policía (#19). Que varios de los terroristas que cometieron esta acción incorporasen en su apodo (kunya) el nombre de diferentes regiones pakistaníes da a entender que esta nueva agrupación presenta un carácter autóctono. En este sentido, será importante conocer si existen lazos de afinidad entre estas dos nuevas organizaciones y TTP, dado que esta última ha sido capaz de aglutinar en los últimos años a una veintena de agrupaciones y grupúsculo que se han integrado en su marca.

Por otro lado, una de las tendencias observadas a lo largo de 2023 viene siendo los sucesivos éxitos cosechados por la lucha antiterrorista sobre diferentes agrupaciones. En este sentido, Daesh Central ha sido una de las más golpeadas a través de importantes operaciones. Sin ir más lejos, a finales de abril era eliminado su líder en Alepo y durante los últimos meses también han perdido la vida diferentes gobernadores provinciales tanto de Siria como de Irak. Diciembre no ha sido una excepción, dado que en el campo de refugiados de Al Hol fue eliminado por las Fuerzas Democráticas Sirias (SDF) Abu Obaida al Iraqi, un alto cargo de Daesh que al parecer habría sido responsable de numerosos asesinatos cometidos dentro del propio recinto. Asimismo, diversas ramas territoriales y grupos afiliados a Al Qaeda también se han visto mermados por la lucha antiterrorista. El ejemplo más reciente de ello también lo encontramos en este último mes, al haber sido abatido en un ataque aéreo estadounidense Maalim Ayman, un alto cargo de la organización terrorista Al Shabaab a quien se le atribuye ser el cerebro de numerosos ataques cometidos tanto en Somalia como en países vecinos.

Los esfuerzos en materia de antiterrorismo también se han hecho visibles a lo largo del mes de diciembre en Europa. Gracias a la intervención de las fuerzas de seguridad y de los servicios de inteligencia de varios países, entre los que destaca el caso de Alemania, se consiguió evitar el que podría haber sido el primer atentado sobre territorio europeo reivindicado por IS-K. Según apuntan fuentes de la investigación, una célula terrorista compuesta por cuatro individuos habría tenido la intención de cometer un atentado terrorista mediante un coche bomba junto a la catedral de Colonia durante la celebración de Año Nuevo. Sin embargo, los planes de los terroristas no pudieron llevarse a cabo en su fase final, dado que los cuatro implicados de diversas nacionalidades centroasiáticas fueron detenidos en dos operaciones llevadas a cabo con pocos días de diferencia. La presencia de células terroristas conectadas con IS-K ha dejado de ser una novedad en Europa, dado que a lo largo de este año ya se han desmantelado otras de similares características en diferentes operaciones, destacando entre estas las realizadas en el mes de marzo tanto en Países Bajos como también en Alemania. Estos intentos de IS-K de asentar células terroristas sobre territorio europeo son una clara muestra de intenciones en relación a que su agenda no solo se limita al ámbito regional de Asia Central sino que sus aspiraciones van incluso más allá de su zona de influencia natural.

Pese a los numerosos esfuerzos realizados para hacer frente al terrorismo en los diferentes países europeos, en diciembre hubo que lamentar un nuevo atentado de inspiración yihadista. En esta ocasión ocurrió en las inmediaciones de la Torre Eiffel, siendo allí donde un individuo de 25 años y nacionalidad francesa armado con un cuchillo y un martillo apuñaló y golpeó mortalmente a un joven turista alemán e hirió a otras dos personas. El terrorista estaba fichado por radicalización, y de hecho ya había cumplido cinco años de condena por haber planeado un ataque en 2016 en la Défense, el barrio financiero de la capital francesa. Asimismo, el autor del atentado también había grabado previamente un vídeo en el que manifestaba su apoyo a Estado Islámico. La investigación realizada también permitió conocer que este terrorista hizo alusión en redes sociales a una venganza por los musulmanes que estaban muriendo en Gaza.

Precisamente, el conflicto entre Hamas e Israel ha vuelto a ser un mes más foco del interés propagandístico de la agenda yihadista global. En esta ocasión ha sido especialmente Al Qaeda a través de uno de sus principales canales mediáticos de su rama territorial en la Península Arábiga la organización que ha hecho un nuevo llamamiento a través de un vídeo de 46 minutos para cometer atentados terroristas sobre diversos países occidentales, entre los que se encuentran Estados Unidos, Reino Unido y Francia. Según se afirma en el propio vídeo, en el que se dan instrucciones y consejos sobre la forma en la que se pueden cometer estos atentados, este llamamiento es consecuencia del apoyo que estos países están dando a Israel en sus repetidos bombardeos sobre la población de Gaza.

Para terminar, a lo largo del último mes se ha producido al menos un atentado de inspiración yihadista que se ha saldado con la muerte al menos de una persona en un total de 17 países, siendo estos: Irak, Siria, Afganistán, Pakistán, Filipinas, Mali, Burkina Faso, Togo, Níger, Nigeria, Camerún, República Democrática del Congo, Uganda, Somalia, Kenia, Mozambique y Francia.

2. Metodología

La metodología de la presente investigación tiene como base la búsqueda y el análisis de fuentes abiertas, siendo éstas esencialmente noticias de prensa nacionales e internacionales, informes de instituciones gubernamentales, organizaciones no gubernamentales que trabajan sobre el terreno y comunicados emitidos por los propios grupos terroristas (teniendo en cuenta que la información de éstos no siempre es fiable y siendo contrastada previamente). Dichas fuentes son accesibles al lector y pueden ser consultadas a través del enlace adjuntado en los resúmenes que acompañan a los datos extraídos en cada uno de los casos de estudio registrados. No obstante, existen algunas excepciones en las que se ha decidido no añadir el enlace por motivos de sensibilización y respeto a las víctimas, al tratarse de imágenes que no se considera necesario mostrar.

En la sección que hace referencia a la autoría de los atentados, en determinados casos se puede leer “sin confirmar” junto al nombre de la organización terrorista. Esto sucederá en todos aquellos casos donde ningún medio oficial vinculado a la organización autora haya reivindicado dicho ataque. Pese a la falta de esta confirmación, existen vínculos, modus operandi y características comunes con otros antecedentes que pueden ayudar a determinar la autoría, aunque siempre exista el riesgo de equivocarse en el análisis de la información.

El objetivo último de este observatorio es intentar conocer los máximos casos posibles, sabiendo que resulta imposible plasmar todos ellos por la inaccesibilidad de medios o falta de información en determinadas regiones. Debido a esta razón, uno de los criterios que debe reunir un atentado para aparecer en esta investigación es que se produzca alguna víctima, dado el escaso (o nulo) eco mediático que tienen aquellos casos en los que por suerte no se producen muertes, excepto en el caso de países occidentales donde sí se incluyen los atentados que no hayan provocado víctimas, así como aquellos otros que presenten unas particularidades propias que requieran su inclusión. El objetivo último es que los datos representados mes a mes permitan mostrar la evolución del yihadismo desde el punto de vista de las organizaciones terroristas suníes que se encuentran bajo el prisma de la yihad global.

Finalmente, se recuerda, como todos los meses, los criterios establecidos a la hora de contabilizar los casos de estudio:

• Atentados que sean perpetrados por organizaciones yihadistas suníes o
• Cometidos por individuos inspirados en su ideología
• Donde al menos se produce una persona fallecida, pudiendo ser el propio terrorista (con las excepciones ya citadas)
• Que estén documentados a través de técnicas OSINT y fuentes contrastadas

3.Tabla con casos de estudio relevantes